Carlos Iglesias quiere seguir hablando de emigración en su próxima película

Después de haber tratado el exilio y la emigración de los españoles desde distintas perspectivas en las tres primeras películas que ha dirigido, el actor y director Carlos Iglesias continuará con esta temática si sale adelante el proyecto que maneja para su cuarto largometraje.

“Tiene que ver con la emigración. Por el hecho de haber sido yo mismo emigrante con mis padres, la emigración y el exilio me atañen muy directamente y se reflejan en el cine que hago”, ha afirmado a Efe Iglesias, que esta tarde presenta una proyección de su película “Ispansi!” (“Españoles”) en la sede en Málaga del Museo Estatal de Arte Ruso de San Petersburgo.

Pero levantar una nueva película actualmente es un proceso, dice Iglesias, “lleno de altibajos, en el que se pasa por una montaña rusa, arriba y abajo, posiblemente incluso en el mismo día, en menos de 24 horas”.

“Ahora mismo estamos arriba y ya veremos si pasado mañana no estamos abajo”, ha señalado el director, que admite que “cada vez cuesta más” sacar un nuevo proyecto y con los años siente que se vuelve “más perezoso para luchar contra todas las mareas”.

Prefiere no ofrecer detalles porque “da mala suerte”, pero apunta que se rodaría el próximo año en la zona del monte Cervino de los Alpes ítalo-suizos, en la frontera entre ambos países, y sería una coproducción con participación también de Italia, Suiza y Alemania.

Todavía no tiene claro si, además de dirigir, actuaría en la película, porque le está “dando vueltas a un personaje” y como actor tiene “el vicio de querer actuar”, aunque se lo planteará cuando se confirme el rodaje.

Iglesias considera “fundamental” tener una televisión detrás de cualquier proyecto, porque “es uno de los pilares en los que se sustenta nuestro cine”, y ha apuntado que han propuesto este proyecto a Televisión Española porque “hay temas más cercanos a ella, y está más abierta a distintos enfoques”.

Habló sobre emigración en su primera película, “Un franco, 14 pesetas” (2006), inspirada en la experiencia de su propia familia en Suiza, y en su secuela, “Dos francos, 40 pesetas” (2014), mientras que en “Ispansi” (2011) trató el exilio de los niños que envió la República a la Unión Soviética al comienzo de la Guerra Civil.

Admite que “desconocía totalmente” este exilio hasta que se lo contó su profesor en la Escuela de Arte Dramático Ángel Gutiérrez, “que había sido un niño de la guerra, salió de Asturias con 4 o 5 años y lo llevaron a la URSS”.

“En los años que convivimos en la Escuela, le preguntaba y empecé a tomar apuntes, porque vi que era un tema desconocido para la inmensa mayoría de los españoles, sobre todo de una cierta edad, y me pareció interesante recuperar un periodo de la historia en el que se daba la circunstancia de que algunos españoles enemigos en España se estrecharon la mano en la URSS”.

Cuando acudió con la película al Festival de Cine de Moscú pudo conocer a algunos de aquellos “niños de la guerra” en un cóctel organizado por el embajador español.

“Eran personas de más de 80 años que seguían viviendo allí y pudimos compartir la película. Fue muy emocionante porque me abrazaban como si yo fuera su hijo”, ha recordado Iglesias.

También emocionante fue la presentación de “Un franco, 14 pesetas”, su primera película como director, “que es como la primera novia o el primer beso”, en el Festival de Cine Español de Málaga de 2006, donde ganó los premios del público, al mejor guionista novel y a la mejor fotografía.

“Lo recordaré toda mi vida. Estaba en un palco junto a mi compañero Ángel de Andrés (fallecido el pasado 3 de mayo) y todos los espectadores del patio de butacas se pusieron de pie, se giraron y nos aplaudieron”.