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Benjamín Prado: “España está llena de gente que merece una estatua”

Benjamín Prado: "España está llena de gente que merece una estatua"
Madrid —

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Madrid, 22 oct (EFE).- Benjamín Prado ha vuelto a poner a trabajar a Juan Urbano para traernos a la memoria el nombre de Margot Moles o Ernestina Maeza, dos grandes deportistas españolas que “merecen una estatua” y que en los últimos años de la República consiguieron llegar a lo más alto del deporte patrio.

Estas son dos de las mujeres que protagonizan “Todo lo carga el diablo” (Alfaguara), el último caso que lleva a este profesor de literatura a zambullirse en una parte de la Historia que para el escritor madrileño (1961) demuestra que España “está llena de gente que merece una estatua” aunque, según lamenta en una entrevista con Efe, “ésos no son los que llegan a dirigir este país”.

Y hasta estas deportistas, cada una de un bando político, llegó gracias a Javier Rioyo, el artífice de un documental sobre Enrique Herreros, el humorista e historietista que estuvo casado con Ernestina Maenza.

“Vi este documental y le llamé para preguntarle por qué ni se mencionaba a Ernestina, una mujer importante. Me dijo que la condición de la familia para hacer este trabajo fue que ni se mencionara su nombre, y yo me puse a investigar porque si no se hablaba de ella era porque detrás debía de haber una gran historia”, recuerda Prado.

La había, claro que sí, pero para llevarla hasta las manos de su más ilustre investigador tuvo que inventarse al “tercero de los Chichos”, bromea, porque los datos que había eran demasiado escasos.

Por eso creó a Caridad Santafé, una mujer víctima de esos “38 años de terror” que vinieron después de la República, y que es una mezcla de Moles y Maenza, “adversarias políticas, pero amigas hasta el final, y por eso es una lección que está muy bien hoy para recordarla”.

“Estas mujeres eran grandes campeonas del deporte y la dictadura consideró el deporte inmoral, que afectaba a aquella tarea que era la procreación. Y todo se redujo a los bailes regionales de la Sección Femenina”, lamenta el autor de esta obra donde conocemos un poco más de lo que ocurrió en la Residencia de Estudiantes y el Instituto Escuela, dos centros de la excelencia cultural y científica de la España de la República.

Así que Santafé ejemplifica “la historia de miles de damnificados a los que el nacionalsindicalismo transformaría como si fueran seres esclavos, seres inferiores”, como reflexiona Juan Urbano en la novela mientras está en medio de esta investigación que, como es habitual en esta saga, se convierte en novela.

“Desde hace mucho tiempo tengo un gran interés por esa época y en concreto por las mujeres que la vivieron, es un momento de la historia con grandes avances, pero ninguno tan grande como fue el avance femenino en el terrero de la ciencia, las artes, la academia y el deporte”, matiza el también poeta.

UNA NOVELA “DIDÁCTICA”

Según asegura el autor, “Todo lo carga el diablo” es una novela “didáctica” no solo para los lectores, que podrán recordar el entorno en el que vivieron las primeras españolas en participar en unos Juegos Olímpicos de Invierno, los de 1936; sino también para él mismo, ya que se metió en el terreno que “menos conocía”, el deportivo femenino.

“Conocía un poco la historia de Margot Moles, gran atleta republicana, con capacidades atléticas extraordinarias, y que luego quedó proscrita cuando al final de la guerra se consideró pecaminoso y contraproducente que las mujeres practicaran deporte porque iba en contra de la concepción”, apunta acerca de ese cambio que vivieron cuando su estilo de vida deportivo libre fue sustituido por la casta gimnasia de la Sección Femenina.

Eso sí, como se trata de un caso de Juan Urbano, las dosis de thriller policíaco están aseguradas a lo largo de esta trama que arranca con la petición del hijo de Caridad de que investigue por qué su madre le abandonó cuando era pequeño.

Pero, avisa Prado, hay que “tener cuidado” a la hora de encargarle algo a Juan Urbano, porque con él todo se sabe y por eso no sólo sabremos por qué desapareció esta promesa del deporte y la química, sino también asistiremos a una complicada red de escándalos médicos, estafas farmacéuticas y hospitales psiquiátricos.

Una intrincada trama donde Urbano estará acompañado por Isabel Escandón, otra conocida para los seguidores de esta saga que vuelve con más fuerza después de que en la anterior entrega, “Ajuste de cuentas”, la dejaran en la cárcel.

“Me parecía que si en esa novela contaba la historia de esas mujeres a las que le pararon los pies estaba bien que Isabel le robara plano a Juan”, admite.

Comenzada hace dos años, aunque con retoques en plena pandemia, después de que aplazara su lanzamiento previsto para el 24 de mayo, en esta novela Prado también hace un “homenaje grande” a los ancianos, a ésos a quienes las sociedades de hoy “han condenado a un papel no productivo”.

Pilar Martín.

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