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La cultura pop japonesa se apodera de Cristian Robles en el cómic “Mameshiba”

La cultura pop japonesa se apodera de Cristian Robles en el cómic "Mameshiba"

EFE

Madrid —

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En cuestión de meses en 2015 Cristian Robles irrumpió en el cómic español con “Ikea Dream Makers” y “Soufflé”; y ahora ha vuelto para revolucionarlo con “Mameshiba”, una psicodélica aventura en la que una alubia rapera meterá en más de un problema a una joven “youtuber” que sueña con la fama.

Aunque las “mame shiba” (alubias con ojos, orejas y nariz) son seres animados que gozan de gran fama en Japón, en España esta creación de la cultura pop nipona hace que la narración de Robles (Barcelona, 1990) sea psicodélica y naif así como una historia llena de valores humanos como la rabia, el odio o la venganza.

“La idea o el núcleo es algo que apareció como una iluminación, es decir, a veces haciendo un proyecto menor te encuentras con algo que contar que te interesa lo suficiente como para involucrarte hasta el fondo, de hecho este cómic iba a ser un fancine”, ha contado a Efe el autor sobre el germen de este cómic publicado por DeHavilland.

Una historia, la de “MameShiba”, que nos presenta a Bunny, una youtuber fanática del rap que accede a las semifinales de la GBI (Gran Batalla Internacional), donde conoce a Mameshiba, la alubia reina del rap que le abrirá las puertas al mundo de la fama y del poder aunque por el camino le gastará más de una jugarreta.

Pero detrás de estos personajes excéntricos dibujados a todo color Robles ha introducido todo un mundo de sentimientos porque, como confiesa, le “gusta imaginar” la “vida/carácter/valores” de cada personaje individualmente, separarlos del resto e “intentar imaginar” lo mejor que puede “cómo es cada uno de ellos”.

“Mi intención es que el lector pase un rato casual entre estos personajes, sin necesidad de tener que saber detalladamente todos los aspectos de cada uno, pues es algo que se puede leer entre líneas, o simplemente dejar a la imaginación”, puntualiza.

Y así, con un guión sólido, el barcelonés mete de lleno al lector en ese “choque cultural” al que se enfrentó él, pese a ser un amante de la cultura japonesa, cuando decidió utilizar a estas alubias con vida.

Personajes que, como sucede en el cómic, odias y amas a la vez, “justo el efecto” que Robles buscaba.

“Estás tranquilamente comiendo judías en tu casa y de repente una de estas alubias te mira desde la televisión con las mejillas enrojecidas, con ese aspecto extremadamente mono, y con la voz de una niña de 4 años te cuenta una anécdota muy desagradable que te quita las ganas de comerte tus deliciosas judías, pues eso es mameshiba, amor y odio”, relata.

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