Felipe Martínez da “mirada selvática” al aislamiento y el desamor en “Frontera”

“Frontera”, un relato que explora a profundidad el desamor, el aislamiento y la minería ilegal desde una “mirada selvática”, es la apuesta del escritor colombiano Felipe Martínez para contar la historia de un hombre que decide dejarlo todo y reconocerse a sí mismo en la Amazonía.

Entre árboles, plantas, aves y un clima húmedo se desarrolla la narrativa de “Frontera”, una obra de ficción en la que su protagonista, Santiago Zapata, busca a toda costa librarse de sus demonios.

“Los viajes a la Amazonía me llenaron de incógnitas, pasiones, sentimientos, emociones y de un interés por una zona del país que no conocía antes, era de alguna manera un misterio. Por eso escribí una novela como 'Frontera' para plantearme preguntas y encontrar respuestas, para conocer lugares y gente”, dice Martínez en una entrevista con Efe.

Según el autor, “Frontera” es una novela que hasta cierto punto es una confesión personal, un punto de vista sobre la vida, las relaciones personales y la soledad.

“Cuando he tenido situaciones difíciles en mi vida, mi reacción ha sido aislarme y buscar otro escenario que permita que se acomoden las piezas de mí mismo y eso llevado a la ficción ha sido como indagar qué pasa con una persona cuando está en un proceso de reconstrucción”, afirma.

El escritor se califica como un buen lector que desde niño ha preferido las novelas o los cuentos y aunque ha trabajado como periodista siempre supo que quería dedicarse a escribir ficción.

Martínez estudió literatura en la Pontificia Universidad Javeriana de Bogotá, trabajó como gestor cultural y pasó por la revista colombiana Soho, donde se dedicó a la producción y redacción.

“El periodismo es una escuela ideal, es el enfrentamiento forzoso con la hoja en blanco y la presión de producir textos rápidamente, no importa si la inspiración está o no. Tuve la oportunidad de trabajar en la revista Soho cuando estaba en su época dorada, en ese entonces publicaban cronistas como Alberto Salcedo y Martín Caparrós”, detalla.

Esta es la segunda novela de Martínez, con cuyo tono intimista se busca describir la lucha de un hombre por escapar del desamor, las malas decisiones y el pasado.

“Me interesan las historias intimas, las relaciones interpersonales y las historias familiares, cómo el pasado se relaciona con el presente y lo configura. Historias que ocurren en ámbitos cerrados. Tengo una mirada muy sensible para narrar las relaciones entre los personajes”, agrega.

El escritor cuenta que le inspiran los autores que exploran en sus obras la necesidad de aislamiento y el choque con la naturaleza, y a la vez ve de manera optimista el trabajo de los exponentes colombianos de la literatura contemporánea.

Para Martínez, el panorama actual de la literatura del país andino es “riquísimo”, pues los autores nacidos en la década de los ochenta están publicando sus primeros libros, y añade que hay un abanico de “voces muy potentes y una renovación” en distintos géneros literarios.

Finalmente, el escritor manifiesta en tono tranquilo que tiene en la cabeza cuatro o cinco historias más sobre temas relacionados con el aislamiento y cómo este puede ser una decisión propia ante una situación de adversidad.

Juliana Alejandra Franco