“El brujo” defiende la palabra ante las “fuerzas de la división” de la sociedad

El actor Rafael Álvarez “El brujo” ha defendido este martes el valor unificador de la palabra para combatir a las “fuerzas de la división” que se aprecian en la sociedad y en la política española.

Así lo ha puesto de manifiesto “El brujo”, en una entrevista con Efe, con motivo de la presentación de su montaje “Dos tablas y una pasión” con el que regresa al Festival Internacional de Teatro Clásico de Almagro.

En referencia a la investidura que se debate en el Congreso de los Diputados, el actor ha asegurado que aprecia “una manifestación de un época de enfrentamiento que no solo se da en España, sino en el mundo entero”.

Utilizando un símil teatral, ha explicado que la política española vive presa de la figura del “arlequino, servidor de dos amos”, un arquetipo que “hace hablar al líder de la derecha y al de la izquierda y que se va a casa riendo, porque tejió el enredo y el enredo lo pagamos todos”.

Frente a estas “fuerzas de la división”, el actor ha apostado por un intento de “síntesis y de unidad” a través de la palabra y ha subrayado que este es el “camino personal” que ha emprendido en el teatro y que desemboca en 'Dos tablas y una pasión'.

Así, en este montaje hilvana textos de grandes autores del siglo de Oro, como Lope de Vega, Cervantes, Góngora o Shakespeare, y hace con ellos un ejercicio de depuración para tratar de acercar la esencia de sus obras al público.

En este sentido, ha considerado que este montaje es un intento de sintetizar la riqueza de los clásicos y ha señalado, empleando una cita de Arthur Miller: “Exprime un limón y la última gota será esencialmente dramática”.

Ha resaltado que esta pretensión de unidad de la obra se asienta sobre palabras como “Dios, humildad y servicio”, conceptos bastante denostados para la mentalidad moderna pero que, a su juicio, “son palabras desprestigiadas porque su significado nos es desconocido”.

Sobre esta cuestión, el actor ha remarcado la importancia de cambiar el sentido de la palabra “Dios” que se ha utilizado para dominar y manipular a la gente por un concepto que entienda lo divino como “relación de las partes diversas del cosmos, gobernadas por una inteligencia superior, donde la unidad y la diversidad se equilibran”.

El título de la obra es una referencia directa al propio estilo teatral del actor que se basa en la sencillez de la palabra más que en grandes derroches escenográficos y que mantiene viva su pasión por el teatro porque “si no aceptas el envite de la naturaleza que te dice que ya tienes muchos años, la naturaleza obedece sin tensión los dictados de la poderosa voluntad”.

“Dos tablas y una pasión” se representa los días 24, 25 y 26, en la Antigua Universidad Renacentista de Almagro.