Fez se muestra africana en la inauguración de su Festival de músicas sacras

Fez se mostró esta noche africana gracias a la música y a unas imágenes que durante dos horas se proyectaron en la histórica puerta de Bab Makina para relatar las aventuras del explorador del siglo XV León el Africano.

“Fez, el reflejo de África” es la frase que este año lleva como título la 21 edición del Festival de músicas sacras de Fez, uno de los eventos musicales más conocido fuera de las fronteras de este país y al que acude un importante número de extranjeros.

El actor francés de origen marroquí Said Taghmaoui dio vida a León el Africano, un afamado viajero y diplomático que vivió en Granada poco antes de la Toma de la ciudad por los Reyes Católicos, momento en el que se trasladó junto a su familia a Fez.

En su libro “Descripción de África y de las cosas notables que allí hay”, el intelectual relató su periplo.

“Las palabras se pierden en la historia, pero los escritos prevalecen, así que esta noche os voy a leer unas cuantas páginas de mis recuerdos. Me llamo Hassan Wazzan, pero también me llaman León el Africano”, comenzó diciendo el actor francés, conocido por su papel en películas como “El Odio”.

Las imágenes, que parecían lienzos gracias a una puntera tecnología multimedia, dirigieron al espectador hacia un viaje arquitectónico por ciudades como Tombuctú o la misma Fez, ciudad espiritual de Marruecos.

También recorrieron el río Níger, las montañas del Atlas o la sabana africana a través de los “murales” y de los instrumentos de artistas provenientes de Mali, Burkina Faso o Mauritania.

En cada nueva imagen plasmada en la puerta de Bab Makina, los teléfonos móviles se alzaban para fotografiarla.

Se rindió homenaje a Ahmed el Tijani, que fue enterrado en Fez y cuya cofradía Tijaniya -una de las más importantes y mayoritarias en Senegal, Mali y otros países de la zona- tiene su base en Marruecos.

Los artistas, ayudados por un cuentacuentos, recordaron la transmisión de ideas gracias a los sabios, poetas y comerciantes que viajaron por África.

La noche se cerró con un clásico espectáculo de música andalusí marroquí, y los músicos salieron al escenario con chilaba blanca y el tradicional gorro rojo de Fez.

Una imponente puesta en escena que, sin embargo, decepcionó con una “traca final” no muy clara que despistó a un público que parecía no saber muy bien si el espectáculo había terminado. Los aplausos carecieron de efusividad.

De la misma forma que en ediciones anteriores, la princesa Lala Salma, esposa del rey Mohamed VI, presidió el evento y lució un elegante caftán blanco.

A diferencia de otros importantes festivales en Marruecos, como el Mawazin, donde la mayor parte de los conciertos son gratuitos y acuden marroquíes de todas las edades y clases sociales, los precios de Fez están muy lejos de ser asequibles para la mayoría de los ciudadanos de este país.

Durante la presentación del evento, que durará nueve días, no faltaron alusiones a las visitas que desde el año pasado el monarca ha realizado a países africanos.

Precisamente, Mohamed VI se encuentra actualmente de gira por Senegal, Guinea Bissau, Costa de Marfil y Gabón.

Este año, en el fórum, que se celebra paralelamente y que estará dirigido por el filósofo Ali Benmakhlouf, participarán prominentes intelectuales que analizarán diversos problemas relacionados con los países africanos y los desafíos a los que se enfrentan.

Y es que Marruecos como el mismo festival señala “ha hecho ya de su destino un destino decididamente africano”.