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El cadáver de Eva Perón, centra una película en el Festival de Mar del Plata

El cadáver de Eva Perón, centra una película en el Festival de Mar del Plata

EFE

Mar del Plata (Argentina) —

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Un cuerpo que despertó pasiones y odios, deseos y maldiciones es el protagonista del filme “Eva no duerme”, dirigido por el argentino Pablo Agüero, que retrató el derrotero del cadáver de Eva Duarte, quien fuera la segunda esposa del tres veces presidente argentino Juan Domingo Perón.

El largometraje, que compite junto con otros once por el Astor de oro en el tramo internacional del Festival de Cine de Mar del Plata, será estrenado este jueves en los cines argentinos y ya había sido exhibido en los festivales de Toronto y San Sebastián.

La película hace un recorrido histórico-ficcional que mezcla imágenes de archivo con actuaciones del mexicano Gael García Bernal y el argentino Daniel Fanego, como los dictadores argentinos Emilio Massera y Pedro Aramburu, respectivamente, y la argentina Sabrina Macchi, que interpreta a la quien fuera primera dama.

Fallecida el 26 de julio de 1952 por un cáncer, a los 33 años, llorada por millones de argentinos y recordada cada noche durante el Gobierno de Perón con un aviso en la radio a las 20:25, que rememoraba la hora de su “paso a la inmortalidad”, Evita fue uno de los personajes más adorados y vapuleados de la historia argentina.

En diálogo con Efe, el director contó que, para poder encarar el proyecto, debió hacer una investigación de siete años, en la que se apoyó principalmente en textos antiperonistas.

“Así logré entender su carácter revolucionario, porque los documentos peronistas tenían demasiada obsecuencia y adoración como para ser tomados como fuente”, dijo Agüero sobre quien llegó a ostentar el título de “jefa espiritual de la Nación” argentina.

Con la autodenominada Revolución Libertadora (1955-1958), los militares que formaron el gobierno de facto proscribieron el peronismo y decidieron encargarse del símbolo mayor del movimiento: el cadáver de Eva, embalsamado y conservado en la Confederación General del Trabajo, la mayor central sindical argentina, que fue robado una noche de noviembre de 1955.

Lo que siguió fue un largo viaje que finalizó en 1974, año en el que los restos mortales de Eva Perón fueron repatriados a Argentina desde Milán, lugar donde estaba enterrada con un nombre falso.

Aún en la actualidad el periplo del cuerpo sigue envuelto de mitos, ya que el secreto de Estado del gobierno militar no dejó que se conociera con certeza qué pasó, aunque cuentan quienes vivieron esa época (y también se aprecia en la película) que en los lugares donde estaba el cadáver aparecían flores y velas, lo que significaba que comandos peronistas seguían silenciosamente su paradero.

“No soy de orientación particularmente peronista, pero al haber vivido en la pobreza durante mi infancia, conozco lo que es la humillación, por lo que admiro sus ideas de vanguardia que implicaban darle 'lujo' a los pobres, construir buenos hospitales, dejarles buenos edificios para que puedan vivir”, dijo Agüero sobre la labor social desempeñada por Eva durante el primer mandato de Perón (1946-1952).

“Más allá del juicio sobre si el peronismo es bueno o malo, no se puede negar que ella se cargó de la emoción de millones de personas que reclamaban sus derechos, lo que se transmite en esa voz quebrada que se escucha en sus discursos”, continuó el director.

Discursos que se dirigían a los “descamisados”, millones de trabajadores rurales y urbanos que llegaban a Buenos Aires “desde la periferia” para reclamar mejores condiciones de vida, tal como lo muestra el archivo fílmico que también es parte de “Eva no duerme”.

Sin embargo, sus palabras también irritaban a las clases altas, a las que muchas veces llamaba “vendepatrias” y “traidores”, lo que provocó el recelo de sectores militares, eclesiásticos y civiles.

El director cree que la película está atravesada por una discusión más profunda.

“Lo que está en pugna en la película son dos modelos, el neoliberalismo y el reclamo de la igualdad social, por eso creo que el filme es de gran actualidad y universalidad”, comentó.

Agüero explicó que pretende que el espectador “busque la verdad, la imagine”, y que no se quede con una única premisa.

“Espero que la proyección de la película en este festival sea el disparador de una discusión nacional en Argentina, porque la cinta tiene bombas que pienso que tienen que explotar”, aseveró.

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