Kazushi Ono abre temporada de la OBC con la “Heroica” de Beethoven en L'Auditori

El maestro japonés Kazushi Ono abre la temporada 2017-2018 de la Orquesta Sinfónica de Barcelona (OBC) este fin de semana con la “Heroica” de Beethoven, que interpretará en L'Auditori.

En los conciertos inaugurales de los días 29 y 30 de septiembre y 1 de octubre, la OBC se acompañará del virtuoso violinista Julian Rachlin para tocar el Concierto para violín y orquesta en re mayor de Chaikovski, una obra que sigue siendo uno de los máximos retos para un violinista.

Por deseo expreso de Kazushi Ono, el concierto comenzará con otra pieza de Beethoven, la obertura de “Egmont”, personaje que murió por expresar sus ideas y luchar contra la opresión, y que se ha añadido al programa.

Ono ha vinculado la elección de esta pieza a la situación política que vive Cataluña y ha aclarado: “No se trata de sí o no a la independencia, sino de la dignidad del ser humano y nosotros a través de la música, ofrecemos lo que el ser humano necesita. Los músicos tocan para que la música se escuche y las personas se sientan humanos”.

Cree el director titular de la OBC: “Las situaciones (que se viven estos días en Cataluña) no deberían pasar y por eso quiero hablar con la gente a través de 'Egmont'”.

En la presentación del concierto, Ono ha recordado que estaba en su nuevo piso en Barcelona el día del ataque terrorista del mes de agosto y aquella noche y el día después fueron “extraños y profundos”.

Ono ha confesado que vivió “otro momento triste similar” en el inicio de su carrera, cuando tenía 28 años y estaba en Zagreb: “Allí viví la guerra civil entre Croacia y Serbia y durante aquellos años no se cancelaron los conciertos y, de hecho, la gente iba más a la ópera, como si la gente se refugiara en la música cuando la dignidad de las personas está amenazada”.

Julian Rachlin ha confesado que es un “placer” trabajar con el maestro Ono, con quien ya coincidió en Suecia con la Sinfónica de Gotemburgo: “Nos sentimos muy cómodos, todo fluye sin necesidad de hablar de los detalles, porque la música, aunque abstracta, no deja de ser un lenguaje”.

Rachlin ha dicho que en sus 30 años de experiencia también ha trabajado en “condiciones difíciles” como en Serbia, en Kosovo, en Israel o en Japón durante el terremoto.

A juicio del violinista, “la música permite alejar a la gente de la tragedia y el sufrimiento durante unas horas, y aunque la música no salva vidas, sí contribuye como un bálsamo para el alma”.