El ilustrador Paco Roca defiende un arte sin fronteras con alguna “autocensura”

El ilustrador y autor de cómic Paco Roca ha asegurado hoy en Burgos que el arte no tiene fronteras, que el artista experimenta tratando de hacer lo que le apetece, aunque existe una “pequeña autocensura” cuando se piensa en el público o medio al que va destinada la obra de creación.

Paco Roca ha protagonizado hoy el debate “Arte sin fronteras” junto con la artista e ilustradora Paula Bonet y el artista plástico y escenógrafo Suso33 con motivo del II Foro de la Cultura de Burgos.

Los tres creadores han coincidido en señalar que el arte no tiene fronteras, porque “se puede hacer arte en cualquier disciplina” ha asegurado Paco Roca, “aunque no todas las disciplinas son arte”.

Las fronteras vienen delimitadas por el modo en el que se plantee el proyecto y, como los artistas tienden a la experimentación, nadie suele preguntarse si lo que hace es arte o no lo es.

“Haces lo que te apetece hacer”, si bien es cierto que “siempre hay una autocensura, aunque no seas consciente de ello”, reconoce el ilustrador.

Se piensa en el público al que va destinada la obra o el medio, si se trata de trabajos para un cómic, una ilustración periodística, por ejemplo, tratando de que encaje en formato y objetivo.

Por su parte, Paula Bonet ha mostrado su rechazo a la necesidad de etiquetar, encasillar y delimitar, ya que consigue “mutilar y negar lo poliédricos” que son los artistas.

Es más, la ilustradora cree que “el arte está en la manera de mirar” y, aunque siempre subyace una razón en la creación artística, le cuesta mucho teorizar sobre el procedimiento y los porqué.

“Cuando empiezo a teorizar y delimitar, desaparece lo interesante del diálogo” entre autor y espectador o lector; “es un error mutilar y delimitar”, ha concluido.

Finalmente, Suso33 ha reconocido que no trabaja del mismo modo si su creación se desarrolla en interior o en exterior, que los límites espaciales también afectan a la concepción de la obra.

“Arte sin fronteras” ha servido también para reivindicar el arte urbano y la novela gráfica como géneros válidos frente a las formas más tradicionales de creación artística.