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Artesanía, el poder de las manos

Artesanía, el poder de las manos

EFE

Madrid —

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Manos delicadas, fuertes, intensas para expresar sentimientos, expertas para manejar materiales con los que crear piezas únicas, obras de arte del diseño y de la artesanía de oficios casi olvidados, que se resisten a desaparecer y que se actualizan con aportaciones de nuevos diseñadores en un libro.

Tres años de investigación, muchos kilómetros de por medio y la necesidad de dar visibilidad y poner en valor la artesanía española, es lo que ha llevado a Macarena Navarro-Reverter a escribir “España a mano” (La Fábrica), una guía, a través de nueve especialidades, en la que se plasma el buen hacer de los artesanos, generación tras generación, de norte a sur, de este a oeste.

La cerámica, el textil, el metal, la piedra, la piel, el vidrio, la gastronomía, la madera y las fibras naturales son los sectores a través de los que se demuestra que la artesanía está en la elaboración de una empanada de Pontevedra al diseño de una boina tradicional o un boto campero.

“El libro contiene el componente social de proteger unos oficios que están desapareciendo y el espíritu viajero de descubrirlos en cada destino”, indica en una entrevista a Efe la periodista e investigadora Macarena Navarro.

“Mientras que en Europa la artesanía está considerada como un producto de lujo, en España la asociamos al folclore y al mercadillo de ”hippies“, comenta la autora del libro quien advierte de que, en algunos de los casos, ”el control del oficio se termina en la tercera generación y no tiene continuidad con lo que puede llegar a desaparecer“.

Navarro ensalza el valor y riqueza de la artesanía, la determinación de los artesanos ante las dificultades y a vivir creyendo en lo que hacen, pero también destaca el error de aquellos que no han sabido adaptarse a los nuevos tiempos.

“Es difícil actualizar un producto que se ha quedado anticuado”, aunque es “necesario” para su supervivencia y “posible, porque algunos lo han hecho”.

Con la crisis económica surgen nuevas utilidades para ciertos materiales y nuevos creadores, que en colaboración con los artesanos, han creado sinergias de las que nacen nuevos productos en los que cada uno “aporta lo que sabe”.

El resultado, “una maravilla de trabajo en común”, como es el caso del Centro Cerámico Talavera (Toledo) que colabora con la diseñadora de moda Ana Locking o con el interiorista Guille García de la Hoz y produce elementos decorativos como jarrones o vasijas.

Surgen nuevos consumidores con nuevas demandas que avivan diseños y actualizan actividades, es el caso de Macael (Almería), una población dedicada al mármol, que después de la crisis de la construcción ha reconvertido la piedra natural en sólidas vajillas para los mejores restaurantes.

O el caso de La Macha, una nueva firma creada por un bombero que ahora graba para la marca de joyería William Henry, pequeñas navajas con diseños exclusivos.

Una adaptación y renovación de actividad a la que se ha sumado Fernández y Roche, la casa sevillana creada en el siglo XIX, la única integral de sombreros de España, en la que ahora casi el 70 % de su producción va dirigida a suministrar sombreros a la comunidad judía ortodoxa de los Estados Unidos.

“Es difícil vivir de la artesanía. El libro es una manera de dar visibilidad a oficios a punto de desaparecer y a economías locales”, explica Macarena Navarro, quien apunta que la artesanía es cultura “como la gastronomía o la arquitectura, y debemos aprovechar que somos un gran destino turístico para potenciarla”.

La escritora reclama formación para recuperar antiguos oficios como una “salida profesional” y la actualización del concepto artesanía. “La gente solo se fija en el precio de lo que compra, no valora la calidad”, señala.

La investigadora lamenta que la artesanía española se aprecie más fuera que dentro de nuestras fronteras. “Los primeros botos camperos que lució Kate Middelton los confeccionó Manuel Cejudo en su taller de Huelva”, mientras que recuerda que Madonna recurrió al buen hacer de Daniel Roqueta para diseñar el traje taurino que lució en 2015 en el vídeo “You can dance”.

Firmas como Loewe, Dolce & Gabanna, Hermès o Carolina Herrera recurren a los artesanos españoles para decorar sus pieles, poner suela a sus alpargatas o confeccionar sus prendas con la dulzura del textil de las Mantas de Ezcaray (La Rioja).

Talleres pequeños en los que el amor por el oficio nace y se preserva trabajando con elementos naturales. Piezas delicadas confeccionadas con manos diestras, minuciosas, ajadas y sabias que dan visibilidad a oficios a preservar.

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