Dior Homme echa un pulso a sus competidoras con la llegada de Kim Jones

Rejuvenecida, popera y comercial, la marca Dior Homme desveló hoy el nuevo rostro con el que pretende echar un pulso a sus competidoras del lujo, tras el estreno de su diseñador, el británico Kim Jones, que promete devolver a la casa el esplendor perdido.

El público empezaba a pedir un cambio en la línea masculina de Dior, después de once años con el belga Kris Van Assche al frente de su dirección creativa, y este llegó de la mano de Jones, que pasó siete convirtiendo al hombre de Louis Vuitton en un icono de la combinación de lujo y estilo urbano.

El británico demostró hoy haber recogido el testigo con fuerza con una grandilocuente puesta en escena en el patio de la Garde Republicaine de París, cerca de la plaza de la Bastilla, con una pasarela circular entorno a una escultura de flores gigante, un “Kaws” creado expresamente por el artista Brian Donnelly.

El muñeco fue una petición de Jones que representaba la silueta del propio creador Christian Dior, con la efigie de su perro Bobby entre los brazos.

Jones puso sobre la pasarela blanco y tonos pastel para un Dior más luminoso e inocente que la clásica reinterpretación del traje negro o conjunto pantalón-jersey en la que se había estancado.

Los pantalones se llevaron largos y con una caída muy fluida hasta plegarse sobre el zapato, en un modelo de lona y cordones, estilo All-Stars, plagados del logo de la casa, y en otro de deportivas “running” en blanco, negro o de nuevo decoradas con las iniciales “CD”.

En esta nueva aventura, Jones exploró los archivos de la “maison” para defender los códigos del famoso diseñador francés y no temió, incluso, recuperar los de la línea Alta Costura, más vinculados al universo femenino.

“La identidad Alta Costura, esencialmente femenina, se adapta aquí al vestuario masculino dando vida a prendas ligeras, con hombres redondeados y líneas depuradas”, describía la firma en una nota.

El británico incluyó nuevas piezas para el fondo de armario de Dior, como la chaqueta “Tailleur Oblique”, en referencia a un modelo de la colección invernal de 1950, caracterizada por un cierre en diagonal, y que además lució en un vibrante amarillo la modelo Bella Hadid, una de las invitadas.

Jones se atrevió también con las flores -otro de los iconos del fundador- que introdujo en gabardinas en vinilo e impermeables transparentes.

El diseñador dio gran importancia a los accesorios, como grandes cadenas en metal que se llevaron casi a modo de gargantilla y como pulseras, con las iniciales de la casa, creadas por el joyero japonés Yoon.

Algunos de los éxitos comerciales de la línea de mujer entraron también en la ropa de hombre, como su bolso inspirado en la silla de montar de los jinetes que los modelos llevaron como riñoneras o colgado del pantalón como monedero.

La firma anunció, tras fichar a Jones, su voluntad de crear un vestuario “clásico y elegante, impregnado de la cultura contemporánea”, para “acelerar el desarrollo e influencia de Dior Homme a nivel internacional”.

El objetivo parece hoy más cercano y la compañía no dudó en desplegar todos sus encantos para atraer este esperado día a cantantes como Lenny Kravitz, Rita Ora, Victoria Beckham, las exmodelos Naomi Campbell, Kate Moss y Natalia Vodianova o el actor Robert Pattinson.

Además, numerosos diseñadores quisieron acompañar a Jones en su gran momento, como Karl Lagerfeld, Haider Ackermann, Stefano Pilati o Virgil Abloh, entre otros.

El lujo se ha rendido así al pop y a la calle, y el conglomerado LVMH parecer querer llevar las riendas del giro, tras haber acaparado toda la atención mediática esta Semana de la Moda Hombre con sus dos fichajes estrella, Virgil Aboh en Louis Vuitton y Jones en Dior, ambos favoritos entre los milenials.