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Provocar y mezclar, el nuevo “ADN” del Festival de Teatro Clásico de Mérida

Provocar y mezclar, el nuevo "ADN" del Festival de Teatro Clásico de Mérida

EFE

Madrid —

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La programación del 64 Festival de Teatro de Mérida, que comienza el 29 de junio, estrena “ADN”: mezcla lo clásico con lo contemporáneo, los consagrados con los emergentes para “provocar” porque, asegura su director desde hace siete años, Jesús Cimarro, en Cultura “hay que arriesgar”.

“Ha terminado un ciclo y esta programación lo dice: me funcionan las mezclas. Me encanta el mestizaje, es provocador. En Cultura hay que arriesgar, controlando, pero hay que arriesgar”, asegura el empresario teatral en una entrevista con EFE.

El vizcaíno (Ermua, 1965), empresario de los teatros madrileños Bellas Artes y La Latina, y presidente de la Academia de Artes Escénicas, afronta una edición que ya ha presentado en Lisboa y París, porque quiere que el festival sea cada vez más internacional a la vez que “fascinador” para quienes más cerca lo tienen.

Cuando Cimarro se hizo cargo del festival, en 2012, vendían cerca de 52.000 entradas. El año pasado los espectadores fueron 168.500, es decir el triple.

“Mi principal preocupación cuando llegué a Mérida fue averiguar por qué la gente le había dado la espalda al festival. La respuesta era que había que ocuparse de todos los gustos. El público es muy diverso, muy variado y distinto y hay que aglutinar sus intereses”, subraya.

Para ello se propuso seleccionar textos y actores y actrices que pudieran desarrollar su plan, “que llamaran la atención”, teniendo en cuenta, además, que “tampoco hay tanta producción greco latina para abastecer tantos estrenos”.

Está “muy satisfecho” con lo conseguido pero le gustaría que Mérida tuviera la relevancia y el presupuesto del festival de D'Avignon -13 millones de euros frente a los 3 de Mérida- y ese es el camino que quiere andar.

Hasta el 29 de agosto han programado ocho espectáculos de teatro y uno de danza, en un total de 49 funciones, para los que han vendido ya 30.000 entradas.

Todos, dice, “son totalmente distintos” y hay propuestas tan llamativas como el estreno absoluto de “Ben-Hur”, de Lewis Wallace, en versión de Nancho Novo y producida por Yllana, o el “Nerón”, de Eduardo Galán, que protagonizará Raúl Arévalo.

La vuelta de Rafael el Brujo a Mérida, con “Esquilo. Nacimiento y muerte de la tragedia”; la tragedia bélica de “Filoctetes”, de Sófocles, con Pepe Viyuela en el reparto, y “Fedra”, de Paco Bezerra, protagonizada por Lolita, son otras de las propuestas.

El cartel se completa con “Las amazonas”, con Silvia Abascal y Loles León en el reparto; “La comedia del fantasma”, de Plauto, en versión de Miguel Murillo e “Hipólito”, de Eurípides, a las que se suma la coreografía “Electra”, con más de cien personas en el escenario.

Nunca se sabe cómo va a funcionar algo y él está todavía sorprendido de lo bien que fue una “Iliada” de tres horas y cuarenta minutos que “metió a 1.800 personas” en el teatro: “el problema es que el Teatro Romano -con un auditorio de 3.100 entradas, el más grande de España- es técnicamente muy complicada y no se pueden traer montajes para un solo día”.

En 2020, el festival dispondrá en Mérida de un teatro cerrado, el María Luisa, que, tras su remodelación podrá albergar a 500 espectadores: “será muy bueno para esos montajes que son más sencillos y que tienen menos condicionantes”.

Este certamen “único en Europa” cuenta con “las extensiones” de Cáparra (Cáceres), Medellín (Badajoz) y Regina (Badajoz), a las que se suma este año Tarragona, donde se representarán “Calígula” y “Edipo Rey” en el marco de los Juegos Mediterráneos.

Y si recuperar la confianza de los espectadores fue su primera meta, la segunda “obsesión” es rebajar la edad media del público.

“Hemos bajado una media de 15 años. El mayor es cautivo, tiene articulados sus gustos. Quieren ver a los actores que salen en la tele. Es una realidad que está ahí y nosotros la tenemos en cuenta”, explica.

En el festival, añade, han conseguido “combinar lo cultural y lo popular” y recuerda que el año pasado “La comedia de las mentiras” tuvo 31.000 espectadores en diez días.

Concha Barrigós.

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