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Baltasar Garzón: “Los que me denostaron me besaban la mano cuando les interesó”

El Gran Wyoming y Baltasar Garzón presentan sus libros "En el punto de mira" y "¡De rodillas, Monzón!"

David Sarabia / Alejandro Navarro Bustamante

Apenas se conocían. El Gran Wyoming (Madrid, 1955) y Baltasar Garzón (Jaén, 1955) habían coincidido alguna que otra vez en presentaciones o galas de entrega de premios, pero el exmagistrado y el showman no se habían sentado juntos a hablar ante un auditorio ni habían charlado distendidamente durante más de una hora.

Ha tenido que ser durante una presentación cruzada de libros en el Palacio de la Prensa de Callao. “Wyoming deja hablar a Garzón y Garzón a Wyoming”, explicaba Pepa Bueno al comienzo del acto organizado por la Editorial Planeta. Por un lado, ¡De rodillas, monzón! ¡De rodillas, monzón!, el libro del presentador de El Intermedio. Por otro, En el punto de mira, el trabajo del por entonces juez que destapó el caso Gürtel y que fue condenado a 11 años de inhabilitación por el Tribunal Supremo en 2012.

El primero en tomar la palabra fue Wyoming. “Me he escrito un texto y así no fallo”: fue uno de los pocos chascarrillos que el de La Sexta concedió. Después adoptó un semblante serio para presentar el libro de Garzón, que estuvo durante 25 años al frente del juzgado central número 5 de la Audiencia Nacional. “Cada capítulo del libro podría ser otro libro en sí mismo”, repitieron varias veces tanto el uno como el otro.

“Garzón no fue condenado el 9 de febrero de 2012, eso solo fue una ratificación de una sentencia que se había redactado con antelación y que fue leída en público por Mariano Rajoy tres años antes, el 11 de febrero de 2009”. Luego, algunos cortes de audio que recordaron las palabras del, por entonces, presidente del PP: “El PP cree que Garzón debe abstenerse en esta causa y pide la recusación del juez. Esto no es una trama del PP, es una trama contra el PP. Por si alguien tiene alguna duda, todas las contrataciones de esta casa se han hecho dentro de la legalidad, todas figuran en el Tribunal de Cuentas, nunca hemos recibido beneficio alguno y este partido no ha recibido ni un solo euro de las personas implicadas”.

Garzón intervino después para hablar sobre su relación con Felipe González, cómo en 1994 le diría una frase que le dejó marcado (“Las promesas electorales se hacen para no cumplirlas”) y la manipulación que el PP hizo del atentado del 11 de marzo de 2004.

También tuvo palabras para el que fuera Portavoz de Justicia entre 1991 y 1996, Federico Trillo: “Desempeñó el papel que le marcaron, coordinar la acción contra un juez que había que tumbar”. Además, Garzón hizo referencia a su situación en el pasado y cómo eso comenzó a cambiar después: “Esas mismas personas que me denostaban sin excepción me besaban la mano cuando les interesó”.

La España de posguerra de Wyoming

Acto seguido, el exmagistrado presentó el libro de Wyoming, ¡De rodillas, Monzón!. Es un relato de los años de juventud del presentador de El Intermedio que va desde la niñez hasta la adolescencia, los 17 años. “En el fondo no son historias tan distintas. Hay mucho paralelismo, desde el año de nacimiento (1955), hasta que llevé el mismo traje de comunión. Refleja lo que era el franquismo, la castración sistemática de tantos valores, de tantos derechos, los déficits que hemos ido acumulando durante los años de la dictadura, la Transición... y que extienden sus consecuencias hasta hoy”.

“Nací 16 años después de finalizar la guerra”, recuerda Wyoming en su libro. “Por cagarse en Franco a uno le colocaron 10 años de cárcel”, le contestaba Garzón. El abogado explicaba esa falsa diferencia de la que últimamente tanto se habla: “Todos hemos oído en estos últimos años esta revisión, este negacionismo que dice que no es lo mismo franquismo que fascismo. Al final es un régimen autoritario”.

¡De rodillas, Monzón! es un libro de reflejos de la España de posguerra. “El libro va relatando la vida en el barrio”, en Madrid. El estudio en un colegio de curas, la educación a base de bofetadas: “Antes de hablar, guantazo; y si ibas a quejarte a casa, tu padre te daba dos”, explicaba Garzón.

Al final, el Wyoming en su libro termina hablando sobre la música, los grupos españoles y el rock, que va cambiando las mentes de la gente. “Grupos como Los Bravos, Los Pequeniques, Miguel Ríos, etc. Todo eso hace que la generación nuestra se vaya rebelando”.

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