Xavier Aldekoa refleja en 'Océano África' “la diversidad del continente”

Cuando era pequeño, el periodista Xavier Aldekoa quedó fascinado con la historia de “Un capitán de quince años”, de Julio Verne, en la que un joven marinero descubre la selva africana. Con los años, él también ha acabado pisando a fondo el continente negro, tal y como refleja en “Océano África”.

El reportero del periódico La Vanguardia, actualmente con un pie en Barcelona y otro en Sudáfrica porque acaba de ser padre, explica en una entrevista con Efe que tras más de diez años recorriendo países, ahora, con este libro quiere abrir “una ventana” a las personas de un continente “variado, diverso y emocionante”.

Somalia, República Democrática del Congo, Angola, Mali, República Centroafricana, Sudán, Camerún y Nigeria son lugares que han hecho mella en el escritor y donde ha conocido a una niña con unas bolsas de plástico en los pies porque no tenía zapatos o ha constatado que los pigmeos “son los mejores padres del mundo”.

“Para escribir este libro -subraya- no he tenido más remedio que vivirlo. No quiero ser un viajero por África, no quiero poner el acento en mi persona, sino dar el protagonismo a la gente, que me han dado el privilegio de abrirme sus vidas y contarlas”.

El lector conocerá a “niños y niñas obligadas a lo peor, con gente que lo acepta”, personas que sufren torturas, o pequeños que mueren, prácticamente convertidos en “sacos de huesos y piel”.

También muestra en este título de Península a un país como Somalia, “uno de los más fallidos del mundo, con veinte años de caos y desgobierno, sin estructuras de estado, pero con una vida que continúa, con ciudades que parecen de la película 'Mad Max', pero con un pueblo que es admirable, con una capacidad de resilencia increíble”.

En otro de los capítulos destaca que “la mujer africana es el héroe olvidado” y llega a afirmar que África no está perdida, porque “está esperando a que las mujeres ocupen el sitio que les corresponde”.

En este punto, Aldekoa asevera que en momentos de “gran crisis” si das una oportunidad a las mujeres “nunca la desaprovecharán, lo que no ocurre con los hombres, que pueden acabar emborrachándose o gastando el dinero que tienen con otras mujeres”.

Ellas, continúa, “están siempre vigilando que su familia vaya bien, tirando hacia adelante”.

Por otra parte, escribe que “la única arma de construcción masiva es la educación” y lo argumenta en el sentido de que está cansado de ver que “a menos educación, más fácil es que se aprovechen de uno”. “La educación -apostilla- hace cambiar perspectivas, posibilita ganar derechos y ganar respeto”.

En el libro tampoco obvia pandemias como las del sida o el ébola y destaca que “no es casual que los países más afectados sean los más pobres, como ahora ocurre en Guinea, Sierra Leona y Liberia”.

“No reaccionar ante el problema me parece criminal, porque hay pandemias que duran desde hace tiempo y no se ha hecho nada hasta ahora. Son conflictos silenciados, pero hay unos responsables”.

Incapaz de generalizar pronósticos de futuro, Xavier Aldekoa sí cree, sin embargo, que no tiene el mismo camino por delante Botsuana que Sudán del Sur, ni ve que los países que fueron colonizadores en el continente hace más de cien años ofrezcan las mismas alternativas que otros como China, Brasil o India.

Aunque en los últimos meses, Xavier Aldekoa, que se ha centrado más en el cambio de pañales que en recorrer carreteras de tierra en destartalados vehículos, no duda de que en algún momento volverá a compartir platos de mijo y desvela que donde querría ir en un futuro próximo es a Liberia o Congo.