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“Letras esclavas de su tiempo”: del 'Sarri, Sarri' al estreno de 'Comanchería' en un festival por Valtònyc en Bruselas

Valtonyc, Nega, Fermín Muguruza, Martin Plan B, Toni Mejías y Loren, en el festival Tingladu de Bruselas, el 26 de octubre.

Andrés Gil

Corresponsal en Bruselas —

“Si hay conflictos hay que ganar el relato [...]; canto con la convicción de que la cultura es un arma de transformación”. Son rimas de Anatomía de un asesinato, canción del último disco de Los Chikos del Maíz, Comanchería, que han estrenado este fin de semana en directo en la edición del festival El Tingladu celebrada en Bruselas en apoyo a Valtònyc. Valtònyc se marchó a Bélgica en mayo de 2018 tras ser condenado a tres años y medio por sus canciones por enaltecimiento del terrorismo, injurias a la corona y amenazas.

La batalla cultural como disputa por la hegemonía, por el sentido común de época –o de coyuntura–. Por el relato, como tanto se dice ahora; con que sea más importante la interpretación que se hace de un hecho que el propio hecho, con el cómo se comunica, cómo se traslada y cómo lo interioriza la ciudadanía.

Y en esa batalla cultural es fundamental qué se lee, qué se ve y qué se oye. Y este sábado por la noche se dibujó una línea de puntos en Bruselas, un hilo de esa batalla cultural alternativa: Fermín Muguruza, Los Chikos del Maíz –Nega, Toni Mejías y Martin Plan B–, Valtònyc y Alidé. Diferentes generaciones, diferentes idiomas, diferentes biografías, diferentes estilos, pero con algo común: la palabra.

“Es muy importante construir el relato alrededor de cada conflicto”, explica Toni Mejías, de los Chikos del Maíz. “Los grandes medios de comunicación son el enemigo, al mismo nivel del capitalismo internacional más abyecto. Son los que están ejerciendo una presión brutal y desmedida sobre la ciudadanía, porque condicionan el famoso relato”, tercia Ricardo Romero, Nega: “No se concibe la entrada de Vox sin el papel fundamental de los medios de comunicación. Por eso digo que son el enemigo al nivel de la banca, de la industria militar, de las eléctricas y ese tipo de conglomerados”.

Toni Mejías señala otro aspecto: “Los grandes medios de comunicación que deben un dinero importante a los bancos, como los partidos políticos, ¿ante quién van a responder? ¿A quién van a entrevistar? ¿Al desahuciado? ¿Al que quiere poner un impuesto a la banca o al que quiera abrirle las puertas con una alfombra roja? Es tan obvio. Pero como al final no es tan obvio, hay que intentar ganar el relato por los medios que tenemos”.

¿Un ejemplo? La exhumación del dictador Francisco Franco. “Ahora mismo hay un relativismo brutal del mismo hecho”, explica Nega: “Mira lo de Franco, ha sido una vergüenza para parte de la izquierda, y ha sido una vergüenza para parte de la derecha. Al final ya hay mil versiones de todo. Pero la verdad tiene un camino”.

A pesar de ello, relativizan su capacidad de intervención. “No nos engañemos. Somos un grupo de música. No estamos aquí para transformar la sociedad, ni para pedir el voto para nadie, estamos aquí para entretener”, afirma Nega, “y si de paso hay peña que puede preocuparse por ciertas cuestiones a través de nuestras letras, pues bienvenido sea. El que quiera cambiar el mundo, que no venga a escuchar Los Chikos del Maíz, que se apunte a un sindicato, a un colectivo, a una asamblea de barrio, hay mil espacios que están diseñados para intentar transformar la sociedad. Hay mil sitios en los que puedes militar, no milites en los Chikos del Maíz”.

“No nos cargues la responsabilidad”, añade Mejías, y apostilla Nega: “Yo no quiero cargarme el peso de la historia a mis espaldas. En esto también tienen parte de culpa muchos grupos de los llamados comprometidos, que piensan que con tener un grupo comprometido ya militan o ya están transformando el mundo. Tener un grupo es una cosa, puede ser un trabajo, puede ser un hobby, pueden ser mil cosas, pero eso no es militar. Militar es comerse asambleas, comerse marrones y comerse todo lo que implica nadar contracorriente en una sociedad capitalista que te dice que pases absolutamente de todo y veas al vecino como un competidor”.

Música, conciertos, canciones, medios de comunicación, y redes sociales. Las redes sociales inagotables, de las que hablan en la canción Valerie Soalanas. “Son un verdadero infierno”, afirma Nega: “Es una relación de amor-odio, porque las tienes que tener por obligación, por el curro, y eso jodido. Para anunciar un concierto, para lanzar un clip, un disco. A nosotros no nos va a hacer la campaña ni Sony ni Universal. La lanzas tú por redes, y el reverso tenebroso es aguantar ahí a toda la peña que viene a canalizar sus frustraciones, a aguantar trolls, aguantar que hablen de ti, esos niveles de sobreexposición que yo creo que no son saludables para nadie”.

“Las redes salen en nuestras letras porque no dejan de ser un reflejo de la sociedad”, prosigue Mejías: “Y las redes sociales ahora mismo... Vas a un sitio y estás pensando en lo que vas a subir más que en disfrutar de un lugar. No vivimos ajenos a las realidades. Las letras son esclavas de su tiempo”.

“Letras esclavas de su tiempo”: del 'Sarri, Sarri' de Kortatu en voz de Fermín Muguruza al estreno de 'Comanchería'. “Fermín es el ejemplo a seguir”, reconoce Mejías. Un Muguruza que en su actuación llevó al público a lo más alto con dos canciones históricas de Kortatu, Sarri, Sarri y La Línea del Frente. Y que tuvo un recuerdo para su hermano Iñigo, recientemente fallecido, a quien dedicó otra canción de la banda que compartió con él, Kortatu: Desmond Tutú.

Muguruza lleva más de tres décadas fundando bandas, reinventando sonidos y formatos –documentales, cómics, teatro, cine–, y este sábado viajó hasta Bruselas para cantar y apoyar a Valtònyc, pedir la libertad de los líderes políticos presos y solidarizarse con las protestas independentistas en las calles de Catalunya. Y lo hizo desde los recuerdos del primer disco con Kortatu hasta el último en solitario, con Black is Beltza, pasando por Negu Gorriak y Dub Manifest.

¿Hasta cuándo habrá Chikos del Maíz? ¿Se ven en el escenario dentro de 10-15 años? “Si pudiera dejarlo con este disco, lo dejaba”, dice Nega: “Un grupo de por sí desgasta por la sobreexposición mediática, por la carretera. No es un trabajo que puedo decir: 'puedo estar aquí toda la vida'. Pero es que, además, un grupo de letras comprometidas que está en todos los jaleos de la izquierda, desgasta el triple. Porque estás metido en los follones, de movimientos sociales, de la izquierda... tiene un plus más de desgaste. La verdad que cada vez me cuesta más verme dentro de unos años con este rollo. Yo creo que lo ideal sería igual un disco más y luego retirarse para siempre y hacer como ha hecho La Polla Records”.

“Yo, música y letras, me veo haciendo siempre”, apostilla Mejías, “lo que sí que dicen muchos grupos es hacer cosas con otros formatos, canciones sueltas... Entre lo que inviertes en dinero, en tiempo, en desgaste, un disco ya no tiene sentido... Si lo piensas en frío, y empiezas a calcular lo que ha costado el estudio, todos los días que te has tirado y lo que te va a reportar... A la larga te compensa más sacar temas sueltos”.

“El disco está funcionando muy bien para ser un disco a la antigua”, apunta Nega, “seguiremos haciendo otras cosas, pero no como ahora, el formato de disco, gira... Yo tengo mil proyectos, tengo mil historias, ideas, pero ya el rollo este del Nega de Los Chikos del Maíz... Ya tengo una edad. Tenemos una gira que está funcionando, que se están vendiendo entradas. ¿Qué me estás contando cuándo me voy a retirar, cuando me queda toda la gira por delante?”

Los Chikos del Maíz dan por terminada la experiencia de Riot Propaganda, con Habeas Corpus. “Riot como proyecto tuvo su etapa, fue muy bonita, pero ya acabó, no tenemos ya una edad para pegar saltos durante hora y media (risas). Si acaso, sacarnos un taburete, una copa (más risas)”. Y añade Nega: “Estaría más enfocada al jazz, al soul”.

Lo que sí avanza Mejías, es que “está sobre la mesa hacer algún concierto después de esta gira con instrumentos”.

De momento, lo que sí tiene Comanchería es un paso mestizo, con bases diversas y muchas colaboraciones: Kase.O, Ana Tijoux, Machete en boca, Laura, SFDK, Mistah Godeh&Eric Hervé, Monty y La M.O.D.A.

“La base de El extraño viaje, la canción con Ana, está hecha allí”, explica Nega: “estuve en Perú y Bolivia un mes y la base sabe a los Andes, y tenía que ser alguien de allí. Una cosa que nos planteamos en este disco era hacer primero las colabos, porque siempre lo que es lo que más cuesta, lo más difícil de coordinar. Nos pasó con discos anteriores, que colabos por dejarlas para al final se quedaron fuera”.

“Por ejemplo”, explica Mejías, “Kase.O se involucró muchísimo en la canción; David (La M.O.D.A.) también... Más o menos todas las colaboraciones, aunque, por ejemplo, a Zatu (SFDK) sí que la pasamos al tema más hecho porque le pilló en plena gira y era mucho más difícil. Pero cogió lo hecho, cogió el rap, el rock your body, body, y el estribillo. También hizo que gran parte del tema sea suyo, ha quedado muy equilibrado”.

¿Cómo es Comanchería? “Nos hemos atrevido en el plano musical”, explica Nega, “sobre todo porque en el mensaje y el contenido de las letras es el mensaje de siempre. Pero en la música hemos arriesgado, hemos hecho cosas que no nos habríamos atrevido a hacer hace unos años. Mi yo de 25 años apedrearía a mi yo de ahora por hacer bases con salsa, estribillos cantaditos, le gritaría vendido, le tiraría piedras... Y suponemos que es un poco la edad y tantos años haciendo lo mismo, te apetece un poco probar sobre todo con la música, porque a estas alturas no vamos a cambiar el discurso. No vamos a hablar ahora de margaritas y de lo divino. Pero en el aspecto musical del grupo hemos arriesgado bastante, hay sampleo de salsa, bases latina, más country”.

“Es todo más cuidado”, confirma Mejías, “en otros discos también nos daba la sensación, incluso recién terminado el disco, que había canciones que eran descartes. Y en este hemos descartado instrumentales, letras, hemos intentado estar contentos desde el segundo cero y hasta el último, y hemos cuidado más la estética, el sonido, un poco más profesional y probar con otros estilos o sampleos que antes no nos hubiéramos arriesgado”.

“No nos habríamos atrevido por una cuestión de principios”, prosigue Nega, “la parte instrumental del disco que está más presente, es mitad y mitad. Una mitad es hip-hop clásico noventero, que nos mola, con el que nos hemos criado. Pero sí que hay otra mitad de los temas del disco, como el de La M.O.D.A, que es muy hippy, Manu Chao; el salsero, el de Monty, puro country. El discurso es un poco el discurso nuestro de siempre, pero es un disco mucho más trabajado y mucho más profesional, en todos los sentidos. También se nos pasó por la cabeza lo de, 'tenemos la oportunidad, tenemos dinero, vamos a grabar a Londres o vamos'... Una gilipollez de estas, que en realidad es una gilipollez de cara a la galería, porque vas a trabajar con un tipo que no te conoce, que no sabe cómo curras que va a ser todo supertenso y dijimos: Mira, vamos a donde siempre, con la gente de siempre. Pero, vamos, estuvimos a punto de irnos a grabar a Brooklyn, la meca del hip hop o Londres”.

“El hilo rojo de la historia”. Nega: “Es esa memoria colectiva, esas historias que no se han contado nunca en la versión oficial, porque en este país tuvimos la Transición que tuvimos, y que han pasado de padres a hijos de forma casi clandestina, porque había mucho miedo a hablar de lo que había pasado en este país. Y creo que ahí esta nueva generación, mi generación, que ha sido la primera en cuestionar el relato de la Transición.

“Al final todas las luchas vienen de algún lado”, añade Mejías, “y todas son herederas de alguna lucha. El mismo 15M viene de las movilizaciones contra Bolonia o de las movilizaciones por la vivienda. Al final ninguna lucha es inútil, porque toda deja un poso y un hilo. Del 15M también vienen las opciones de partido para el Gobierno, y el 8M también ha subido tras el 15M, y de lo que se ha avanzado hay mucho que no se va a perder. La violencia machista no se va a volver a cuestionar salvo por Vox o la extrema derecha”.

“Hay victorias que se quedan un poco para siempre”, añade Nega, “son las grandes victorias. Pero, creo que lo dijo Simone de Beauvoir, que no hay que dar nada por sentado. Porque lo que puede parecer ahora asentado, y lo hemos visto con los derechos, con la jubilación, cosas que están ya super asentadas... Hay que leer el libro de Selina Todd sobre la historia de la clase obrera británica, y cuando terminas el libro no te crees que en los años 60 en Inglaterra, la vivienda, la educación, el transporte, la seguridad social fuera algo incuestionable. Y en 20 o 30 años estamos otra vez desnudos”.

En No Pasarán una rima recuerda a Violet Gibson., quien intentó el asesinato de Mussolini en 1926. “No lo hacemos tampoco ni por traerte la verdad, ni educarte, ni por ser pedantes, es un recurso que llevamos tiempo utilizando, meter libros, personajes, películas y la verdad es que mucha gente nos dice que gracias a esto ha indagado y descubierto. Es verdad que siempre corres el riesgo de parecer pedante”, explica Mejías.

“Forma parte de nuestra identidad, la peli, el escritor, el personaje como pueda ser Violet, grandérrima”, prosigue Nega, quien considera que “es casi un arte, meter una buena intro y que quede bien y que encaje...”.

Es un esquema clásico en las canciones de Los Chikos del Maíz: intro de película, rapeo, canción y cierre con otro diálogo de película. “Me gusta mucho cómo queda la de Gente con clase, que es del principio de Adiós, pequeña, adiós. Que quede bien con la música, y que justo cuando termina el diálogo entre la música, creo que es algo que se ha perdido y nosotros intentamos mantener de forma romántica, como puede ser sacar un vinilo o sacar un disco entero”. Y añade Mejías: “A veces pelis y escuchas un diálogo y te lo guardas. Lo primero que va es el instrumental porque a la hora de rapear te adaptas a ello, a la velocidad, la melodía... A veces empiezas a escribir una letra, te va saliendo sobre algo y ahí ya coges la idea”.

“Siempre primero la base”, prosigue Nega, “que es lo que te marca el tempo, la entonación y luego ya cuando está toda, pues decimos: en esta de Anatomía de un asesinato molaría una intro chula, y como es muy política, muy social, había que meter algo muy mítico: el diálogo de Novecento. Y la de Gente con clase, donde hablamos de la clase obrera actual, creo que en el inicio de esa peli Ben Affleck, sin saberlo, está haciendo una descripción de lo que es el orgullo de clase y la clase trabajadora cuando dice que las cosas que no eliges, como el sitio en el que nace tu familia, son lo que te va a condicionar el resto de tu vida. Esto es puro marxismo”.

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