Salvador Simó lamenta la falta de visión ante auge de la animación en España

Salvador Simó, director de “Buñuel en el laberinto de las tortugas”, nominada a mejor película de animación de la Academia del Cine Europeo, lamentó hoy que la “explosión” que vive la animación en España no cuente con suficientes ayudas del Gobierno, lo que califica de “falta de visión”.

En una mesa con periodistas en Berlín, Simó aseguró que la animación en España “está empezando a brotar de una forma salvaje”.

“Me parece poca visión de negocio, porque genera una cantidad de dinero increíble, una cantidad de sitios de trabajo increíble”, señaló, poniendo de ejemplo a Reino Unido, donde la industria de la animación está generando “más de un billón de libras esterlinas”, con entre un 20 y 25 % de talentos procedentes de España.

Según el cineasta, “algo pasa en el sur, que está levantando mucho talento”, pero si no hay trabajo, la gente se tiene que ir.

Su película, una coproducción con Holanda, cuenta la historia de amistad entre Luis Buñuel y Ramón Acín en el contexto del rodaje del documental de “Las Hurdes, tierra sin pan”.

Recuerda que uno de los productores del filme, Manuel Cristóbal, le dijo: “Mira Salva, tú tienes que hacer una película para una señora, para una ama de casa de Wisconsin (...) y piensa en ella como público, no pienses en alguien que conoce a Buñuel”.

Esto les hizo reflexionar, dice, y a la hora de escribir el guión con Eligio Montero, buscaron una historia que “realmente pudiera conmover al espectador”, y esa es la historia de amistad entre Acín, que “representa esa bondad que hay en el mundo”, y el Buñuel de sus inicios.

La cita está basada en el cómic homónimo de Fermín Solís, y arranca con un Buñuel en París con dificultades para seguir rodando tras el escandaloso estreno de “La edad de oro” (1930).

Su amigo el escultor Acín promete a Buñuel que de tocarle la lotería financiará el documental que el cineasta quiere rodar en Las Hurdes, una de las áreas más pobres de España en aquella época.

Acín gana la lotería y cumple lo que le había prometido a su amigo.

“Algo ocurrió en Las Hurdes que cambió su forma de hacer cine, Nosotros lo que intentamos explicar es esta transformación, ese nacimiento de Luis Buñuel como cineasta en Las Hurdes”, explica Simó.

No obstante, apenas existe documentación de lo que ocurrió allí, por lo que tuvieron que “ficcionar” muchas cosas, explica, aunque encontraron una gran ayuda en las conversaciones que mantuvieron con el hijo del cineasta, Juan Luis Buñuel, y con historiadores como Ian Gibson, en la lectura de biografías y de entrevistas de personas que habían trabajado con el director.

En “Buñuel en el laberinto de las tortugas ”, Simó ha escogido un formato que combina la animación con escenas propias del documental de Buñuel filmadas entre 1932 y 1933. Según el director, “no había otra manera mejor” de explicarlo.

“Si nosotros hubiéramos dibujado lo que allí ocurría, la gente no se lo hubiera creído, la gente hubiera pensado que esto era algo que habíamos dibujado nosotros a nivel dramático para tocar la fibra sensible”, asegura.

Simó no quería hacer una película que terminara mal, pero tampoco podía obviar el fusilamiento de Acín como un punto que “cierra una historia de amistad y nos cuenta una realidad que es muy triste, que es el tema de la memoria histórica”.

El realizador, que ya está trabajando en una coproducción entre España y China -una película familiar de animación digital- y preparando un filme “del estilo Buñuel, más de autor”, considera que la buena acogida que está teniendo la cinta, es “un reconocimiento al trabajo en equipo”.

Elena Garuz