Atapuerca relevará a sus 3 codirectores y prevé un verano rico en hallazgos

Atapuerca (Burgos), 2 jul (EFE).- Los yacimientos de Atapuerca cambiarán de codirectores en 2024, año en que se retirarán los actuales, según han confirmado este viernes sus responsables en una rueda de prensa en la que han presentado la campaña de excavaciones de este verano, que se espera sea rica en hallazgos relevantes.

Eudald Carbonell ha precisado a Efe que los actuales codirectores -él mismo, José María Bermúdez de Castro y Juan Luis Arsuaga- se retirarán en 2024 y ya hay tres “coinvestigadores principales” listos para tomar el relevo: María Martinón-Torres, Marina Mosquera y Nacho Martínez.

Se trata de tres científicos que llevan entre 20 y casi 40 años trabajando en los yacimientos y en la investigación de los hallazgos, por lo que la continuidad “está asegurada”, ha considerado Carbonell.

La campaña de este año volverá a abarcar diez yacimientos, después de la del verano pasado, más limitada por la pandemia.

También aumenta el número de investigadores que trabajará en los yacimientos durante este mes de julio, que será de entre 130 y 150 personas en diferentes momentos, aunque hasta el año que viene no se recuperará la cifra previa a la pandemia, superior a las doscientas personas.

Carbonell se ha mostrado convencido de que antes de la retirada de los codirectores de Atapuerca se realizarán hallazgos de “especial relevancia”.

Ha destacado la posibilidad de localizar más restos de neandertal en ‘Cueva Fantasma’, un nuevo yacimiento donde el pasado verano se encontró una falange de un individuo de esa especie, que hasta ahora no se había hallado en Atapuerca.

Además, se está trabajando en extensión en uno de los yacimientos emblemáticos del complejo, Gran Dolina, donde el objetivo es llegar dentro de dos campañas a un nivel muy rico en restos de en torno a un millón de años de antigüedad.

Carbonell ha insistido en que en Atapuerca no se ha llegado a excavar ni el 1 por mil del complejo, cuyas aportaciones son “muy relevantes” para el mundo científico porque ofrece “una panorámica completa de la evolución en Eurasia desde hace casi un millón y medio de años hasta prácticamente la actualidad”.

De hecho, en esta campaña los excavadores trabajarán simultáneamente en la parte más antigua de los yacimientos, en la Sima del Elefante, donde hay restos de hace 1,3 millones de años, y en la Cueva del Mirador, de hace solo 6.700 años, donde se pretende conocer algo más de la implantación de la ganadería en la península ibérica.

También esperan una especial relevancia en los trabajos que se realizan en Gran Dolina.

Mientras se avanza para llegar a niveles más antiguos, de en torno al millón de años, se está excavando en una superficie de 35 metros cuadrados, donde esperan obtener fósiles de una época en la que hay muy pocos restos, no solo en Atapuerca sino en el resto de yacimientos europeos.

Se trata de conocer algún detalle más de una época situada entre hace 450.000 y 900.000 años, donde se enmarca, por ejemplo, el Homo antecessor documentado en Atapuerca.

Al limitar el número de científicos que trabajan en los yacimientos, se han suprimido las prácticas y todos los excavadores de este mes de julio son veteranos, procedentes de universidades como la Complutense, la de Burgos, la Rovira y Vigili o las de Zaragoza y Alcalá de Henares, aunque también de otras instituciones, como el Centro Nacional de Investigación sobre Evolución Humana, el Instituto de Paleontología Humana y Evolución Social o el Instituto de Salud Carlos III.