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El detective Carvalho vuelve a relamerse gracias a Maruja Torres

El detective Carvalho vuelve a relamerse gracias a Maruja Torres

EFE

Madrid —

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La periodista y escritora Maruja Torres ha conseguido hoy que Pepe Carvalho, el detective gastrónomo creado por su colega y amigo Manuel Vázquez Montalbán, vuelva a relamerse gracias a una combinación de lectura de sus pasajes gastronómicos y degustación de algunos de sus platos favoritos.

Así se ha inaugurado Archigula, unas jornadas que durante tres días aúnan gastronomía y literatura dentro del Gastrofestival de Madrid, con un público que se ha reído muchísimo con las anécdotas de Maruja Torres, ha disfrutado de los consejos culinarios del chef de investigación del restaurante Arzak y escritor, Xabier Gutiérrez, y se ha deleitado con varios platos.

“Manolo cuando venía de Italia se traía los bolsillos llenos de trufas blancas”, ha recordado la escritora de Vázquez Montalbán (Barcelona, 1939 - Bangkok, 2003), buen cocinero y gran comedor que pidió que sus cenizas se esparcieran junto al restaurante elBulli y creó como alter ego a Pepe Carvalho, un detective gourmet con el que dio rienda suelta a recetas y disquisiciones culinarias.

Sacha Hormaechea (Sacha) y Miguel López Castanier (El chiscón de Castelló), entre otros, se han encargado de cocinar platos como las alcachofas con caviar y salsa holandesa -el plato que Vázquez Montalbán preparase para Maruja Torres antes de coger su último vuelo a Tailandia- y las lentejas con zampone, que elaboraba para sus amigos en Nochevieja, siguiendo la tradición italiana.

También un bocadillo de pescado, unos crêpes de pies de cerdo con alioli y unos flasons que aparecen en “La rosa de Alejandría”, muchas veces en diálogos entre el gourmet Carvalho y su ayudante, simplemente glotón, Biscuter.

Torres ha bromeado con que unir gastronomía y literatura en un certamen como ha hecho el centro cultural A Punto de Madrid, es “el sueño de cualquier escritor, que siempre ha temido pasar hambre si no vende lo que escribe” y ha agradecido que comience con su amigo “Manolo”, “pionero en introducir la gastronomía en la novela negra”.

La periodista, que ha vuelto a leer a su amigo para la ocasión, ha confesado que su favorito de la serie Carvalho es “Los mares del Sur” (1979), que ha encontrado hoy “mucho más amargo” de lo que le pareció cuando se publicó.

“Carvalho es triste, es la tristeza del desencanto. Lo de quemar libros y hacer recetas es su hallazgo literario porque consideraba que los libros no le habían enseñado a mejorar la vida, como ocurrió con la democracia que nos prometieron”, ha afirmado.

Y Vázquez Montalbán comía tanto como su personaje, de modo que cuando ella iba a comer a su casa del Ampurdán proponía llevar “lechuga en el bolso para ir a esnifarla al váter, porque todo era superrico, supercaro y muy proteico, porque era gourmand y gourmet como reflejo de una infancia en la que faltó hasta lo más necesario”.

Así lo reflejó también su obra, con pasajes como el que recoge el ansiado momento de mojar pan blanco en aceite con pimentón rojo y sal del detective privado y su madre, tras haber recorrido la ciudad para conseguir los ingredientes de estraperlo.

Maruja Torres ha recordado comidas muy copiosas, siempre en compañía de amigos, y sus enfados cuando no conseguía los resultados deseados, mientras que Saha Hormaechea ha invitado al público a sentirse en Casa Lepoldo (Barcelona), uno de los restaurantes favoritos del escritor porque, aunque le gustaba la cocina innovadora, solía decantarse por platos tradicionales.

El también autor de “Contra los gourmets” era “machista, un misógino entrañable al que le gustaban las mujeres modernas pero nos tenía miedo”, y al que sus amigos sabían que, para hacerle feliz, había que llevarle a comer y a beber “hasta que se le ponía cara de chinito por la felicidad y le gustaba oír las mismas historias que ya nos había oído contarle”, ha recordado la periodista.

Torres, que se ha confesado poco interesada por la gastronomía, ha compartido no obstante una receta aprendida en el Líbano: láminas de berenjenas asadas rellenas de yogur, ajo y sal. Algo que, ha reconocido, quizá no hubiesen sido del total gusto de su añorado colega.

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