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Moncholi: los periodistas taurinos somos “rara avis” en las redacciones

Moncholi: los periodistas taurinos somos "rara avis" en las redacciones

EFE

Madrid —

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Ser periodista taurino significa especializarse en una sección en la que no sobran redactores, por lo que tus compañeros te ven como una “rara avis”, reconoce Miguel Ángel Moncholi, cuyo apellido va ligado desde hace muchas décadas a la información sobre el arte de Cúchares.

En una entrevista a Efe, critica que el mundo taurino no tenga mucho hueco en los medios y opina que la retransmisión de corridas de toros en las televisiones obedece a una estrategia política.

A Moncholi (Madrid, 1955) le surgió la oportunidad de informar sobre la fiesta de los toros trabajando en la radio pero después ha continuado en televisión (es el responsable de esta sección en Telemadrid) y como profesor universitario, además de haber sido pionero en crear una web (burladero.com) sobre tauromaquia en los años noventa.

PREGUNTA: ¿Los periodistas taurinos se sienten incomprendidos dentro de esta profesión?.

RESPUESTA: No, en absoluto, es una de las especialidades más antiguas dentro del periodismo. Otra cosa es que haya la dedicación, el espacio o el tiempo que se merece el tratamiento de esta información.

Pero más que considerarnos nosotros las “rara avis” de la redacción son el resto de los compañeros los que nos ven así cuando, curiosamente, somos como maestros en la redacción, hay un cierto respeto o trato de favor con los periodistas taurinos.

P: ¿El toreo es un arte?.

R: Claramente es un arte, sin discutir y respetando a los que no lo consideran así. Es una práctica que requiere improvisación, técnica, y no es igual una faena a otra en ningún caso; puede recordar o tener matices similares pero las faenas no son iguales y responden a la improvisación constante delante de la cara del toro.

Hay quien no lo considera arte pero no porque lo argumente, sino porque tiene un criterio de rechazo a la fiesta y, en consecuencia no puede aceptarlo como una derivación artística de lo que es la capacidad humana.

P: ¿Cree que las retransmisiones de toros son una cuestión política?

R: Sí que hay una repercusión de la presión política en los medios de comunicación, al menos en el caso concreto de TVE. El argumento de que es un espectáculo caro es real pero cuando, como es el caso de TVE, se le ofrece con gratuidad, no parece razonable que no se dé más retransmisiones taurinas y solo se ofrezca una.

Especialmente cuando la audiencia sigue acompañando a las retransmisiones taurinas, dando entorno a un 50 % más de lo que habitualmente tiene la cadena el mismo día o la misma hora.

P: ¿Qué le parece que José Tomás se negara a que se retransmitieran sus corridas?

R: Es un gran torero, es una lástima que no esté prácticamente en ejercicio, que hace falta, y me gustaría verle muchísimo más en las plazas con sus compañeros.

Se negó a la televisión porque tiene un concepto del márketing que consiste en que el que quiera verle que vaya a la plaza; es una manera de trabajar respetable como cualquier otra, pero el mundo de los toros es necesario en la televisión y al revés.

P: ¿La fiesta de los toros tiene ideología política?

R: Es un tópico que esté adscrita a un pensamiento ideológico de derechas. No tiene ninguna ideología y gusta desde a gente de extrema izquierda a extrema derecha. Y se convive sin ningún problema, ni hay agresividad ni nada que pudiera adjudicarse a un concepto ideológico.

P: ¿También son un tópico 'los sobres' de toreros y empresarios a los periodistas?

R: Hay que tener en cuenta que la fiesta se remonta a hace tres siglos, y las cosas hay que ponerlas en su contexto.

En el siglo XXI suena a barbaridad pero ocurrió, hasta la época del diario Pueblo, que los medios de comunicación cobraban a los críticos taurinos por el espacio de su información de tal manera que aquellos tenían que cobrar a los toreros y empresarios para poder pagar ese espacio. Eso ya no existe.

Lo que sí existe, como ocurre con todo el periodismo en general, es un gran intrusismo. Lo sufrimos todos los periodistas en todas las áreas de especialización y en cuanto te sales de los grandes medios hay un intrusismo feroz. Eso supone una baja calidad en las informaciones en muchos medios locales.

P: ¿Tuvo claro desde que estudiaba periodismo que quería hacer información taurina?

R: No, fue cuando trabajaba en los años ochenta en el programa Medianoche de la Cadena Ser y Tomás Martín Blanco (directivo de la emisora ya fallecido) me preguntó si quería hacerlo. Como muchos niños españoles había ido a la plaza con mis padres, abuelos y tíos y contesté que sí.

Empecé trabajando con Manolo Molés, que ha sido mi maestro en el periodismo taurino; en cuanto al periodismo en general lo fue Antonio José Alés y luego he tomado referencia de muchos porque tuve la suerte de compartir pasillos con Bobby Deglané, José Luis Pécker, Joaquín Prats o José María García.

P: Se doctoró y da clases en universidades, ¿hay demanda sobre el tema de los toros entre los estudiantes?.

R: Cada año es distinto pero se cubre la cuota de alumnos en los cursos de periodismo especializado, aunque ello no quiere decir que todos vayan a ser periodistas taurinos.

Hice el doctorado sobre retransmisiones taurinas y, curiosamente, las conclusiones a las que llegaba se hicieron realidad. Sostuve que la múltiple oferta que se dio entre los años 1992-96 haría que disminuyera el número de espectadores y provocara que ya no saliera rentable el coste con relación al porcentaje de audiencia en las cadenas.

Posteriormente fue la política, pero ya es otra cuestión.

P: ¿Un periodista taurino tiene sus preferencias?

R: A mí me gusta el buen toreo, un José Tomás o un Morante, pero generalmente el que lo hace bien. Este San Isidro me ha encantado Sebastián Castella, que no goza del tópico de ser una gran figura del toreo y este año ha demostrado que lo es.

También ahora mismo hay un chiquillo peruano, Andrés Roca Rey, que está haciendo un toreo sensacional, no digo que ni tan artístico como Morante ni con la capacidad técnica de Tomas, pero para estar empezando tiene ilusionada a media afición.

P: ¿Qué faena tiene en su retina?

R: Muchas faenas de Antoñete, mucha faena de Curro Romero, alguna de Rafael de Paula y luego recuerdo corridas memorables como la de Vitorino en Las Ventas, en la que salieron a hombros Ruiz Miguel, Esplá y Palomar junto al ganadero.

P: ¿Qué es lo que más le gusta del periodismo taurino y lo que menos?

R: Su parte creativa, puedes tocar todos los géneros, crónica, crítica, reseña, entrevista... no estás limitado a solo la noticia.

Lo que menos, no poder dar más información puesto que la genera a diario. Los toros van desde finales de enero a octubre en Europa y en América desde octubre hasta marzo, es todo el año.

P: ¿Qué consejos daría a un periodista taurino?

R: Los dos mejores consejos periodísticos que recibí fueron los de José María García -en esta profesión hay que trabajar una hora más que los demás- y del crítico taurino Joaquín Vidal -decir siempre lo que pienso-.

Añado que en el mundo del toro todo es relativo, se debe contextualizar y una obra de arte de José Tomás puede tener una réplica que meritoriamente puede ser comparativa o no.

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