Hadjithomas y Joreige reflexionan sobre la memoria y lo desaparecido, en el IVAM

Los libaneses Joana Hadjithomas y Khalil Joreige han presentado hoy su exposición “Se souvenir de la lumière”, que se podrá ver en el IVAM hasta el 27 de agosto, una muestra interactiva en la que los artistas reflexionan sobre la identidad de personas y ciudades, la memoria y lo desaparecido.

En cuatro espacios que incluyen instalaciones de vídeo, audio, fotografías y collages, Hadjithomas y Joreige han construido una muestra que pretende, entre otras cosas, dar “una visión diferente de los tópicos y estereotipos del mundo árabe” a través de la imagen de un Beirut “destruido” por la guerra civil.

Así lo ha explicado el director del Instituto Valenciano de Arte Moderno (IVAM), José Miguel G. Cortés en una rueda de prensa, en la que ha destacado que los artistas “utilizan la poesía y el arte para crear puentes entre los dos lados del Mediterráneo, que muchas veces son grandes desconocidos” y hablan sobre “lo que no está, lo que ha desaparecido y lo que está latente”.

En este sentido, además de la identidad, tienen gran importancia los más de 17.000 desaparecidos tras el conflicto bélico en el Líbano, un “problema que está ahí” puesto que “jamás se encontraron”, ha destacado Cortés.

“Hadjithomas y Joreige nunca han olvidado el carácter poético de su obra, y, aunque representan un mundo caótico, devastado y arrasado por la violencia y la guerra, la poesía siempre aparece en su obra”, ha subrayado el director del IVAM.

La ciudad de Beirut es una de las protagonistas de “Se souvenir de la lumière”, en obras como “El círculo de confusión”, un collage compuesto por miles de pequeñas piezas adhesivas que representan la capital libanesa y que el visitante puede despegar y llevarse a casa, revelando un espejo que pretende “desvelar la existencia del espectador”, según Joreige, y demostrar que la Beirut de la posguerra “no existe”.

“Pretendemos investigar sobre la imagen de Beirut, que ha sufrido una catástrofe con la guerra civil. Nos preguntamos cómo representar la ciudad, no solo sus ruinas, sino su imagen transformada”, ha explicado Hadjithomas.

La guerra está presente también en la obra “Wonder Beirut”, que recopila una serie de postales de los años 60 “que muestran una imagen idílica de la ciudad” y que actúan como un llamamiento a los visitantes a que “se las lleven y las envíen” para visibilizar el conflicto, así como en “Faces”, una serie de fotografías de los “mártires” de diferentes religiones y partidos muertos en la guerra.

Los artistas libaneses también ahondan sobre “el corpus del engaño” en “Rumour of the world”, una videoinstalación en la que diferentes personas leen correos electrónicos que buscan engañar y conseguir dinero.

Los objetos artísticos, por su parte, son los protagonistas en “Khiam”, un proyecto que se centra en las vidas de los detenidos en el campo de prisioneros de alta seguridad de Khiam a través de los objetos que crearon “en total clandestinidad” y de entrevistas en vídeo en las que se trata la forma en la que el arte es a veces “la única manera de trascender la realidad”.

Además, el concepto de memoria es el centro de “Libanese Rocket Society”, una instalación dedicada al “totalmente olvidado” proyecto espacial libanés que culminó con la construcción de 10 cohetes.

La exposición termina en una sala dedicada a tres obras en vídeo, que reflexionan sobre la transcendencia y “la idea de la poesía” a través de un poema de Kavafis, un “imaginario sin imágenes” de Esmirna y un proyecto dedicado a los “seres que viven en la oscuridad pero recuerdan y siguen reflejando la luz”, como oda a la “transcendencia o permanencia de la memoria”.