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Desfavorecidos de Roma asisten en Vaticano al estreno de “Call me Francesco”

Desfavorecidos de Roma asisten en Vaticano al estreno de "Call me Francesco"

EFE

Ciudad del Vaticano —

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Los más necesitados de la sociedad, como sintecho, enfermos e inmigrantes, asistieron hoy en el Vaticano al estreno mundial de “Call me Francesco” (“Llamadme Francisco”), una película que narra la vida del “papa de la gente”.

La Limosnería vaticana distribuyó 7.000 entradas entre diferentes organizaciones caritativas que, a su vez, las repartieron entre las personas a las que asisten cada día, la “gente sencilla”, en palabras del limosnero, Konrad Krajewski.

El monseñor polaco dio la bienvenida al público en el imponente aula Pablo VI del Vaticano, donde tuvo lugar el estreno: “Bienvenidos a casa, porque esta es vuestra casa”, proclamó.

Durante toda la tarde miles de personas necesitadas, así como religiosas y estudiantes, hicieron cola para acudir a la proyección de este filme, dirigido por el italiano Daniele Luchetti y que se estrenará en italiana el jueves.

La proyección fue interrumpida en varias ocasiones por los aplausos del público, especialmente en el momento en el que se muestra el cónclave que eligió a Francisco primer papa latinoamericano de la historia.

La película narra la excepcional vida de Jorge Mario Bergoglio, un argentino hijo de inmigrantes italianos que, tras renunciar a los estudios científicos, decide comenzar una carrera eclesiástica que le llevaría hasta el papado.

Repasa su etapa en Buenos Aires como provincial de la orden jesuita, después de que no recibiera el permiso para ejercer de misionero en Japón, y recuerda los años del Golpe de Estado de Jorge Rafael Videla en 1976 y la dictadura que se impuso posteriormente.

El director no ha rehusado abordar este trágico periodo histórico y muestra a Bergoglio tratando de ayudar a los perseguidos por el régimen, entre ellos varios sacerdotes que abrazaron la conocida como Teología de la Liberación, considerada de índole marxista.

También ilustra el periodo posterior a la dictadura, cuando el padre Jorge se rodea de los más pobres con el fin de “dar esperanza donde hay desesperación”, una característica que ha marcado su figura y de la que deriva el subtítulo de la cinta: “El papa de la gente”.

La obra concluye con unas imágenes de archivo en las que se rememora aquel 13 de marzo de 2013, una jornada histórica en la que el padre Jorge se asomó a la logia central de la basílica de San Pedro para presentarse ante el mundo como el papa Francisco.

El actor argentino Rodrígo de la Serna interpreta a Bergoglio de joven, un papel que en un principio le produjo “miedo” porque “parecía una empresa imposible”.

“La primera reacción fue de miedo porque parecía una empresa imposible. Mis amigos me decían 'cuidado donde te metes'”, recordó durante una conversación con los medios.

A su juicio, interpretar al pontífice es “una responsabilidad muy grande”, aumentada por el hecho de que este personaje “está vivo, está escribiendo la historia a día de hoy”.

“Uno puede acercarse a los gestos, a la voz, lo que todo el mundo conoce, es lo más fácil de hacer, pero la dimensión espiritual de este hombre y todo lo que ello implica es una quimera, es imposible”, reconoció el actor.

En los mismos términos se pronunció el encargado de dar vida al papa en los años recientes, el chileno Sergio Hernández, quien se ha empeñado en estudiar durante nueve meses al pontífice, al que calificó de “guerrero”.

“Fue una responsabilidad gigantesca. Un enorme trabajo interior a partir justamente de escucharlo, verlo, seguirlo durante largo tiempo, para tratar de hacer propia una espiritualidad que él tiene”, dijo.

Al término de la representación, el Vaticano hizo entrega a los asistentes de una bolsa con comida, “una pequeña cena”, según explicó el limosnero, quien concretó que los excedentes serán repartidos entre los mendigos de la calle que no acudieron a ver la película.

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