Vargas Llosa carga contra el ninot del rey Felipe en ARCO: “No tiene ninguna gracia”

El escritor Mario Vargas Llosa, que ha inaugurado los foros y encuentros de ARCO 2019, ha arremetido contra la escultura de Santiago Sierra y Eugenio Merino que representa un ninot gigante del rey Felipe. “La escultura es una provocación de mal gusto, no tiene ninguna gracia; no hay ninguna inventiva, ninguna creatividad, es pura provocación”, ha asegurado.

“Me parece bien que ARCO permita que esta esté ahí, pero creo que es una mala creación”, ha subrayado el Nobel hispano peruano a la prensa tras el encuentro que ha mantenido con el crítico y escritor José Manuel Bonet en la inauguración de la feria que este año se centra en Perú.

La galería Prometeo Gallery de la italiana Ida Pisani, en el pabellón 9 de Ifema, muestra desde este martes un ninot del rey de cuatro metros y medio con un precio de 200.000 euros, que el coleccionista que lo compre tendrá que quemar, según se especifica en el contrato, durante este año.

Fuentes de la galería señalan que ya han recibido varias ofertas “internacionales” de compra, entre ellas la de “un museo privado de Panamá”.

El director de ARCO, Carlos Urroz, ha declarado por su parte que en la feria se pueden comprar “más cosas” por ese precio y que prefiere “centrarse en lo positivo”.

“Por 200.000 euros -en palabras de Urroz- se pueden comprar más cosas y me encantaría que hubiera oportunidad para todos los artistas”.

Según el director de ARCO, en esta edición dedicada a Perú prefieren “centrarse en lo positivo” y ha afirmado además que por el momento no han recibido “ninguna queja” por tener esta polémica obra en la feria.

Por su parte, el crítico de arte y comisario Juan Manuel Bonet, quien ha participado en la charla inaugural de ARCO junto a Mario Vargas Llosa ha expresado a Efe que “hablar” de la obra de Serra y Merino le da “mucha pereza” y que en la feria hay “muchas cosas que ver” más allá de esta pieza.

El ninot de Sierra y Merino, el artista que en 2012 expuso “Forever Franco”, una escultura de Francisco Franco metido en una nevera, mide 4,45 metros de altura y está hecho con poliuretano, cartón piedra, cera y tela, la del traje azul oscuro, corbata verde y camisa grisácea que viste y que la galerista, la italiana Ida Pisani, perfuma periódicamente con la colonia que, según ella, usa el rey.