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Rubén Amón: Un 'trending topic' no puede cambiar la información de un diario

Rubén Amón: Un 'trending topic' no puede cambiar la información de un diario

EFE

Madrid —

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A Rubén Amón lo que más le gusta es escribir, aunque asegura que la supervivencia del periodista pasa por ser “polifacético”. Cree que es bueno estar “expuesto” en las redes sociales ya que supone un mayor esfuerzo de rigor, pero afirma que el público no puede condicionar lo que tienes que escribir.

“Un 'trending topic' no puede convertirse en una razón para que un periódico cambie su información”, opina en una entrevista con EFE el periodista de El Mundo, que ha sido enviado especial en la guerra de los Balcanes, corresponsal en Roma y París, además de crítico taurino y operístico y de colaborar en radio y televisión.

Este madrileño de 44 años es de los que creen que el papel no va a desaparecer pero sí que va a sufrir mucho porque los lectores españoles no están dispuestos a pagar por informarse y los diarios han amenazado su propio producto haciéndose la competencia en sus ediciones digitales; “comprarse un periódico es casi algo fetichista”, ha señalado.

PREGUNTA: ¿Cómo ve la situación actual del periodismo?

RESPUESTA: En España hay un problema que no existía antes y es la crisis del papel, de los periódicos, que siempre lideraron los estados de opinión y que ahora están muy amenazados por el cambio de paradigma periodístico. Un cambio que desgraciadamente pasa porque el papel tiende a agonizar y porque cada vez hay menos público dispuesto a pagar por informarse. Además, son muchas las plataformas que proporcionan información gratis legítimamente y por ello se tiende a que los periódicos vayan perdiendo peso y lectores.

Internet es una herramienta formidable para el periodismo pero una de las amenazas que conlleva es que hay bastante intrusismo y se ha producido una discusión sobre qué es informar y qué es comunicar. Hay que tener bastante claro que la información debe estar orientada por profesionales y que la comunicación no puede sustituir a la información. Pero lo hace y con tanto voluntario en el periodismo ciudadano creo que está bastante amenazado el peso de la información redactada profesionalmente, filtrada profesionalmente, digerida profesionalmente.

Estamos además en la época de la sociedad del espectáculo y el periodismo sufre por resistir a esa tentación.

P: Vocento ha anunciado esta semana que sus diarios regionales comenzarán a cobrar por contenidos digitales antes del verano. ¿Cómo acogerá la gente esta medida en un país en el que la cultura del todo gratis está a la orden del día?

R: El problema de la prensa en España es que los periódicos han amenazado a su propio producto y las webs de los diarios han hecho la competencia al papel, y eso es un ejercicio endogámico bastante peligroso.

Cuando se habla de pagar por informarse, hay algunos casos muy excepcionales como The New York Times o Finacial Times, que son referencias absolutas en su ámbito de influencia y que se orientan a un público en inglés muy basto. Creo que no se pueden tomar los modelos excepcionales como válidos para lo demás.

Los lectores españoles no están dispuestos a pagar por informarse y en las generaciones nuevas cada vez está menos arraigado pagar por nada, pero por informarse tampoco. Además, porque la información transcurre por muchos otros ámbitos, enormemente legítimos como Twitter -donde no todo es válido y no todo es información-, que son vehículos enormes de información gratuita.

P: ¿Qué tiene que ofrecer el papel para que la gente tenga la necesidad de pagar por leer sus contenidos?

R: El periódico tendría que renunciar a la “actualidad”, a la urgencia, a la noticia inmediata, y tendría que apostar mucho más por el reportaje de temas propios, por el análisis, por un contenido más elaborado y menos sujeto a esa emergencia informativa. Tiene muy poco sentido contar crónicas que acaban de ocurrir cuando se han quedado antiguas y cuando tu propio medio ofrece la posibilidad de desdoblarse en la web. Periodismo un poco más de autor, de más personalidad, aunque ni así creo que la prensa escrita tenga mucho porvenir y hay un hecho que lo demuestra: los quioscos están desapareciendo, abren muchas menos horas, se traspasan y cierran.

P: ¿Es de los que piensa que el papel desaparecerá?

R: El papel va a sufrir mucho, pero no creo que desaparezca, aunque el modelo de negocio es realmente insostenible y uno de los problemas que tiene es que no hay hábito de nuevos lectores y comprarse un periódico es casi algo fetichista.

P: ¿Cómo ha cambiado internet y las redes sociales el desempeño de la profesión?

R: Las redes sociales, y Twitter en particular, han creado un estado de vigilancia sobre los periodistas. Tiene su lado bueno, y es que al estar muy expuestos, como lo estamos ahora, tienes que hacer un esfuerzo de rigor enorme. Pero estar muy vigilado supone también que el público condiciona lo que tienes que hacer, incluso lo que tienes que escribir. Creo que el criterio tiene que marcarlo el periodista. Un 'trending topic' no puede convertirse en una razón para que un periódico cambie su información.

P: Hoy en día hay más información que nunca. ¿Cree que estamos mejor informados, o por el contrario esta sobredosis de mensajes enfanga nuestra percepción de la realidad?

R: Estamos mejor informados que nunca y tenemos las herramientas para estar mejor informados que nunca, y esto vale para los países desarrollados, donde tenemos garantizadas las libertades en el ámbito informativo, y vale para países en los que es imposible sobreponerse a la censura. Creo que circula mucha más información pero realmente no aprovechamos la capacidad para informarnos que tenemos. Una persona con curiosidades restringe a la mínima expresión las capacidades informativas que le ofrece internet.

P: ¿Han dejado de lado los medios de comunicación su objetivo de servicio a la comunidad para dar prioridad a otro tipo de intereses?

R: Lo que sí creo es que el lector, el oyente, el telespectador viven en un estado de ingenuidad respecto a las relaciones de algunas informaciones. Es cierto que hay un contexto económico y político del que viven los medios y en estos últimos tiempos, por ejemplo, las presiones gubernamentales han sido muy contundentes. Los medios tienen que convivir con su contexto político-económico y por eso hay muchas maniobras informativas que responden a convivir en esa situación. Todo ello aderezado porque los medios escritos -la radio y la televisión gozan de buena salud-, están en una situación agonizante y eso condiciona.

P: Escritor y periodista polifacético que ha toca todos los palos. ¿Con qué faceta se queda? ¿En qué medio está más cómodo?

R: Monatenlli decía que un periodista es un océano de sabiduría con un centímetro de profundidad. En mi caso he tratado de aprovechar todo el océano, la profundidad no, pero creo que el periodista se ha convertido en una figura polifacética y está obligado a mantenerse como una figura polifacética.

A mi lo que más me gusta es escribir, pero creo que la supervivencia de un periodista actual pasa por ser polifacético y por construirse un personaje, que después va a abasteciendo al periodista de los que más o menos quiere.

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