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Álex Rigola, sinónimo de modernidad e innovación escénica

EFE

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Algo “muy bueno” para el teatro en general y de Madrid en particular porque es “lo mejor de lo mejor”, opina el que era desde su creación director de Teatros del Canal, Albert Boadella, sobre su sucesor, Álex Rigola (Barcelona, 1968), que deja este verano, tras siete años, la Bienal de Teatro de Venecia.

Rigola, director desde 2010 de la sección de teatro de la Bienal de Venecia y del Teatre Lliure entre 2003 y 2011, es “muy catalán, sí”, pero también, según reveló ayer mismo Boadella, “el único director en Cataluña” que le ofreció su teatro cuando Els Joglars tenía “serias dificultades” para actuar allí debido a sus “diferencias políticas”.

La decisión anunciada hoy por la Comunidad de Madrid, de quien dependen los teatros, es que Rigola esté a cargo de la Sala Verde del coliseo -en su configuración clásica, 444 butacas aunque con posibilidad de hasta 788- y que la “comisaria de artes escénicas” Natalia Álvarez Simó se ocupe de la Sala Roja -843 butacas-.

A esas salas se une la Negra, con 180 plazas, aunque la Comunidad no detalla de quién de los dos dependerá.

Rigola dirigió por primera vez con 27 años, el texto de Heiner Müller, “Camino de Volokolamsk”. A esta le siguieron, todas ellas para el Festival Internacional de Teatro de Sitges, “Kafka: El proceso” (1997), “Las troyanas”, de Eurípides (1998) y “The water engine”, de David Mamet (1999), con la que obtuvo su primer premio de la crítica.

En 2000 hizo “Un cop baix”, de Richard Dresser, para el Festival Grec de Barcelona; “Tito Andronico”, en la que comienza su indagación en Shakespeare, caracterizada por la radical reescritura del texto.

Al año siguiente dirige “Suzuki I & II”, de Alexei Xipenko, para el Lliure; “ Woyzeck”, de Georg Büchner, para el Grec, Y “Las variaciones Goldberg”, de George Tabori, para el Teatro Nacional de Catalunya (TNC).

En 2002 acomete su segundo montaje de Shakespeare, “Julio Cesar”, para el Lliure y le sigue “Ubú”, de Alfred Jarry, su primera incursión fuera de Cataluña, en el Teatro de la Abadía de Madrid, con el que desde entonces tiene una relación habitual.

Vuelve a Mamet con “Glengarry Glen Ross”, para el Lliure (2003), y después monta “Cançons d'amor i drog”, del que también es autor junto a P. Sales, A. Pla y J. Farrés, para el Lliure.

En 2004 hace su primer Brecht, “Santa Joana dels escorxadors”, para el Grec, y después “Ricardo III”, de Shakespeare, para el Festival de Teatro Clásico de Almagro.

Dos años después dirigió un texto casi de culto de la dramaturgia contemporánea, “La nit just abans dels boscos”, de B-M. Koltès, para el festival Temporada Alta“, y ”Largo viaje hacia la noche“, de O'Neill, en La Abadía.

2007 será el año de “2666”, el texto inacabado de Roberto Bolaño, realizado para el Grec y que ha sido galardonado desde entonces con el premio Internacional Terenci Moix de Artes Escénicas, el Qwerty, o dos Max, entre otros.

Luego, en 2013, hizo otro Bolaño, “El policía de las ratas”, y ha montado “Rock'n'Roll” (2008), de Tom Stoppard; “Nixon-Frost”, de Peter Morgan (2009); “La gata sobre el tejado de zinc”, de Tennessee Williams (2010) o “The end”, escrita por él mismo (2011).

El año pasado hizo “El público”, de Lorca, para la Abadía y el TNC; “Maridos y mujeres”, de Woody Allen, para la Abadía, e “Incerta gloria”, de Sales, para el TNC,

En ópera, ha firmado la dirección escénica de “Madama Butterfly”, de Puccini, para la Fenice de Venecia; “El holandés errante”, de Wagner, para el Teatro Real, y “El cancionero de palacio”, de Juan del Encina, para el Castell de Peralada.

Sus obras han girado por Francia, Italia, Alemania, Austria, Portugal, España, Rusia, Bosnia, Polonia, Rumanía, Chile, Venezuela, Colombia, México, Taiwan y Australia.

Natalia Álvarez Simó comenzó en 2010 realizar las labores de coordinación y comisariado en el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía.

Entre 2013 y 2015 formó parte del proyecto europeo LEIM y desde 2007, ha trabajado en la Unidad Técnica de Iberescena, una red internacional dependiente de la SEGIB y que apoya la creación en américa Latina.

En la actualidad coordina el proyecto “The Hundred?” para la European Dancehouse Network (EDN).

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