Una auditoría registra errores en las liquidaciones a los autores de la SGAE

Más de 13.000 obras registradas en la SGAE por las grandes editoriales multinacionales muestran “carencias y errores”, según una auditoría a la que se está sometiendo la entidad, que afirma también que estos contratos entre editoras y autores “no están siendo bien interpretados”.

El vicepresidente de la SGAE, Javier Losada, explica en una carta a los socios a la que ha tenido acceso Efe la “problemática” relacionada con los contratos editoriales y la documentación de obras en la entidad de gestión y les avanza las primeras conclusiones de una auditoría que revela que ese“problema, ”lejos de ser pequeño, es aún mayor“ del que se esperaba.

En su misiva, que ha remitido también al ministerio de Cultura, señala que en 2010, a consecuencia de la implantación de un nuevo sistema informático en la entidad, se inició un proceso completo de digitalización de la base de datos de todo el repertorio representado por la Sociedad General de Autores y Editores.

Y fue entonces cuando los técnicos que realizaban este trabajo detectaron “diferentes errores, carencias e inexactitudes” en la documentación de los contratos generales que “los socios editores (especialmente las grandes editoriales multinacionales) utilizan para cumplimentar el registro en las entidades de gestión de derechos de autor de las obras adscritas a los grandes catálogos”.

“Un ejemplo de muestreo -describe Losada- comprobó 11 contratos que afectaban a 13.099 obras, de las cuales, 2.688 mostraron deficiencias de documentación y errores diversos”.

En este ejemplo, según añade, hubo más obras en las que se detectó que el “subeditor” recibió en sus liquidaciones “distinto porcentaje del que marca su contrato”, o el autor “recibió un porcentaje diferente del firmado en el contrato original, pero el error podría ser en cualquier sentido”.

En definitiva, resume Losada, los contratos “no están siendo bien interpretados y los porcentajes de los 'derechohabientes' aparecen a menudo mal reflejados en los repartos, errores que son materializados, finalmente, en liquidaciones de derechos en muchos casos incorrectas”.

Unos problemas que “podrían ser solucionados” en la SGAE “siempre que se tenga la documentación correcta de los contratos y la información puntual necesaria para corregirlos”, pero critica que la colaboración de las compañías editoriales multinacionales “ha sido escasa, o nula, en algún caso, como también lo ha sido hasta esta última etapa, aparentemente, el rigor de la entidad (la SGAE) a la hora de exigirla”.

Losada responsabiliza a las grandes editoriales de “corregir y enmendar” la documentación de sus contratos, pero también califica de “obligación” que la ICMP (International Conference of Music Publishers) -que representa internacionalmente a estos grandes editores- les exija “el máximo rigor y transparencia”.

La auditoría que está en marcha, y que fue solicitada por primera vez en 2016, “solo ha sido posible” tras la salida de “varios socios editores de la Junta Directiva como consecuencia de una sentencia judicial que ordenaba su cese inmediato por haber incurrido en 'fraude de ley' 'abuso de derecho' y 'burla a los estatutos de la SSGAE'”.

Se refiere Losada a la sentencia del juzgado de Primera Instancia número 17 de Madrid del pasado mes de octubre, que determinaba que los editores musicales Warner, Peer Music y Emi habían cometido abuso de derecho e incurrido en fraude de ley “durante años” al repetir mandatos consecutivos en la Junta directiva de la SGAE y por ello debían abandonar sus puestos.