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El argentino Guillermo Pfening, un actor desengañado en “Nadie nos mira”

El argentino Guillermo Pfening, un actor desengañado en "Nadie nos mira"

EFE

Madrid —

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El argentino Guillermo Pfening es Nicolás en “Nadie nos mira”, aparentemente un actor más que viaja a Nueva York para triunfar en el cine y, de paso, olvidar un desengaño amoroso, pero en realidad, explica el actor en una entrevista con Efe, “es una historia que habla de fracasar y de empezar de cero”.

“Esto es una historia de amor que juega con el valor del éxito y, a su modo, denuncia eso que tan frecuentemente exigen las sociedades que ponen por delante el valor del resultado: la necesidad de triunfar siempre, aunque no se tenga en cuenta ni la experiencia ni el curtirse en la vida”.

“Pero uno puede fracasar y empezar de cero”, afirma rotundo el flamante ganador del premio del Jurado al Mejor Actor en el último Festival de Tribeca, que visitó hace unos días Madrid para promocionar el estreno este viernes en salas españolas.

Filmada en Nueva York, ciudad donde vive la directora Julia Solomonoff desde hace más de diez años, y producida por Miss Wasabi (la productora de Isabel Coixet) y La Panda, entre otras, la cinta se rodó en tres años, cinco meses en total, en diversas estaciones.

De hecho, comenta Pfening, “él cambia como la ciudad, con el tiempo”, algo que se ve muy claramente en las escenas finales cuando en Nueva York es invierno y en Buenos Aires verano.

Ahí están el desarraigo, la soledad y el rechazo, pero sobre ellos, la dificultad para romper con lo que hace daño: el estado de fragilidad vital.

“Creo que esta película aporta también diversidad a esa visión que los yankis tienen de los latinos, y a los propios latinos sobre sí mismos”, explica.

El argentino comenta con Efe que esas sensaciones las recuperó de su propia memoria, de cuando llegó por primera vez a Buenos Aires desde Marcos Juárez, el pequeño pueblo de Córdoba donde nació.

“Estando en Nueva York volví a vivir el desarraigo, el extrañar, el vivir otra cultura e ir a cástings donde te rechazan; el estar siempre pendiente de la mirada ajena. Todo esto puede ser muy desestabilizador y, el corazón -añade con un guiño-, todos lo tenemos roto”.

Aunque Solomonoff, que ahora enseña cine en la Universidad de Columbia, insistió en que Pfening viviera “de verdad” la necesidad de este chico que en Argentina es un actor de culebrón muy famoso y en Nueva York acaba de camarero y cuidando del bebé de una amiga para sobrevivir. Y le hizo trabajar en un bar. “E ir a todas partes en bici”, añade entre risas.

“A Julia la llamamos 'la coreana' porque no para de trabajar”, desvela Pfening en una confidencia, un valor que destaca también de la productora Coixet.

“El tipo de cine que hacen ellas es como escalar el Everest. Y lo hacen mientras tienen una familia, Julia tiene dos chicos. Me parecen supermujeres”, dice este padre soltero que “prestó” a su pequeña hija Asia para rodar los primeros meses de vida del bebé al que cuida en la cinta.

La película es una coproducción entre Argentina, EEUU, España, Colombia y Brasil, “el milagro” que está sacando adelante los proyectos argentinos, considera Pfening.

“Cambió el sistema de juego; hay coproducciones con Netflix y HBO que están ayudando mucho porque está un poco parada allá la cosa; se están viendo novelas turcas dobladas, no estamos acostumbrados, hay menos trabajo que antes”, se lamenta el actor, sabedor de su suerte porque a él “aún no le bajó el ritmo”.

De hecho, tiene por estrenar tres largometrajes, “Mi mejor amigo”, “El Plata” y “Amando a Carolina”, pero “me va a pasar”, añade con preocupación, “porque las películas que estamos haciendo ahora se ruedan con créditos de hace dos años concedidos por el gobierno anterior”.

Pfening resume que, “en lugar de cumplir el sueño americano, a Nico, el viaje le sirve para descubrirse a sí mismo y encontrar las verdaderas razones por las que dejó atrás Buenos Aires”.

“Lo que más sufre es su desamor; y una vez resuelve eso es cuando verdaderamente se libera, afronta el fracaso y puede empezar de cero”, resume.

Por Alicia G.Arribas.

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