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K-Pop World Festival: una mañana cantando en coreano

Un momento del K-Pop World Festival del año pasado

David Sarabia

El Centro Cultural Coreano de Madrid, en colaboración con el Ministerio de Turismo, Cultura y Deporte del país asiático, celebró el pasado fin de semana la quinta semifinal del concurso mundial de K-Pop en España. La final del festival, que desde 2011 tiene lugar cada año en la localidad surcoreana de Changwon, reúne a jóvenes de todas las nacionalidades apasionados por la danza y el canto del país asiático. Obvia decir que las canciones a interpretar son en coreano y que la mayoría (por no decir todas) proceden de series y melodramas de ese mismo país.

Cualquiera que el pasado sábado bajara o subiera la calle Gran Vía de Madrid a eso de las 12 de la mañana podía advertir una gran fila de gente dando la vuelta al Teatro Compac. Hasta ahí, nada raro. Lo inusual llegaba al inmiscuirse entre la cola y comprobar que la mayoría de los allí presentes eran chicas, menores, algunas de ellas acompañadas por sus progenitores. Algunas iban caracterizadas con pelucas de colores, diademas, calentapiernas y camisetas de sus grupos favoritos. Al fijar la vista en los nombres (BTS, Infinite, EXO…), se llegaba a la conclusión de que aquello no era ni una película ni una representación teatral. Era un concurso de música coreana: K-Pop para los no iniciados.

“Mi hija se metió en esto por el baile. Es autodidacta y lleva dos años aprendiendo coreano. Ahora tiene 17”, confesaba una madre a eldiario.es antes de comenzar la semifinal. Era fácil imaginar este testimonio en boca de otros padres al repasar con la vista el aforo del teatro. Por cada adulto, tres adolescentes. Y por cada uno de ellos, la organización repartió dos barritas que emitían luz azul o roja, perfecta para amenizar la velada. Después comenzó el festival, previamente dividido en dos categorías: canto y baile.

Casi una forma de vida

“Me encanta la cultura y la música coreana desde hace ya muchos años. También me gusta cantar en japonés”, decía Mireia Garolera (19 años) momentos antes de subirse al escenario del Teatro Compac. Además de ella, otros cuatro participantes más se disputarían el pase a la ronda online, previa a la gran final de Changwon del 18 de octubre. En Corea, además de los videojuegos, hay otra pasión nacional; que no es otra que ver cómo los extranjeros cantan y bailan de memoria las coreografías de las series de televisión de más éxito del país.

Parece todo muy extraño, pero no lo es tanto. Los encargados de dar el visto bueno o malo a los participantes fueron un grupo de bboys coreanos, los Moose Head (Cabeza de reno). “En realidad, nosotros somos los representantes más importantes de street art de Corea”, decía Sang Hyun Lee, cuyo nombre artístico es Dandy. Los cinco chicos suelen trabajar por separado, aunque a veces se junten bajo el nombre del animal para eventos como este. En su país son toda una institución, con una legión de fans que los sigue allá donde va. Aquí, a casi 10.000 kilómetros de distancia, los Moose Head también levantan pasiones. “Los amo, son los mejores bboys del mundo. Ojalá algún día pueda conocerlos”, decía Sandra, una agitada fan que no paraba de vitorear a los chicos cuando salieron al escenario a dar muestras de su talento.

La segunda categoría del concurso era la de baile. También fueron cinco los grupos que se clasificaron para la semifinal vía internet. Zaida (21 años) y Soraya (21) eran rivales. Cada una con su correspondiente formación, no dudaron en hablar con eldiario.es sobre el K-Pop World Festival. Zaida, del grupo Kkummyeon (que resultó ganador, a la postre) aseguraba que: “Vimos que el concurso se celebraba en un fecha que nos venía bien a todos y grabamos el vídeo. Al día siguiente lo subimos a Youtube. Lo hicimos todo en una semana, con la fortuna de que pasamos”. Korean Complex es el grupo de Soraya. De una forma similar a Zaida y los suyos, se inscribieron en el concurso para probar fortuna: “Nos encanta la música coreana. Siempre vamos a todos los festivales que podemos y que nos pillan cerca. Este fue como 'por probar' y nos cogieron. Así que sin dudarlo nos vinimos a Madrid”.

Como apunte, una vez finalizadas las semifinales y antes de la entrega de premios, una firma de cosméticos coreana subió al escenario del teatro para mostrar las bondades de sus productos. El target era el ideal: niñas en su mayoría, preadolescentes y adolescentes que, con lo propio de la edad, comienzan a coquetear con los productos de belleza y maquillaje. La charla, que duró unos 15 minutos y estuvo apoyada por un vídeo, fue en inglés. Al menos el efecto quedó, en parte, supeditado a los y las asistentes que manejasen el habla anglosajona.

Un fenómeno mundial

El año pasado más de 120.000 participantes de 61 países diferentes intentaron llegar a la gran final de Changwon. Todo apunta a que este año serán más. La mayoría de ellos no superan los 25 años y todos comparten una acérrima afición por Corea y lo coreano. A pesar de todo, no hay que confundirse, porque el K-Pop no tiene nada que ver con el J-Pop. “K-Pop se refiere exclusivamente a la canción popular coreana”, argumentaba Sang Hyu Lee. Aunque la mayoría de los que luego bailarán o cantarán K-Pop empiezan por el anime japonés, el género tiende a cristalizar sobre las series de televisión coreanas de más prestigio.

“A veces el K-Pop y el J-Pop están relacionados, porque cuando uno se mete a investigar el mundo asiático en internet, pueden acabar por gustarle las dos cosas. La mayoría de gente empieza con el anime, luego descubre más cosas y finalmente llega al K-Pop, aunque no tienen por qué gustar a la vez”, afirmaba con rotundidad Soraya. Un movimiento empapado de fenómeno fan por los cuatro costados al que ayuda, sobre todo, ese tramo de edad 'trágica' que va de los 15 a los 20 años. “Un mundo aparte”, como decía la hastiada madre que acompañaba a su hija autodidacta.

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