Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.
Noticia de agencia

Noticia servida automáticamente por la Agencia EFE

Esta información es un teletipo de la Agencia EFE y se publica en nuestra web de manera automática como parte del servicio que nos ofrece esta agencia de noticias. No ha sido editado ni titulado por un periodista de eldiario.es.

Wajdi Mouawad y Núria Espert, la valentía de romper el silencio

Wajdi Mouawad y Núria Espert, la valentía de romper el silencio

EFE

Madrid —

0

Para Wajdi Mouawad y Núria Espert el teatro ha de ser voz y no silencio, sobre todo para que se abran “libros sin cerrar” como la guerra civil española o la del Líbano y se pueda empatizar con el dolor de personajes como los protagonistas de “Incendios” y “Notre Innocence”, la obra que ayer estrenó el CDN.

“En el teatro podemos hablar de todo, si la vida surge entre el espectador y el actor, entre el que lleva la palabra y el que la escucha. Tiene que ser una experiencia real, de sensaciones, de inquietud, de vibración”, ha asegurado Mouawad (Beirut, Líbano, 1968) en el coloquio que esta tarde ha ofrecido en el Teatro Valle-Inclán junto a Espert, a quien, dice, le unen muchas cosas.

Entre ellas, la profesión, el Mediterráneo o la guerra, presente en muchos de sus trabajos por haber marcado su biografía: con tan solo siete años, vio arder un autobús de refugiados palestinos en Beirut.

A causa de esos conflictos civiles que asolaron el Líbano, sus padres decidieron huir a París en 1977 hasta que, cinco años después, se establecieron en Quebec (Canadá).

En la memoria de Espert (Hospitalet de Llobregat, 1935), en cambio, está la Guerra Civil, lo que para ella es “un libro sin cerrar” con pasajes que ahora se representan en “El pan y la sal”, la obra que este fin de semana está en cartel en el Teatro Español y de la que forma parte la actriz catalana.

“¿Qué es lo que impide que el libro se cierre?”, le pregunta Mouawad a Espert, a lo que la intérprete contesta que somos “nosotros mismos” los responsables: “Nosotros mismos hemos tenido en nuestros medios de comunicación, en nuestro teatro, en nuestro cine la posibilidad de hacerlo, pero vivimos como si el libro estuviera cerrado y no lo está”, recalca.

Así han seguido conversando frente a un público muy atento dos almas puras del teatro; dos mitos vivos capaces de transformar la tragedia en belleza y dos de las carreras más sobresalientes de la escena actual, quienes defienden la ruptura del silencio, ese que soportó durante años la protagonista de “Incendios”, Nawal Marwan, a quien dio vida Espert.

“Toda la obra de 'Incendios' está hecha para tocarte lugares donde habitualmente no te atreves a entrar”, opina la actriz - galardonada en 2016 con el Premio Princesa de Asturias de las Artes- sobre esa obra cumbre del libanés que en 2010 fue llevada al cine por Denis Villeneuve, recogiendo multitud de halagos por parte de la crítica.

Los gritos de dolor de los personajes de “Incendios” nada tienen que ver con los alaridos de frustración de los protagonistas de “Notre Innocence”, un trabajo en el que participa una veintena de actores y que pone el foco en la complicada herencia que se ha dejado a la juventud actual.

“El papel de un dramaturgo es escribir para la gente que no sabe escribir o que no sabe hablar, tú le das las palabras, como si le das agua a alguien que está muy sediento”, explica Mouawad.

Lo importante, dice el escritor, es que esas palabras transmitan los sentimientos, “de injusticia, de rabia o de heroísmo”, y para eso, subraya, está el teatro: “Al teatro tienes que poder entrar fácilmente, pero para penetrar en él, tiene que ser complejo, como en 'La metamorfosis' de Kafka, donde no hay ni una palabra que no entiendas, pero cuyo contenido es muy complejo”.

Pero ese arte al que Mouawad y Espert dedican su vida es también una “batalla”, apuntan, en la que hay que luchar, por sobrevivir o por seguir dando voz a lo que a menudo es callado.

“Cuando veo lo que ocurre en otros países, donde casi no hay política cultural, o cuando miro la realidad de los artistas que se mueren de hambre -incluso los que tienen mucho reconocimiento- pienso que hay que luchar por todo esto, para que perdure”, asegura Mouawad mientras Espert asiente.

Etiquetas
stats