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“Cuando te premian tanto es que te quedan cuatro telediarios”

Alicia Giménez Bartlett // Foto: Marta Calvo

Paula Corroto

En 1996, Alicia Giménez Bartlett creó a la inspectora Petra Delicado, la primera mujer policía del género negro en español. La novela fue un éxito –cuando el boom no había llegado ni se le esperaba- y después de aquella hubo otras nueve más. Por eso, esta escritora manchega que vive en Catalunya desde 1975, está considerada como una de las grandes de la narrativa policíaca. Su labor ha dado sus frutos estos últimos meses con premios como el Pepe Carvalho de la BCNegra, el de los Libreros de Euskadi y el José Luis Sampedro del festival Getafe Negro, a los que a última hora se ha unido el Planeta con Hombres desnudos, en la que, no obstante, abandona el género criminal.

Giménez Bartlett, en la que se atisba que a estas alturas no tiene que dar explicaciones a nadie de nada –ni siquiera de la famosa camiseta de ‘Merde’ que lució en el Planeta- se lo toma todo con mucho humor. “Cuando te premian tanto es que te quedan cuatro telediarios”, afirma sobre los premios. Y, en esta entrevista, realizada en un sofá de la solemne universidad Carlos III de Getafe, aborda sin reparos cualquier tema, desde el panorama actual de la novela negra a la situación catalana.

No ha ganado el Planeta con una novela negra. ¿Por cansancio ya del género?

No. Volveré, pero es que de la novela negra he salido en muchas ocasiones. Siempre he estado con un pie dentro y otro fuera. Hay dos tipos de historia que me gusta contar y nunca me he planteado si iba a hacer una negra o una en color. Me he dejado llevar por mis ganas de escribir y por mi instinto.

Entonces, ¿cuando se pone a escribir no sabe si le va a salir una novela negra o en color?

No, eso sí. Cuando vuelvo a la novela negra me siento más como en casa. Es más fácil. Tiene unas reglas y tengo unos personajes que van en serie y que ya los conozco. Es muy diferente a jugarse el tipo con una novela que no sabes por dónde empieza y por dónde acaba.

Así que cuando sale de la novela negra es más reto.

Sin duda ninguna. Es más arriesgado.

Usted comienza con la serie de Petra Delicado en 1996 cuando no estábamos ni de lejos en el boom de la novela negra, y ya habían pasado años de la era dorada del género en la Transición. ¿Por qué lo hizo?

Porque empecé a leer novelas del género negro, que se habían renovado muchísimo y no eran solo una trama de misterio como había sido clásicamente. Y pensé que era un género en el que se podían decir muchas cosas y donde el humor, que para mí es muy importante, se puede incluir sin que suceda nada. Probé y me divertí muchísimo, pero no había pensado en ningún momento continuar con ello. Era una prueba con la que me divertí y punto. Pero el editor me dijo, “¿y por qué no continúas con Petra? Y continué.

Nunca se hubiera imaginado que llegaría a las nueve novelas.

Jamás. Te lo aseguro.

Y escoge además a una mujer como inspectora de policía. Ahora ya existen muchos personajes femeninos que lideran las investigaciones, pero cuando usted comienza fue de las pioneras. Hasta entonces teníamos muchos comisarios o investigadores muy canallescos, viriles y hasta cierto punto, mirados hoy, muy machistas.

Es verdad, no había mujeres. Pero no sólo en España. En Europa tampoco había policías [mujeres]. Eran ayudantes del fiscal, periodistas, investigadoras privadas. Y una mujer policía chocó. ¿Por qué? Porque parecía que para ser policía había que ser un poco brusco y borde. Y como las mujeres somos tan maravillosas, aquello era imposible. Pero yo me arriesgué, porque las mujeres tenemos inconvenientes, ventajas, defectos y virtudes. Como todo el mundo. De hecho, cuando le presenté la novela a mi editor se quedó medio muerto, y me dijo, “pero Alicia, ¡vaya cambio de tercio!”. Porque la novela anterior era sobre la cocinera de Virginia Woolf y la escritora. Sin embargo, le divirtió y quiso probar. Y como tuvo éxito pues un editor ante el éxito ya no se plantea nada más.

Precisamente ahora estamos en pleno éxito de la novela negra, pero ya hay voces que alertan de la bajada de la calidad y de la publicación de novelas que son decididamente malas. ¿Qué opinión tiene de lo que se publica ahora?

Eso sucede en cualquier género o novelas no de género. Y sucede con lo que se pone de moda, aunque siempre hay novelas buenas y novelas malas. El aluvión de autores nórdicos incluye buenas novelas y otras que son prescindibles. Eso es lógico, a mayor cantidad, mayor selección hay que hacer.

Sí, pero no parece que se esté haciendo así. De hecho se ha criticado mucho el cuarto volumen de la saga Millenium por un autor que, evidentemente, no es Stieg Larsson. Los editores, más que a seleccionar, parece que van a exprimir.Millenium

Sí, y eso de que sigan escribiendo tus novelas después de muerto a mí me parece un poco desagradable.

Imagínese que alguien continuara con Petra Delicado…

Como estaría muerta me importaría tres cuernos, pero a lo mejor mis hijos lo agradecerían, siempre y cuando les tocara algo en el reparto. Pero en principio todas estas cosas me parecen más marketing que otra cosa.

También se ha dicho que la novela negra ha dejado de ser polémica y apuntar a las lacras sociales, a la corrupción política, por ejemplo. Sin embargo, usted no esquiva la polémica. Ahí está todo lo ocurrido con la camiseta con la que recibió el Planeta en la que se leía la palabra ‘Merde’ (mierda).

Madre mía, nunca pensé que tendría tanta repercusión. Pensé que la gente creería que era una broma, una gamberrada y ya está. Pero es que ha habido un aluvión de comentarios.

Porque no me diga que no había una intención que choca quizá con la falta de gamberrismo en los escritores actuales.

En España somos muy solemnes. Mucho. Y eso está alejando a los jóvenes de la cultura. Si hay que meterse en un escenario neoclásico para hablar de cultura vamos mal. Un escritor siempre había tenido un punto marginal y provocador y ahora parece que estemos todos a sueldo de un Ministerio. Y a mí eso me fastidia.

De hecho, cuando ganó el Pepe Carvalho de la BCNegra el pasado febrero usted hizo un discurso en el solemne Ayuntamiento de Barcelona, con el entonces alcalde Xavier Trias a su lado, en el que no dejó títere con cabeza. Y poniendo ciertos puntos sobre las íes al nacionalismo.

Sí, esa fue otra. Bueno yo es que ya tengo cierta fama de niña terrible que me permite decir alguna chorrada de vez en cuando y la aprovecho. Pero no creo que tenga mayor trascendencia.

¿Resulta ahora difícil en Catalunya salirse del discurso institucional impuesto por CiU? Usted, sobre todo, que está en otras posiciones políticas.

No. Para nada. Yo no formo parte de ninguna formación política, pero siempre he hablado de mis ideas como persona. Y si recibo un premio de cualquier institución que está en una parte del abanico político, como soy una persona educada, civilizada, y como estamos en un país democrático, lo recibo con mucha alegría y no pasa nada.

Ya, pero ¿qué le parece lo que ha ocurrido en Catalunya en los últimos meses con el referéndum del 9N, las elecciones? Usted es de Albacete, pero lleva viviendo allí desde 1975.

A mí me parece todo un poco precipitado y excesivo, sobre todo cuando vives el día a día de la ciudad y ves que hasta ahora no había ninguna tensión entre los ciudadanos. Ni lingüística ni política. Y ahora se ha generado una situación un poco límite que no existía. De todos modos, yo vivo en el campo, en Vinaroz, que es el primer pueblo de la frontera de Valencia, por si acaso. Estoy bromeando, pero creo que la mayor parte de los ciudadanos no quiere ningún enfrentamiento y tampoco quiere que le obliguen a escoger. A mí me fastidia mucho que me obliguen a escoger y no quiero escoger entre España y Catalunya. Porque me siento bien en Catalunya todavía, hablo catalán, me gustan muchos autores de literatura catalana y no veo el conflicto, y me fastidia que se cree.

Artur Mas, con el que estuvo en la cena de Planeta, ¿sería un buen personaje de novela negra? ¿Qué personaje sería? Porque le han salpicado ciertos temas judiciales…

No lo conozco personalmente, no lo sé. Siempre lo he visto cuando me ha premiado por algo, así que tengo una imagen cojonuda. Te premia, así que maravilloso. Pero no sé si sería un buen personaje de novela negra. Demasiado serio.

Y ya que estamos, aunque ahora viva en el campo, ¿Ada Colau? Al menos este sí es un personaje que expide cierta frescura.

Sí, sí. Tampoco la conozco, pero ha generado muchas expectativas. Además, por lo visto es una mujer muy inteligente y ha participado muchísimo en la actividad ciudadana previa a su entrada en política y yo le doy un voto de confianza sin ninguna duda.

Y ¿qué me dice de los nuevos hombres de la política, Pablo Iglesias y Albert Rivera?

Ya tocaba que apareciera gente más joven. Y que surjan otros partidos con otras ideologías también me parece bien. Y además creo que algo pasará. Pero yo soy una clásica, soy muy sociata y además Sánchez está como un maldito queso y no pienso variar.

Por cierto, el libro premiado con el Planeta, 'Hombres desnudos', aún no ha sido publicado, pero, según se comentaba, aborda la crisis, la prostitución masculina y la inversión de roles en este sentido. A simple vista, a mí me parecía más bien que eso de la prostitución masculina era una huida hacia adelante porque hay que buscarse la vida.

¡Exactamente! Como es usted joven lo entiende de maravilla. La idea de fondo es qué hace un tío joven que pierde su trabajo, que no tiene expectativas, que encima parece un apestado de la sociedad y que le dicen, “búscate la vida”. Es una situación de una injusticia y de un absurdo que coleará años y que esperemos que nos recuperemos de esto.

Y, como en una novela negra, también hay culpables.

Todos. También los jóvenes. Porque hemos estado en los años de bonanza muy a gusto sin ver lo que se nos venía encima. Yo creo que cuando se quiere algo también hay que luchar por ello. No esperar, sino luchar.

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