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Lara Croft, las aventuras de un personaje cosificado que lucha por dejar de serlo

Alicia Vikander en 'Tomb Raider: Las aventuras de Lara Croft'

José Antonio Luna

Las heroínas ya no son las mismas. Aunque todavía queda mucho camino por recorrer, personajes como Wonder Woman son el reflejo de que algo está cambiando, especialmente en aquellos campos tradicionalmente más vinculados a los hombres. Lara Croft, uno de los iconos más sexualizados tanto en el cine como en los videojuegos, tampoco es la misma.

La película Tomb Raider: Las aventuras de Lara Croft, estrenada el pasado 16 de marzo y protagonizada por Alicia Vikander, propone una revisión de su historia. Hasta entonces era comercializada como un símbolo sexual cibernético, una chica atractiva y adinerada en un mundo de hombres que lograba lo imposible: correr por la selva con poca ropa mientras sostenía dos pistolas 9 milímetros.

En la nueva cinta, Lara es personaje humano con todas las consecuencias de ello. Como muchos jóvenes, intenta luchar contra la precariedad (sin conseguirlo demasiado) trabajando como repartidora en bicicleta. Por las tardes, se dedica a las artes marciales en un gimnasio de barrio y, aunque tiene grandes habilidades, no siempre consigue derrotar a sus adversarios. No es alguien sobrenatural, ni un unicornio extraño. Es ante todo alguien corriente, que sufre y enfrenta el machismo cotidiano a base de miradas llenas de ira que a veces terminan en golpes.

Al margen de su calidad como película de acción, llena de tópicos, momentos deus ex machina y giros de guion que intentan parecer más sorprendentes de lo que son, todo el mérito de esta nueva Lara Croft reside en cómo lo presenta su actriz. La misma que, como informan en Hollywood Reporter, fue criticada por algunos hombres porque aquel cuerpo delgado y atlético no cumplía con los supuestos cánones del personaje. “¿Tengo que ser el imbécil que dice que sus tetas son demasiado pequeñas para verla como Lara Croft?”, escribió un usuario en Twitter.

“Fue diseñada para el videojuego de Tomb Raider en 1996, y en aquel entonces todavía se concebía la industria del videojuego como principalmente dirigida a los hombres”, indica a eldiario.es Paula Sáez (que firma bajo el apodo de Paula Croft), periodista especializada en videojuegos y fan incondicional de Lara. Continúa diciendo que, a pesar de llevar a una protagonista femenina, “su diseño físico estaba bastante sexualizado para agradar a todos aquellos jugadores que empezaran a jugar”. Jugadores, por supuesto, masculinos.

Todo cambió en 2013, con la llegada del noveno título de la serie Tomb Raider para videoconsolas. Es la misma obra de la que bebe este largometraje y, de hecho, incluso existen escenas calcadas a niveles del juego. La responsable de nutrir a Lara de un nuevo pasado, de humanizarla y de hacer que muchas jugadoras ahora sí se vean reflejadas, no es otra que Rhianna Pratchett. Esta guionista también se encuentra tras títulos como Mirror's Edge o Heavenly Sword, ambos destacados por trasladar las mujeres a un primer plano, no solo referido en cuanto al nivel de protagonismo, sino también al de profundidad.

Como Pratchett explica a este periódico, querían “rebobinar todos los rasgos que las personas asocian con la Lara más antigua y clásica (valentía, ingenio, tenacidad, inteligencia, curiosidad, etc.) y demostrar cómo fueron probados por primera vez”. La experta considera que le corresponde a los jugadores, y no a ella, decir si es un símbolo feminista o no, ya que “no fue algo que conscientemente” decidieran hacer, sino “un personaje interesante para los jugadores”. La guionista, además, sostiene que “la sexualización del pasado se debió principalmente al marketing, y no tanto a los juegos en sí mismos”.

Un paso adelante, pero no lo suficiente

De hecho, aunque la nueva Lara supone un avance con respecto a la anterior, no ocurre lo mismo con todo un arco argumental donde la única mujer que aparece en pantalla es la propia protagonista. “Cuando estaba en la isla me decía: No hay suficientes mujeres, ¿dónde están las demás? ¡Estaba dando vueltas buscándolas”, dijo Vikander en una entrevista para la BBC.

La intérprete, reconocida por su actuación en Ex Machina, El séptimo hijo o La chica danesa, por la que recibió un Oscar, también señala una escena concreta donde el villano de la historia bromea diciendo “las damas primero” para darle paso. “Desafortunadamente, no había otras damas en el grupo que pudieran volverse la una a la otra”, menciona.

“Vikander ha realizado una buena interpretación pero el guion no le ha acompañado en el sentido de dejarla brillar”, considera la periodista especializada. Por esta razón, en The Hollywood Reporter se hacen una pregunta: ¿Es Alicia Vikander demasiado buena para Tomb Raider? Su talento le ha llevado a montar una productora propia, Vikarious Productions, e incluso a ser una de las promotoras de un manifiesto elaborado por 600 actrices danesas para denunciar la situación de la mujer en el sector teatral y audiovisual.

Otro elemento destacado de su historia, también mencionado por Todas Gamers en una entrevista a Pratchett, es cómo se focalizan en el padre de Lara y todo lo que ésta decide se encuentra condicionado por su figura. A pesar de que la película se basa en el videojuego, como aclara Sáez, “el argumento ha sufrido muchos cambios” que, a su parecer, “son a peor”. ¿El principal? La trama con su progenitor: “Centra toda la atención en la figura de Richard Croft, pareciendo incluso que Lara es secundaria, un mero vehículo para ensalzar la importancia del padre de la familia”, señala la periodista. Algo que, en la obra original, tiene un matiz muy diferente.

Tales modificaciones, entre otras cosas, favorecen comentarios como el que hicieron en un medio a Vikander: “No me imagino a una mujer jugando a Tomb Raider”. Una entrevista que, para la periodista especializada, es “una vergüenza con mayúsculas” que demuestra “tanto el machismo como el bajo nivel intelectual”.

A pesar de que Sáez reconoce que estamos viviendo una nueva forma de representar a las heroínas, en el cine como y el resto de formatos, también cree que para acabar con los problemas de una sociedad machista es necesario “dar a las mujeres el rol de dirigir, de escribir los guiones”. Como reflejo de ello, lanza una pregunta: “¿Cómo sería está última película de Tomb Raider si su directora hubiera sido mujer y el guion lo dejaran en manos de, por ejemplo, Rhianna Pratchett?”. Quizá, algún día tenga respuesta.

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