Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.
La portada de mañana
Acceder
La confesión de la pareja de Ayuso desmonta las mentiras de la Comunidad de Madrid
El plan del Gobierno para indemnizar a las víctimas de abusos agita la Iglesia
Opinión - El pueblo es quien más ordena todavía. Por Rosa María Artal
Noticia de agencia

Noticia servida automáticamente por la Agencia EFE

Esta información es un teletipo de la Agencia EFE y se publica en nuestra web de manera automática como parte del servicio que nos ofrece esta agencia de noticias. No ha sido editado ni titulado por un periodista de eldiario.es.

Camarena y Damrau desatan “la locura” en el Real con “I Puritani”

Camarena y Damrau desatan "la locura" en el Real con "I Puritani"

EFE

Madrid —

“I puritani”, la última producción escenificada del Real en esta temporada, ha entusiasmado esta noche al público, que ha ovacionado a los formidables Javier Camarena y Diana Damrau en su emocionante interpretación de un montaje en blanco y negro, hecho de cristal y arena, locura y musicalidad.

La función tenía que haber terminado a las 23:15 y lo ha hecho diez minutos después porque prácticamente en cada uno de los grandes momentos ha habido un larguísimo aplauso e incluso alguno en el que se ha pedido el “bis” para los intérpretes.

Camarena, que se convirtió en el primer tenor en hacer un bis en el Real justo con otro Bellini, “La hija del Regimiento”, hace dos años, ha estado soberbio y ha bordado el aria “A te o cara” pero ya había anunciado que aunque se lo pidieran no repetiría porque es muy larga, está al principio y “había que aguantar” los muchos y endiablados desafíos de esa partitura.

Pero lo cierto es que los gritos reclamando el “bis” se han oído cuando la alemana Diana Damrau y él se han fundido en el abrazo del dueto del reencuentro, y ha sido tan emocionante que a ambos se les han saltado las lágrimas aunque han decidido no sucumbir a la tentación de repetir la estremecedora pieza.

Damrau ha estado brillante, y así se lo ha reconocido el público, puesto en pie, en su papel de mujer enamorada que se vuelve loca al saberse traicionada y en el que, como en el de lord Arturo, parece que los recitativos no acaban nunca pero que se revelan fundamentales para sostener una estudiada y compleja musicalidad.

En este “loquísimo” y apasionado canto del cisne de Bellini -murió solo meses después, con solo 34 años- la alemana y el mexicano se alternarán con la rusa Venera Gimadieva y el español Celso Albelo.

Todos tienen por delante el desafío de varias notas sobreagudas que hacen de esta obra un circo de tres pistas, en el que no hay un minuto de descanso.

Con dirección escénica de Emilio Sagi y musical de Evelino Pido, la obra es un drama histórico, con amor, celos, intriga política y locura durante la guerra civil que vivió Inglaterra (1642-1645) entre los partidarios del puritanismo religioso, acaudillados por Oliver Cromwell, y los realistas, próximos a los Estuardo.

Es un libreto, primero que firmaba Carlo Popoli, de dramaturgia endeble, sin trasfondo sociológico o político, y que no profundiza en los personajes pero la música de Bellini es enérgica, sensual e hipnótica, “y se mete dentro de la cabeza”, según decía Sagi.

Cada uno de los personajes tienen una gran carga emotiva que requiere de cantantes de “gran poderío vocal”, tanto que esta ópera es, según Pido, “el caballo de batalla” de todos los grandes intérpretes.

Paredes de espejo oscuro, suelo de arena gris, “llamaradas” blancas en el vestido de la protagonista y las banderas y nada de palacios, mazmorras ni fortalezas, pero sí 28 arañas de cristal y decenas de sillas que crean un laberinto opresivo, como el que tiene en su cabeza la “lunática” protagonista.

“I puritani” fue el testamento musical de Bernini, una despedida en la que el recitativo es la fuerza motriz, porque es la esencia de lo que viene, presenta la atmósfera y Evelino Pido lo hace de forma que despierta el interés, intriga y no aburre.

Este paradigma romántico está muy ligado al Real porque el 6 de diciembre de 1850, un par de semanas después de inaugurarse el teatro, llegaba al coliseo y no se había vuelto a representar desde su reinauguración más que en versión de concierto.

Por eso, como ya hizo el año pasado con “La Traviata”, el teatro ha querido que sea esta coproducción del Real y el teatro municipal de Santiago de Chile la que se transmita en una pantalla gigante en su fachada el próximo día 14 para sumarse a la Semana de la Ópera.

Etiquetas
stats