Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.
La portada de mañana
Acceder
Una denuncia de la extrema derecha lleva al límite al Gobierno de Sánchez
Crónica - El día que Sánchez se declaró humano. Por Esther Palomera
Opinión - El presidente Sánchez no puede ceder
Noticia de agencia

Noticia servida automáticamente por la Agencia EFE

Esta información es un teletipo de la Agencia EFE y se publica en nuestra web de manera automática como parte del servicio que nos ofrece esta agencia de noticias. No ha sido editado ni titulado por un periodista de eldiario.es.

Yasmina Khadra: “La islamofobia es más peligrosa que el yihadismo”

Yasmina Khadra: "La islamofobia es más peligrosa que el yihadismo"

EFE

París —

0

Yasmina Khadra es una voz discordante, la de un autor que ha optado por meterse en la piel de dictadores como Gadafi o de un yihadista en su última novela, “Khalil”, para tratar de desentrañar los recovecos de sus mentes, convencido de que “tratar de entender no es legitimar”.

El argelino Khadra, uno de los autores en lengua francesa más traducidos, habla con la contundencia de un militar en el retiro.

En primera línea del combate contra el integrismo en la Argelia de los años 90, el exoficial y novelista alerta en una entrevista con Efe de que la “corriente intelectual” que agita la islamofobia y el racismo en Occidente “es más peligrosa que el yihadismo”.

“Al yihadismo podemos derrotarlo. Se trata de aislarlo, separarlo de la religión que dice defender. Pero esa corriente intelectual está ahí para arrojar sus tropas contra la sociedad, sembrar la cizaña y provocar una guerra civil”, dice Khadra, seudónimo de Mohammed Moulessehoul (Kenadsa, 1955).

El sombrío diagnóstico del novelista, que hace especial hincapié en el avance de las ideas ultraderechistas en Francia como “núcleo de la inteligencia” mundial, contrasta con el optimismo que despliega a la hora de evaluar el futuro del combate contra el yihadismo.

“Hemos pasado el peor momento del terrorismo. No ha tenido éxito. Lo han intentado, pero no lo han conseguido”, asevera.

En “Khalil”, el autor sigue la trayectoria de un suicida que se dispone a participar en los atentados del 13 de noviembre de 2015 en el Estadio de Francia en París.

Como si se tratara de un espíritu “dickensiano”, el terrorista no podrá inmolarse y tendrá la oportunidad de presenciar como si fuera un espectador la sinrazón que los empuja a actuar contra inocentes.

¿Tratar de comprender qué mueve al terrorista no es un primer paso para justificar sus acciones? “Me parece extraño que la gente no diferencie entre comprender y legitimar. Si no entendemos las cosas, ¿cómo vamos a solucionarlas?”, replica con indignación.

“Comprender no es perdonar, ni avalar ni legitimar. Es ayudar a una sociedad a delimitar un problema para resolverlo, si es que quiere resolverlo”, abunda.

Como musulmán, Khadra se adhiere al discurso que desvincula por completo a la religión del yihadismo.

“El problema es absolutamente terrorista, ni siquiera es ideológico. La ideología sólo es un pretexto para legitimar los horrores que esa gente comete. (Pero) hay quien quiere desplazar el problema e instalarlo en el islam”, insiste.

Por eso, a los yihadistas se les puede considerar más bien “una secta” que se aprovecha de jóvenes que son educados en la calle y que, desorientados, acaban buscando una familia por el rechazo que sufren en sus hogares.

“Cuando se abandona a la familia, se está predispuesto a cualquier cosa para encontrar una nueva. En ese momento somos un instrumento predispuesto a todo, ya no somos una persona”, afirma Khadra.

No teme referirse a esos terroristas como “víctimas”, que merecen la oportunidad de redimirse, siempre y cuando primero hayan pagado por lo que han hecho.

“Hay un recorrido si quieren acceder al perdón de la sociedad. Deben pasar por el tribunal, ser juzgados por sus crímenes, que purguen por el dolor que han causado. No hay que hacer como en Argelia, donde bajaron a los pueblos, fueron a sus casas y se les dio trabajo, vivienda... Fue injusto”, añade.

El autor de “La trilogía de Argel” vuelve a sus negros augurios cuando examina el mundo actual, y se muestra persuadido de que los ciudadanos se han convertido en “rehenes de un miedo quimérico que se nos quiere imponer” en nombre de la seguridad.

Por eso, a su juicio, en el Magreb “mientras haya terrorismo, los gobernantes seguirán en sitio. En Argelia se dice que si el régimen se va, será un fiasco, ¡pues que venga el fiasco! Y los predadores occidentales también necesitan que el pueblo siga con miedo, para que los recursos no sean nunca los recursos del pueblo”.

Por Enrique Rubio

Etiquetas
stats