Peralada celebra con una gala sus 30 años de “sueños de una noche de verano”

El brindis de “La Traviata” y zarzuela de postre, y de primero Verdi, Puccini y Giordano. Ese ha sido el menú de la “Gala Lírica” con la que los amigos de Carmen Mateu, alma del Festival de Perelada, han festejado 30 años de “sueños de una noche de verano”, mágicos y emocionantes.

Eva-Maria Westbroek, Sondra Radvanovsky, Marcelo Álvarez, Carlos Álvarez y Ambrogio Maestri han sido las voces de la gala, con la orquesta La Orquesta Sinfónica de Barcelona y Nacional de Cataluña (OBC) dirigida por Daniele Rustioni, y con Ángel Llácer como “narrador” de un “ensueño” tejido con 30 años “de arte y cultura”.

Llácer ha leído entre el público fragmentos de “Sueño de una noche de verano”, de Shakespeare, y ha animado a los asistentes que llenaban el auditorio del Castell de Peralada, como antes lo habían hecho desde un vídeo institucional Plácido Domingo, José Carreras, Teresa Berganza o Joan Manuel Serrat, a disfrutar del “prodigio” de formar parte de esa historia.

Carmen Mateu, heredera del grupo empresarial Peralada, se “inventó” en 1986 al calor de la labor filantrópica iniciada por su abuelo alrededor del castillo que le da nombre, un certamen musical que hoy, ya consolidado, presume de ser único en Europa: “un festival internacional con carácter familiar”.

Por eso para celebrar sus 30 años ininterrumpidos de música y danza han querido que estuvieran en el escenario algunos de los “incondicionales”, protagonistas de recitales y conciertos pero también de óperas completas.

Su deseo, según explicaban cuando lo presentaron hace meses, es que hubiera estado con ellos el barítono Leo Nucci, el “recordman” que consigue casi en cada una de sus interpretaciones de “Rigoletto” un bis, y el director Ruggiero Raimondi, pero el destino es caprichoso y no ha podido ser.

En su lugar han estado el barítono italiano Ambrogio Maestri y el joven director Daniele Rustioni - que será el director principal de la Opera Nacional de Lyon a partir de la temporada 2017/18-, un auténtico “intérprete” de la batuta, que no ha parado un momento de saltar, agacharse, girarse y vivir con cuerpo y rostro lo que se cantaba en escena.

Lo que sí ha podido ser es unir, por fin, al tenor Marcelo Álvarez, la soprano holandesa Eva-Maria Westbroek y Maestri, que han dado un apunte de lo que habría sucedido si hubieran interpretado, como era el proyecto inicial, el “Andrea Chenier” que hizo en 2014 Peralada en ese escenario, y que finalmente protagonizaron el argentino junto al malagueño Carlos Álvarez y Csilla Boross.

“Andrea Chenier”, después de más de 60 óperas en coproducción y algunas en solitario, fue el primer título lírico realizado íntegramente en la sede del certamen

Esta noche han sido, claro, “solo” dos de sus piezas, el ardoroso “Nemico della patria” y “Vicino a te”, pero el aplauso ha sido clamoroso.

Cada uno ha cantado dos piezas, excepto Carlos Álvarez, que ha cantado un solo y dos dúos. Todos, menos Rustioni y Maestri, que debutaban en ese escenario, son viejos conocidos de Peralada.

Carlos Álvarez recibió la Medalla de Honor del festival en 2012, año en el que interpretó “Don Giovanni”, volvió en 2014 con “Andrea Chenier” y el año pasado con “Otello”, que cantó con Westbroek.

Radvanovsky, que debutó en Peralada en 2007, repitió en 2011 e interpretó “Norma” en 2013, es una de las más destacadas sopranos verdianas y su interpretación esta noche de “Vissi d'arte”, de “Tosca”, de Puccini, una de las más aplaudida.

El tenor argentino Marcelo Álvarez, que se estrenó en Peralada con “Andrea Chenier” en 2014, ha sido muy aplaudido en su interpretación de “Ah! Tout est bien fini...O Souverian”, de “Le Cid”, de Massenet, y en su dúo con Westbroek “Vicino a te...”, de “Andrea Chenier”.

La soprano holandesa Eva-Maria Westbroek cantó en 2013 el “Requiem” de Verdi y volvió el verano pasado con “Otello” y esta noche, además de su dúo con Álvarez, ha estado solvente con “Pace, pace mio Dio”, de “La forza del destino”, de Verdi.

Ambrogio Maestri ha cantado con Carlos Álvarez “Signore, v'assista il cielo”, de “Falstaff”, de Verdi, y ha sido muy aplaudido también en “Nemico della patria”, de “Andrea Chenier”.

Para los bises Maestri ha elegido “L'onore”, de “Falstaff”; Westbroek “Ebben, ne andro lontana” y Radvanovsky la pieza de “My fair lady” “I could have danced all night”.

La sorpresa han sido “los Álvarez”, ya que el malagueño ha cantado de la zarzuela “La del Soto del Parral”, “Los cantos alegres” y el argentino ha continuado con “No puede ser”, de “La tabernera del puerto”, ambas muy aplaudidas.

La gala ha concluido con los cinco en el escenario interpretando el brindis de “La Traviata” y felicitando a Carmen Mateu, que se ha levantado para saludar al público.