Lucchesi y Piñeiro, dos caras del indie argentino en San Sebastián

Las dos son producciones autónomas, rodadas con bajo presupuesto y compiten en la sección Horizontes Latinos, pero están en las antípodas temáticas y estilísticas. La apuesta de Lucchesi (Córdoba, 1980) por la sencillez fue muy bien acogida por el público donostiarra. La película cuenta, en poco más de 70 minutos, la historia de Lila (Paula Hertzog), una preadolescente que busca a su padre con el apoyo logístico y emocional de su profesora de Ciencias Naturales (Paula Barrientos).

“La idea surgió a partir de una imagen de una mujer y una niña sentadas solas en medio de la montaña de la provincia de Córdoba”, explicó a Efe el director argentino, que con su ópera prima ya ha conquistado al jurado del Festival de Cine de Guadalajara y también se llevó premio en la Berlinale.

Gonzalo Salaya, coguionista de esta “road movie” sentimental, precisó que el mayor riesgo en la escritura era cargar mucho las tintas en las emociones, por lo que recurrieron al humor que el público del recinto del Kursaal agradeció con entusiasmo. Según Lucchesi, que Ciencias Naturales vaya a llegar a los cines -se estrena en noviembre en Argentina, Francia y España, entre otros- es casi un milagro.

Cansado de esperar a que se completara la financiación para su película Pampero, que empezará a rodar en febrero próximo con Julio Chávez como protagonista, se lanzó a filmar a las montañas cordobesas, en pleno invierno polar y sin apenas presupuesto, aunque en el último momento entró un coproductor francés. “Fui un kamikaze, todos me decían que estaba loco”, admite. “Teníamos temperaturas de hasta 20 grados bajo cero, Paula Barrientos estaba embarazada de cinco meses, había niños, y no teníamos recursos. Fue muy complejo”.

De hecho, esa es una de las razones de la escasa duración de la película. “Al principio había más líneas narrativas e incluso las filmamos, pero en montaje nos dimos cuenta que lo esencial era la búsqueda de identidad y sacamos la mitad de la película”, explica.

“En varios momentos del rodaje sentí que no tenía sentido, porque el apuro y las dificultades técnicas se estaban comiendo lo importante. No había tiempo para probar, íbamos a salvar la escena, de modo que no todo lo filmado tenía la misma potencia narrativa”, precisa.

Los ángeles del Bardo

Por otro lado, Piñeiro (Buenos Aires, 1982) presentó en competición La princesa de Francia, tercera entrega de las “shakespearianas” Rosalinda (2010) y Viola (2012), ésta última premiada en el Festival de Cine Independiente de Buenos Aires BAFICI. “La película cierra mi proyecto sobre los roles femeninos en las comedias de Shakespeare”, explicó Piñeiro en San Sebastián, donde estuvo acompañado por Julián Larquier, protagonista de la cinta.

“Tomo fragmentos de esas comedias en diálogo con los actores y, a partir de ahí, armo la ficción. Es un juego de variaciones en el que las cosas cambian y no cambian al mismo tiempo”, precisó el realizador, que actualmente reside en Nueva York. En La princesa de Francia, se cuenta la historia de un joven que regresa de México a Buenos Aires tras la muerte de su padre para retomar una pieza que estaba montando con su compañía de teatro y los enredos en torno al protagonista y un círculo de novias, amigas, amantes y examantes.

Piñeiro citó entre sus referentes la comedia clásica norteamericana de los años y a Katherine Hepburn, a la hora de explicar el ritmo acelerado de los diálogos que por momentos vuelve confusa la historia, como llegó a reconocer su propio protagonista. “La confusión no es algo negativo, es parte de esa cuestión de sentirse arrebatado”, justificó Piñeiro.

Argentina ha demostrado este año en el Festival de San Sebastián la pujanza de su cinematografía con ocho de los catorce títulos en competición en Horizontes Latinos, entre ellos también Dos disparos, de Martin Rejtman, y La tercera orilla, de Celina Murgan. Además, en la sección oficial concurre Anahí Berneri con Aire libre, y en Perlas se proyectará la sensación del año en la taquilla argentina, Relatos salvajes, de Damián Szifrón.