Joan Fontcuberta: “El problema de la verdad ha sido crucial en mi trabajo”

El fotógrafo Joan Fontcuberta reflexiona en una entrevista con Efe sobre la posfotografía, un neologismo que considera explica bastante bien lo que está ocurriendo en el mundo de la imagen, un mundo al que se dedica desde hace cuatro décadas en las que señala que el problema de la verdad ha sido crucial en todo en su trabajo.

Joan Fontcuberta (Barcelona,1955) ha desarrollado la mayor parte de su trayectoria como fotógrafo, fue Premio Nacional de esta disciplina en 1996, aunque estudió Ciencias de la Información y asegura que no existe ninguna contradicción en esto sino todo lo contrario. En 2011, además, fue Premio Nacional de Ensayo.

“El periodista es el profesional que intenta transmitir, traducir unos hechos en una explicación lo más objetiva posible y toda mi trayectoria como fotógrafo es analizar hasta qué punto eso es posible”, explica en una entrevista con Efe antes de participar en un taller residencia en la Ribeira Sacra con 12 jóvenes artistas.

Fontcuberta se plantea hasta qué punto la imagen “no traiciona esa traducción de los hechos y es capaz de suministrar al espectador unos datos que sean fiables”.

Asegura que “el problema que más me ha preocupado y que ha sido crucial” en todo su trabajo es “el de la verdad”.

“Nosotros necesitamos la información para tomar decisiones y actuar”, pero Fontcuberta se pregunta también hasta qué punto podemos confiar en la información que nos llega.

“¿Hasta qué punto no hemos de sospechar que esa información obedece a unos intereses determinados, o ha sido tergiversada, o ha sido deformada por los sistemas que canalizan esa información?”, se cuestiona el fotógrafo.

Todo ese tipo de interrogantes le han llevado a pensar que en el fondo “la duda es el instrumento indispensable, primigenio para racionalizar una respuesta a ese problema”.

La duda, añade, es la manera de llegar a comprender “cómo confiar en la información, en qué basar nuestra credibilidad, de qué manera podemos dar certezas a los datos con los que operamos”.

A Fontcuberta todas estas cuestiones le parecen fundamentales.

“No solo cuando yo empecé, en los años 70, justo después del franquismo, en el que la propaganda, la censura, la falta de información y de libertad, hacían absolutamente primordial e importante este tipo de debate”, asegura

Añade que estos planteamientos son muy necesarios ahora “cuando volvemos a una situación de posverdad, de manipulación generalizada”.

De posverdad, Fontcuberta pasa a hablar de posfotografía, y matiza que nada tienen en común una con la otra a no ser el prefijo “pos”.

Aunque reconoce que quizás la palabra no “es un término muy adecuado, muy preciso, a la espera de que encontremos otro término más competente” es el que más se aproxima a lo que él entiende que está ocurriendo actualmente.

“En un momento en que prevalecen las economías virtuales, la globalización, ese sentido de la urgencia, de la inmediatez tiene que ver algún tipo de imagen que de respuesta a ese nuevo estado de cosas”, explica.

Y para él eso es la posfotografía: la fotografía que sale de los teléfonos móviles, de las redes sociales, de internet o de los sistemas de vigilancia, entre otros muchos: “la fotografía que se agazapa, que se esconde en una fotografía”.

Este fin de semana Fontcuberta ha visitado la Ribeira Sacra por primera vez. Lo ha hecho para impartir un taller de fotografía en una residencia artística con 12 alumnos seleccionados.

La iniciativa, impulsada por la Corporación Hijos de Rivera y la Galería Vilaseco, está planteada casi como un “psicodrama” asegura el artista, en una entrevista con Efe.

Después de tantos años impartiendo este tipo de talleres, Fontcuberta reconoce que lo que le sigue atrayendo de estas residencias es su propia curiosidad, “el hecho de que voy a aprender”, afirma.

Para el artista lo interesante, “lo bonito” de estas iniciativas es compartir experiencias, perspectivas y puntos de vista con desconocidos.

Aunque es consciente de que él aporta su bagaje, su propia experiencia y sus conocimientos, “en el fondo lo que me atrae son las sorpresas que me va a deparar el encuentro con una serie de personas que desconozco y que seguramente va a enriquecer el acervo con el que yo participo”.

En la entrevista con Efe, antes de comenzar la residencia, Fontcuberta se muestra seguro y convencido de que para él “va a ser un descubrimiento”, a la vez que explica que no le interesa tanto la fotografía de la naturaleza “como la naturaleza de la fotografía”.

La realidad de la Ribeira Sacra para Fontcuberta supone una oportunidad para analizar qué es la fotografía, cuál es su representación “y de qué manera podemos aprehenderla visualmente”.

El foco de interés para este artista es descubrir cómo ha sido representada la Ribeira Sacra a lo largo de la historia, “y cuáles son los clichés, los tópicos que podemos encontrar en internet, google, wikipedia y que nos refieren esa Ribeira Sacra”.

A partir de esas fuentes se obtienen unas imágenes que pueden ser analizadas críticamente “y contrapuestas a unas alternativas que es lo que lo que conforma el objeto del taller”.

Victoria Castro