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Jardiel Poncela se reencuentra con Madrid gracias al Instituto Cervantes

Jardiel Poncela se reencuentra con Madrid gracias al Instituto Cervantes

EFE

Madrid —

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El autor de textos como “Eloisa está debajo del almendro”, guionista de la FOX en Hollywood, cineasta, periodista o poeta, Enrique Jardiel Poncela, se “reencuentra” con su ciudad natal, Madrid, de la mano del Instituto Cervantes en la muestra “La risa inteligente”.

Desde hoy la sede madrileña del Instituto Cervantes abre sus puertas a esta retrospectiva, organizada junto al Ayuntamiento de Zaragoza y con el patrocinio de la Fundación Repsol, que pretende reivindicar la figura de este autor que, en palabras del director del Cervantes, José Manuel Bonet, es el que “más está en la memoria de los españoles”.

“Estoy muy satisfecho de que seamos el reencuentro de Jardiel Poncela con Madrid. Esta exposición consigue mostrar su talento, le hace justicia. Su humor era disparatado, era un vanguardista, un conocedor de las vanguardias que las supo aprovechar desde el lado cómico. Fue uno de los españoles más modernos de su época, precursor del teatro del absurdo”, ha matizado.

A través de 150 piezas, “La risa inteligente” mete de lleno al visitante en la azarosa vida de este autor (1901-1952) que en 1033 viajó a Nueva York para ser guionista en los estudios de la FOX. Una etapa que, como ha destacado Enrique Gallud Jardiel, nieto del autor, influyó en su manera de trabajar.

“Llegó allí para hacer adaptaciones de guiones del inglés al español, pero el lo que hizo fue reinterpretarlos. Pese a que no le gustó (se volvió en 1935) su obra posterior está influenciada por esos años”, ha recordado.

Y precisamente su parte cinematográfica es uno de los pilares de esta muestra, una zona en la que se incluye la primera película en verso, “Angelina, o el honor de un brigadier”, los “Celuloides rancios”, que realizó en París superponiendo diálogos cómicos a películas mudas; o los bocetos de un nuevo modelo de teatro que el propio Jardiel diseñó.

Nacido en la madrileña calle Augusto Figueroa, Jardiel Poncela, según ha criticado su nieto, fue un autor que murió en la “más absoluta miseria” tras sufrir “persecuciones” por ser una persona “mal vista: ”Era un rojo para el gobierno de Franco y para la iglesia, pero se le vinculó con el franquismo y por eso se le relegó“.

Además, según ha expresado, sus obras -cargadas de personajes- se han convertido en piezas teatrales que en “época de crisis” no son muy representadas, pese a que en los institutos españoles sí que sea muy habitual subir a escena sus textos.

La muestra aborda también al Jardiel Poncela como persona con documentos sobre sus orígenes familiares, sus vínculos con Aragón, formación cultural, inicios como escritor, vida familiar y sentimental, viajes a Estados Unidos, rutina creativa o la Guerra Civil, hasta el relato de su enfermedad y miseria.

Pero también cuenta con otras piezas como la proyección en un vídeo con las 200 páginas del guión de “Angelina, o el honor de un brigadier” corregidas por la censura; así como el dibujo original del “Todas las comedias del mundo”, un auténtico “totum revolutum” de todas sus obras teatrales, en palabras de Bonet.

El continuador de la “vanguardia castiza” que abrió Ramón Gómez de la Serna, según ha añadido el director del Cervantes, también fue un gran amante de los cafés, donde tenía la costumbre de trabajar. Y para muestra de esta afición, en la exposición relatan que el escritor gastó 73,90 pesetas en consumiciones para escribir “Una letra protestada y dos letras a la vista”.

“El número aproximado de las consumiciones hechas hasta rematar el libro, contando con que el autor al trabajar solo toma café, alcanza unos 112 cafés, que al precio medios de 55 céntimos, eleva la suma de gastos desembolsada a 61 pesetas con 60 céntimos. Agregando el 20% de propinaje, resulta un total de pesetas de 73,90, lo que prueba que la literatura no es un deporte caro”, destacan.

Con manuscritos originales, primeras ediciones, revistas, cortometrajes, películas, dibujos y cartas, así como sus iniciativas como empresario, director e inventor, la muestra reproduce también tiras cómicas, carteles y documentación de sus actividades artísticas y literarias. Todo un trabajo que han llevado a cabo los comisarios Sergio Muro y Eva Lapuente.

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