Quilapayún: “Da miedo ver cómo nuestra civilización está en regresión”

El grupo chileno de folk Quilapayún lleva más de 50 años “viviendo entre sueños y catástrofes”, entre Allende y Pinochet, pasando por el exilio, el retorno, el éxito y el olvido; unas experiencias que les autorizan a opinar sobre “la regresión de la civilización” que en su opinión estamos sufriendo.

En una entrevista con Efe, los dos miembros más antiguos del llamado Quilapayún Europa, que tras el exilio se quedaron a vivir en Francia, han defendido la necesidad de seguir haciendo uso del poder transformador de la música en estos tiempos convulsos.

Rodolfo Parada Lillo, miembro del grupo desde 1968 y hoy su director artístico, y Patricio Wang, miembro del grupo desde 1980 y hoy director musical, siguen llevando su música comprometida por el mundo, y el próximo 17 de febrero actuarán en el Teatre Joventut de L'Hospitalet (Barcelona), dentro del festival Barnasants.

No son los únicos que llevan el mensaje de Quilapayún allí donde sea necesario, ya que la banda se dividió por discrepancias internas y desde 2003 hay dos grupos musicales que se disputan el nombre y, de momento, ambos lo utilizan.

Parada y Chang lideran el Quilapayún europeo que actuará en Barcelona, mientras que Eduardo Carrasco encabeza el Quilapayún chileno, llamado así porque varios de sus miembros volvieron a radicarse en Chile tras el exilio.

Parada ha estado en activo dentro del grupo desde 1968 sin interrupción, por lo que ya son más de cincuenta años y muchas vicisitudes, que arrancaron en los sesenta cuando Quilapayún fue pionero en la modernización de la música popular del continente americano y embajador cultural del gobierno de Salvador Allende.

“Desde entonces hasta ahora no nos hemos limitado a tocar 'La Muralla' -ha aclarado Parada-, sino que hemos seguido renovando la música y el mensaje, para poder hermanar continuidad y renovación”.

Una continuidad que se apreciará en el concierto de Barnasants con canciones de Víctor Jara y Violeta Parra, a los que rendirán homenaje, y una renovación que estará presente en las composiciones más recientes y en la nueva mirada sobre temas de toda la vida como “Gracias a la vida”.

El mensaje de Quilapayún nunca ha sido neutral, pero las causas a defender han ido cambiando con el tiempo, según Parada, que cree que “el futuro es esperanzador por lo que aportan los jóvenes, como la conciencia ecológica, toda la defensa del género y el nuevo respeto a los animales”.

No obstante, “hay que estar atentos -ha añadido-, porque es muy mala señal que Trump haya llegado al poder y que haya gobiernos como los de Putin o Erdogan, por no hablar de gente como Bolsonaro”.

“Europa Occidental tampoco se libra y después de muchos años sin guerra, cuando parecía que habíamos aprendido a negociar y a solucionar los problemas hablando, vuelven a aparecer ideologías y gobernantes que defienden la violencia y las armas”, ha asegurado.

Pero Quilapayún no pierde la esperanza y su intención es transmitirla en el concierto que ofrecerá en Barnasants, en el que incluirán el tema en catalán “Què volen aquest gent?” que popularizó Maria del Mar Bonet.

También interpretarán “Plegaria de un labrador”, “Te recuerdo Amanda” y “El Pimiento”, de Víctor Jara, además de otras canciones de Quilapayún, como “Pueblo unido”, “Creer es ver”, “Allende”, “Siete por ocho” y “Fuerzas naturales”.