Gibson espera que la Junta andaluza dé permiso para buscar los restos de Lorca

El hispanista irlandés Ian Gibson, que acaba de publicar una amplia actualización de su biografía de Federico García Lorca, ha dicho hoy en Barcelona que espera que la Junta de Andalucía dé permiso a un nuevo equipo para buscar los restos del poeta granadino.

“Lorca es el desaparecido más famoso del mundo y simboliza tantas miles de muertes”, ha comentado Gibson, que espera con expectación que el nuevo equipo, dirigido por Miguel Caballero, reciba el permiso correspondiente de la Junta.

Sin embargo, Gibson cree que “donde pretenden excavar, muy cerca de donde estuvieron buscando hace unos años en Alfacar, no se encontrará a Lorca, pero cuando se extraigan las toneladas de tierra que se depositaron allí de cuando el ayuntamiento, con muy poca sensibilidad, quería hacer un campo de fútbol, seguro que hallarán fusilados”.

Para el hispanista irlandés, “si se confirma que no está Lorca, no hay ningún problema, se cerrará esa investigación y volveremos al sitio de antes”.

Si en alguna de las veces que Lorca se aparece en sus sueños pudiera interrogar al poeta, Gibson le preguntaría “dónde están sus restos y luego por aquel amor terrible juvenil que le dejó con la convicción de que nunca más podría encontrar el amor”.

Precisamente, uno de los capítulos que más ha rehecho de “Vida, pasión y muerte de Lorca” (DeBolsillo) ha sido el dedicado a su obra de juventud: “La búsqueda del amor”.

A su juicio, hay algo de su vida personal en su infancia, como le pasó a Antonio Machado, que “se nota que hubo una ausencia terrible que no volvió, y esto lo he explicado ahora con mayor claridad”.

“Granada es también la protagonista real”, remarca Gibson, y eso se nota cuando reivindica la Granada antes de la toma por los Reyes Católicos, cuando suspira por la mezcla de culturas, por “la defensa del negro, del judío, del gitano, del morisco”.

Gibson ha incorporado asimismo información del último amor de Lorca con Juan Ramírez de Lucas, un muy joven actor de un grupo teatral de Madrid.

“Discrepo que la relación empezara en 1934, como se ha dicho, sino que creo que es una relación de última hora. Se conocieron en febrero de 1936, y allí empezó todo, pero no sabemos casi nada de ese amor”, ha dicho Gibson.

Ramírez de Lucas murió con 93 años y sin haber hablado con nadie de su relación, lamenta el hispanista.

Gibson ha incluido por primera vez el poemilla que Lorca dedica entre mayo y julio de 1936 a Ramírez de Lucas, escrito con lápiz azul y titulado “Romance”, en el que se refiere a “aquel rubio de Albacete/vino, madre, y no me miró” o “aquel rubio de los trigos/hijo de la verde aurora/alto solo y sin amigos/pisó mi calle a deshora”.

Gibson ha recordado también su encuentro en 1983 con Dalí, quien le confesó, sentado en un trono y cubierto con una barretina catalana, “la famosa escena en la que Dalí lamentó no haberse podido entregar a Lorca, porque no era homosexual. Pero creo que Lorca fue el gran amigo de Dalí y éste nunca dejó de pensar en Lorca”.