Instalan en San Sebastián la réplica de una cápsula de Nagakin Tower

La Bienal de Arquitectura de Euskadi Mugak ha inaugurado este martes en el Paseo de La Concha una réplica de una de las cápsulas, de 10 metros cuadrados de superficie, que componen la Nagakin Tower de Tokio, el edificio símbolo de la arquitectura metabolista japonesa construido en 1972 por Kisho Kurokawa.

El edificio, que se encuentra en un estado de conservación deficiente en el barrio de Ginza aunque todavía está habitado, consta de una estructura central a la que se iban incorporando 140 habitáculos en forma de cubo según las necesidades de habitabilidad del inmueble.

Una reproducción con materiales originales de estas “viviendas mínimas” de cuatro metros de largo y dos de ancho ha sido reproducida en un taller de Beasain (Gipuzkoa) para ser expuesta junto al Club Náutico de San Sebastián, donde permanecerá hasta el próximo 12 de diciembre, dentro de la programación de la segunda edición de la Bienal de Arquitectura Mugak.

Organizada por la asociación Atari, con el apoyo del Gobierno Vasco, la Diputación de Gipuzkoa y la embajada de Japón, la instalación acogerá desde la próxima semana visitas guiadas en las que se podrá apreciar el interior del habitáculo que contiene una pequeña habitación con una cama, un aseo -concebido como el de un avión-, un lateral de almacenamiento, un pequeño fregadero, una nevera y un escritorio.

El presidente de la Asociación Atari, Javier Bueno, ha explicado que el objetivo de instalación es suscitar temas de interés actual como la “prevalencia” o la “idoneidad” de la vivienda mínima así como la viabilidad de “arquitectura móvil y transportable”.

También plantea la conservación de la arquitectura moderna, ha señalado Bueno, quien ha recordado que la torre Nakagin “se encuentra en estado deficiente, porque fue construido con materiales como el amianto” lo que dificulta su conservación y en la actualidad se ha abierto el debate sobre su posible demolición.

Kurokawa ideó el inmueble como viviendas para trabajadores que vivían solos y no pasaban mucho tiempo en casa por lo que se planteó como “el espacio mínimo para la vida de esas personas” mientras la torre ofrecía “espacios comunes” para dar respuesta a servicios como la lavandería o el comedor.

El arquitecto nipón es considerado un pionero de la cápsula habitable, aunque existen ejemplos anteriores como la “Casa de los solteros” de1936 de Florencio Mocroa, situada en el paseo de la Zurriola de San Sebastián, con viviendas de 25 metros cuadrados.

Atari considera que el planteamiento de la vivienda mínima es “erróneo en general”, pero “dependiendo del contexto” pueden aportar una solución para situaciones específicas siempre que esté orientado de forma correcta, ha señalado Bueno.