Hortalizas riojanas reproducen creaciones de Balenciaga, Chanel y Saab

Alubias, cebollas, berenjenas, tomates, pimientos y guisantes forman parte de los tejidos de los 26 vestidos y trajes confeccionados artesanalmente con hortalizas riojanas de Calahorra, inspirados en creaciones de diseñadores como Cristóbal Balenciaga, Coco Chanel, Alexander McQueen y Elie Saab.

La muestra “Verduras de moda”, que se expone hasta el 24 de septiembre en el centro Fundación Caja Rioja-Bankia de Logroño, reúne una selección de las 18 propuestas que cada año se exhiben en la pasarela que se organiza durante las “Jornadas de la verdura”.

Esta iniciativa ya ha cumplido cinco ediciones gracias al trabajo y creatividad de los alumnos de segundo curso del grado de moda de la Escuela Superior de Diseño de La Rioja (ESDIR).

Algunos de estos trajes se exhiben habitualmente en el Museo de la Verdura de Calahorra y, por primera vez, se pueden contemplar en una sala de exposiciones como verdaderas obras de arte, por la minuciosidad de sus composiciones y la vistosidad de su colorido.

A la inauguración de la muestra han asistido, entre otros, el presidente del Gobierno de La Rioja, José Ignacio Ceniceros, y los alcaldes de Logroño, Concepción Gamarra, y de Calahorra, Luis Martínez-Portillo, a quienes ha guiado en la visita la profesora que coordina el proyecto, Cristina García Sigüenza.

Detrás de cada diseño hay decenas de horas de minucioso trabajo, manual y artesanal en su gran parte, ya que la pasarela comienza a definirse en el mes de noviembre, cuando esta profesora del Grado de Moda propone a sus alumnos un diseñador “de los grandes” y comienzan a elegir sus creaciones más impactantes.

Desde 2012, con esta iniciativa, los estudiantes de la ESDIR han rendido homenaje a Madeleine Vionnet, Elie Saab, Coco Chanel, Cristóbal Balenciaga y, en la edición de este año, a Alexander McQueen, cuyos diseños “transgresores” permitió adaptar estilismos muy coloristas gracias a las hortalizas calagurritanas.

García Sigüenza ha detallado que los alumnos, quienes han llegado a quedarse cosiendo alguna vez hasta las tres de la mañana para completar el trabajo, tienen que realizar un trabajo previo para deshidratar y secar las verduras.

Así, como piezas de pedrería o sutiles lentejuelas, han utilizado alubias, caparrones, granos de maíz y otras semillas, que incrustan en delicados tejidos como la gasa.

Otros de los productos de la huerta riojana empleados en estos trajes son puerros, brócoli, berenjenas, hojas de laurel, rábanos, tomates cherry y lombarda.

Las peladuras marrones de las cebollas permiten realizar flores y con hojas de diferentes verduras han podido imitar complicados bordados con texturas muy conseguidas.

En la muestra se puede admirar un impresionante traje de novia confeccionado con pieles de ajo y coliflor, además de un abrigo corto realizado con vainas de guisante, previamente ensartadas en una tira para evitar que se desprendan, y que parece elaborado con plumas verdes.

García Sigüenza ha detallado que, a lo largo de las ediciones, han logrado depurar la técnica para conseguir que la materia prima no se rompa porque tiene que tener un proceso previo de secado, ya que el producto fresco es muy perecedero.

Por ejemplo, para conseguir la piel exterior de los ajos pero que salga entera, una alumna tuvo que hervir y después pelar cientos de cabezas, con los que posteriormente elaboró una delicada confección.

Cuando ya tienen claro el diseñador y los vestidos que van a imitar, la coordinadora del proyecto realiza pequeños diseños a escala para que los alumnos comprueben cómo van ensartados los patrones y, después, se toman medidas muy precisas a las modelos porque los trajes pesan mucho y deben ir muy ajustados.

Además de los vestidos, en la exposición se puede ver un vídeo con los desfiles, fotografías de las pasarelas y dos collares y una pulsera realizadas por el joyero calagurritano José Ángel Domínguez.

Rebeca Palacios