“Cuesta más escribir que dibujar”, dice la diseñadora de novias Rosa Clará

La empresaria y diseñadora de vestidos de novia, Rosa Clará, ha presentado hoy en Madrid su primer libro, “Secretos de boda” (Temas de Hoy), una guía práctica sobre todo lo que hay que tener en cuenta a la hora de organizar un enlace.

“Me ha costado más ponerme frente al papel en blanco y escribirlo que cuando dibujo un diseño”, ha comentado sonriente la diseñadora a Efe, sobre este proyecto que le hacía mucha “ilusión”.

Presente en más de 60 países y con más de 3.500 puntos de venta, desde Nueva York, México, Brasil, Canadá u Oriente Medio, Rosa Clará reconoce también que ha sentido la crisis: “ha sido duro, pero hicimos nuestros deberes antes” y la expansión en el exterior amortiguó a la empresa la caída de ventas, en la que también ha repercutido un descenso en el número de bodas.

“La novia sigue siendo la protagonista absoluta ese día y la organización recae sobre ella”, asegura la diseñadora que pretende recopilar en este libro la experiencia de 18 años “conociendo a novias de todo el mundo” para lograr que ese día sea uno de los mejores de su vida.

El blanco, en todas sus variantes, sigue siendo el color estrella del vestido, pero recomienda no perder de vista ni el peinado, “una elección que puede destrozar el conjunto”, ni los complementos.

Las joyas de una boda, el ramo, el papel de la madrina, los zapatos, las damas de honor y hasta la música son algunos de los apartados que desgrana con detalle en el libro.

“Pretendo que sea una guía para todos, incluso para los 'wedding planners'”, indica esta creadora a la que en 2014 la FEDEPE le otorgó el premio como Mujer Empresaria, y que también atesora el galardón a la Mejor Diseñadora de Novias entregado por la Miami Fashion Week.

Asegura que nunca ha tenido peticiones muy “extravagantes” y reconoce que es una entusiasta del “menos es más”. “Se puede ir muy elegante sin necesidad de ir recargado”, advierte.

“Todo lo trabajado es un éxito”, por ello recomienda comenzar con seis meses o un año de antelación a pensar en todos los detalles, concluye.