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El corto viral que demuestra que los flechazos de instituto no son solo hetero

elDiarioes Cultura

Un chico observa a escondidas el amor de sus sueños cuando, de repente, su corazón sale despedido en su búsqueda. El argumento es simple, pero el contenido publicado el pasado lunes ya se ha convertido en un fenómeno de Internet que acumula cerca de 15 millones de visitas en YouTube.

El cortometraje, producido por el mexicano Esteban Bravo y la estadounidense Beth David, normaliza algo que, hasta ahora, no se ha tratado demasiado en el mundo de la animación: las relaciones entre personas del mismo sexo. Y es que, aunque Disney ya ha dado algunos pasos, todavía le queda mucho camino por recorrer.

El proyecto comenzó como una campaña de crowfunding en la página de Kickstarter, lugar donde también exponían algunos de sus bocetos y una pequeña sinopsis de la historia del proyecto. “El cortometraje trata un tema real y personal de manera muy dulce y alegre. Estamos emocionados de poder compartirlo con vosotros”, comentan en la página.

El corto es proyecto final de dos estudiantes del Ringling College of Art and Desig, una escuela de arte de Florida. Aunque el diseño gráfico y la animación ya estaba completada, todavía necesitaban una banda sonora. Por ello, marcaron como meta la donación de 3.000 dólares para contratar un equipo de sonido profesional. A cambio, dieron pegatinas, camisetas o ilustraciones originales.

Bravo y David afirmaban que el corto se iba a completar “independientemente de si el proyecto se financiaba con éxito o no”. No obstante, las expectativas fueron superadas y duplicaron por cuatro la suma inicial de donaciones.

¿El resultado? 416 patrocinadores contribuyeron con más de 14.000 dólares en la plataforma de donaciones. Con esto, los directores han podido contar con la mano del compositor español Arturo Cardelús que ya participó en otras producciones como 100 Miles o The Answers.

En la historia no hay diálogos ni una historia compleja, pero In a Heartbeat cuenta mucho en solo cuatro minutos. De esta manera, la relación entre Sherwin y Jonathan se ha convertido en un arma para desmontar prejuicios y para demostrar que no existe una sola manera de vivir el primer amor.

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