Emilio Lledó: “Mi vida ha sido una modesta pasión por las humanidades”

Después de atender 123 llamadas y con la voz cansada, Emilio Lledó, premio Princesa de Asturias de Comunicación y Humanidades 2015, ha dicho que este reconocimiento abarca dos conceptos que configuran un “eco” en su vida.

Momentos antes de su taller en el ciclo “Leer la filosofía hoy”, organizado por la Casa del Lector de Madrid, Lledó (Sevilla, 1927) ha expresado que el “título” del premio hecho público esta mañana le “interesa”, ya que su vida, “en el fondo”, ha sido un “eco” y “una modesta y pequeña pasión” por las humanidades.

“Porque las humanidades -ha continuado- son la vida, lo que somos los seres humanos. Es verdad que necesitamos la economía y a los financieros, pero lo que realmente nos define es la humanidad. Un concepto hoy un poco deslavazado”.

Y así, tras expresar su agradecimiento, el filósofo ha continuado con un discurso crítico, pero “esperanzador”, de la actualidad política analizada desde “los clásicos” y la “filosofía política”.

“El hombre no necesita tanto: una de las cosas que más me sorprende de la vida política de este país en estos meses, en estos años, es la codicia... La codicia: ¿para qué tanto, para qué tanto poder económico?”, se ha preguntado.

Para el autor de obras como “El epicureísmo”, “naturalmente que hay que cuidar la economía” y “fundamentar los bienes más reales”, pero ha puntualizado que eso “es la base”: “Y por encima de esa base esta aquello que nos hace de verdad seres humanos”.

En este sentido, y mientras los alumnos del taller lo esperaban para darle el gran aplauso con el que lo han recibido, el sevillano ha explicado que la “indecencia política no sólo destruye la vida del indecente”, sino también la vida de “la ciudad sobre la que tiene poder”.

“Es triste que se hable tanto de corrupción, pero a mí me preocupa más la corrupción de la mente y la corrupción de una mente que al mismo tiempo tiene poder sobre los demás (...). Lo triste es cuando hay alguien que es un corrupto mental y que tiene poder sobre los demás, porque, si es un corrupto mental sin poder, la corrupción se lo comerá a él”, ha agregado.

Pero también ha tenido palabras para la educación: “La crisis ha perdido la posibilidad de pensar, de entender, y eso es un crimen en el sistema de educación de nuestro país”.

Tras estas palabras, Lledó ha abogado por “la introducción hacia una escuela libre, creadora, en donde a los niños se les enseñe a pensar qué decir”, porque, ha expresado, no hay nada “más esperanzador” que ver la “frescura de la mente humana a los seis, siete o nueve años”.

Después de su comparecencia ante los medios de comunicación, el profesor se ha dirigido al taller que impartía hoy en la Casa del Lector pidiendo disculpas por no haber podido “revisar” sus papeles para esta clase.