Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.
Noticia de agencia

Noticia servida automáticamente por la Agencia EFE

Esta información es un teletipo de la Agencia EFE y se publica en nuestra web de manera automática como parte del servicio que nos ofrece esta agencia de noticias. No ha sido editado ni titulado por un periodista de eldiario.es.

ArqueólogAs, un proyecto con A mayúscula en busca de la voz de las mujeres

ArqueólogAs, un proyecto con A mayúscula en busca de la voz de las mujeres
Madrid —

0

Madrid, 18 oct (EFE).- Felipa Niño, Encarnación Cabré, María Luisa Oliveros son nombres que a muy pocos les dirán algo. Sin embargo, ellas, como otras muchas, han hecho la historia de la Arqueología en España, aunque no aparezcan en sus anales, y de las que el proyecto ArqueólogAs quiere recuperar la memoria.

La arqueología va más allá de la imagen aventurera del trabajo de campo en las excavaciones, la hacen todos los que trabajan con antigüedades, en museos, centros de patrimonio o universidades.

Recuperar la memoria de esas mujeres, sin cuya labor difícilmente se podría entender la historia de la arqueología española, es el objetivo de ArqueólogAs, que ha empezado a construirse a través de una página web y que implica a 16 especialistas, dirigidos por Margarita Díaz-Andreu de la Universidad de Barcelona.

“Queremos hacer un esfuerzo por encontrarlas y sacarlas del silencio, reflexionar sobre por qué no las tenemos y cómo se pueden integrar dentro de las historias de la Arqueología”, explica a Efe.

Las primeras mujeres llegaron al mundo de la arqueología a comienzos del siglo pasado, como funcionarias de museos y, con los años, al entorno universitario.

Pero también estuvieron en las excavaciones, como Encarnación Cabré (1911-2005), la primera en realizar un trabajo de campo de envergadura, porque su padre era arqueólogo y “debía tener una mentalidad un poco más abierta a este respecto”. Su investigación se centró en la Edad del Hierro céltica de la Meseta Norte.

La suya es una de las siete biografías que, hasta ahora, incluye la web del proyecto, el cual se prolongará tres años con la financiación del Ministerio de Ciencia en Innovación y la Agencia Estatal de Investigación.

Historias como la de Felipa Niño (1902-1992), que al comienzo de la Guerra Civil arriesgó su vida, junto al jefe del Gabinete Numismático del Museo Arqueológico Nacional, Felipe Mateu y Llopis, para salvar parte de las monedas de oro de la colección que fue requisada por el Gobierno. Con los años, Niño, experta en tejidos, llegó a ser subdirectora de ese museo.

O la de Ana María Muñoz Amilibia (1932-2019), la primera catedrática en el ámbito de Arqueología, en el año 1975 en la Universidad de Murcia, y la de María de los Ángeles Querol (1948), primera subdirectora General de Arqueología del Ministerio de Cultura y catedrática de Prehistoria.

Carreras que, a veces, se vieron truncadas pronto. Fue el caso de Cabré, que dejó la arqueología al casarse, o de María Luz Navarro, directora del Museo de Girona, quien abandonó durante años su profesión pues, al “inicio del franquismo, una ley que no le permitía seguir de funcionaria” al contraer matrimonio.

María Luisa Oliveros, sin embargo, se casó muy mayor, porque quería seguir trabajando. Una disyuntiva que nunca se le plantearía a un hombre, señala Díaz-Andreu, a quien la propia arqueóloga le contó el porqué de su decisión.

Y es que, este proyecto tiene mucho de historia oral. Ya en los años noventa Díaz-Andreu empezó a hacer entrevistas a sus protagonistas o a las personas que las conocieron para no perder su rastro, lo que a veces “no es nada fácil”.

“Cuando las entrevisté en los años noventa -relata-, algunas se consideraban muy pioneras y muy revolucionarias. Estar trabajando había sido para ellas un paso importantísimo”.Pioneras a las que hay que conocer. “Nunca oímos de ellas cuando éramos estudiantes universitarias”, dice la también profesora de investigación ICREA, quien se pregunta “qué mensaje están recibiendo las chicas jóvenes sobre el futuro de la Arqueología para ellas”.

Mujeres con menor visibilidad -explica- también por su campo de investigación. Cuando una chica quería hacer una tesis doctoral se le sugerían temas como las joyas, que “puede ser interesantísimo”, pero que los mismos directores de tesis consideraban “secundarios”, frente a los “importantes”, como las armas, típicamente masculinos.

“Los temas femeninos, la casa, la educación no se consideran importantes dentro de los parámetros de la profesión, con lo cual, a quienes los han estudiado tampoco se les da tanta importancia”, dice Díaz-Andreu.

Y no solo el qué sino el dónde. Muchas de estas mujeres -agrega- desarrollaron su carrera en museos y “también hay que ver cómo se hacen los parámetros de qué es válido para la arqueología, que son muchas publicaciones y tener muchos alumnos”, y con eso ya se elimina lo hecho en los museos, porque “las historias de la Arqueología las escriben personas de la universidad”. Carmen Rodríguez

(Recursos de archivo www.lafototeca.com. Código 12553454 y otros)

Etiquetas
stats