La apuesta de Tráfico por 8 horas de formación vial, en manos de Competencia

La gran apuesta de la Dirección General de Tráfico (DGT) para la formación de los conductores, las ocho horas teóricas obligatorias para sacarse el carné que respaldan 85 vocales del Consejo Superior de Tráfico, está a la espera de la decisión de la Comisión Nacional de Mercados y Competencia, que se reúne el viernes.

Se trata de una iniciativa que el director general de Tráfico, Pere Navarro, y su equipo quieren poner en marcha y que ya está plasmada en el proyecto de modificación del Reglamento de Conductores para dar respuesta a una de las medidas que preveía la Estrategia Española de Seguridad Vial 2011-2020.

“Promover la formación presencial de seguridad vial en las escuelas de formación”, dice textualmente la Estrategia en el capítulo dedicado a la educación y formación vial.

Fuentes de la DGT han indicado a Efe que el objetivo de su “gran apuesta” por la formación es la concienciación y sensibilización de los alumnos en materias como el riesgo que supone el consumo del alcohol y drogas al volante, la velocidad o las distracciones, entre ellas el uso del teléfono móvil mientras se conduce.

Añaden las fuentes que no se trata de utilizar esas ocho horas para aprender las señales de tráfico o hacer test, ya que eso podría hacerse online o en casa.

“Las normas pueden aprenderse online, pero la importancia del cumplimiento de la norma debe hacerse de forma presencial”, añaden las fuentes.

Resaltan también un estudio del Instituto de Tráfico y Seguridad Vial (INTRAS) de la Universidad de Valencia que analizó 31 países de Europa y concluyó que el 80 por ciento tiene sistemas de formación de conductores que contemplan entre 20 y 40 horas teóricas obligatorias y entre 15 y 30 prácticas.

Tráfico cree que su propuesta tiene un importante respaldo e, incluso, ha sido objeto de iniciativas parlamentarias.

Sin ir más lejos, en septiembre del año pasado el PP presentó en el Congreso una proposición no de ley en la que instaba al Gobierno “a estudiar la conveniencia de exigir un número mínimo de clases presenciales, tanto teóricas como prácticas”, a los aspirantes a obtener el carné de conducir.

No llegó a debatirse porque se disolvieron las Cortes ante la convocatoria electoral.

La propuesta de las 8 horas fue sometida a la preceptiva consulta del Consejo Superior de Tráfico, Seguridad Vial y Movilidad sostenible y 85 de sus vocales, representantes de todos los sectores afectados, la apoyaron, ya que no se presentó ningún informe de oposición o rechazo y las aportaciones fueron de mejora del texto.

Las fuentes recuerdan a Efe que en marzo pasado la asociación de víctimas de tráfico AESLEME, la Asociación Española de la Carretera y la Fundación Mapfre elevaron un documento a la DGT con diversas propuestas, entre ellas que se mejorara la formación de los conductores incluyendo un mínimo de 10 horas teóricas presenciales y obligatorias.

Tráfico ha tenido en cuenta la experiencia de 12 años del carné por puntos y de los cursos presenciales de sensibilización y concienciación, que han redundado “en un cambio de actitudes y comportamientos de los conductores”, subrayan las fuentes.

Por “prudencia” la DGT ha incluido en su proyecto de reforma del reglamento 8 horas, aunque en el proceso de consulta representantes de algunos sectores llegaron a pedir 20 horas.

Las clases teóricas se ceñirían a un temario que haría referencia a los accidentes de tráfico, los grupos de riesgo, los factores que influyen en la siniestralidad, como el consumo de alcohol y drogas, el no uso del cinturón, el casco o los sistemas de retención infantil, el exceso de velocidad o las distracciones.

En esas clases podrían incluirse testimonios de víctimas de accidentes.

Profesores de autoescuelas impartirían las clases en estos centros, con lo que no sería necesaria inversión alguna, apostillan las fuentes de la DGT antes de insistir en que es “lógico y razonable” exigir esa formación teórica toda vez que en España no existe formación en seguridad vial obligatoria en los colegios.