Roberto Bueso presenta en Málaga su ópera prima, una historia de iniciación

El director valenciano Roberto Bueso debuta en el largometraje con “La banda”, una historia de iniciación de un joven músico que vive en Londres y regresa al hogar familiar de Valencia con el objetivo de encontrar su lugar en el mundo, que ha presentado este miércoles en el Festival de Málaga.

Ese protagonista vuelve “para escuchar a su entorno decirle que no pasa nada”, porque tiene “un sentimiento de traición y le parece que cada paso que da para perseguir su vocación y sus sueños le va alejando de lo que era su mundo y de lo que más quiere”, ha señalado en rueda de prensa Bueso, que compite en la sección oficial del certamen.

Hay “una especie de confabulación de todo su entorno” que le dice que “se puede ir, que es legítimo” y que “le dolería más que se quedara, porque estaría renunciando a algo que es honesto y vocacional”, ha añadido.

Bueso cree que “no hay que tener miedo a mostrar los sentimientos en el cine” y que “no hay que tener pudor”.

Eso sí, apuesta por hablar de esas cosas “sin demasiado sentimentalismo, sin ñoñería y sin sensiblería”, porque “se puede ser sentimental y hablar del amor, porque al fin y al cabo en nuestras vidas es fundamental, no solo el amor romántico, sino con los padres, hermanos y amigos”.

El protagonista está “anestesiado” al principio de la película, cuando llega a Valencia, pero el hecho de encontrarse con personas conocidas le ayuda “a ir despertando los sentidos, ser como es, empezar a relajarse y entrar en su zona de confort”.

El director, que también ha escrito el guion, quería partir “de una realidad muy concreta”, como son los bandas de música, “para llegar a algo muy universal, con lo que cualquiera se puede identificar”.

Hay elementos autobiográficos, “pero no en sentido estricto”, porque necesita escribir de cosas que conoce o que le “resultan familiares” para tener “una sensación de legitimidad”.

Para contar esta historia, que es actual pero cree que “podría tener sentido también hace cincuenta años”, se quiso rodear de actores no profesionales para tener un reparto “nuevo y fresco que conociera la realidad de la que se iba a hablar”, pero que estuviera “blindado con actores profesionales” como Charlotte Vega.

Uno de esos actores no profesionales es Gonzalo Fernández, un óptico y músico que encarna al protagonista y que ha admitido que sentía “pánico al principio”, porque no había hecho “ni teatro en el colegio”.

“Roberto (Bueso) me ayudó mucho y en los ensayos me explicaba el proceso, lo que sentía en Londres y lo que sentía al volver a casa”, ha señalado Fernández, que temía al comienzo de este proyecto que su personaje “fuera demasiado distante y frío y llegase a caer mal”.