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'¿Qué fue de los 70?' Relato de la década del cambio en la que en España empezó casi todo

Una portada de El Jueves de 1978 recopilada en el libro '¿Qué fue de los 70?'

Enric Lloveras

En la década de los setenta, en una España amordazada por la lenta agonía del franquismo, los jóvenes empezaron a romper los moldes de una sociedad lóbrega y dolorida. En los setenta, Federico Jiménez Losantos y Fernando Sánchez Dragó eran comunistas.

Inspirados por la California de finales de los sesenta y el mayo francés parisino, irrumpió en España la liberación sexual, la contracultura, la rebelión social, lo underground y un atisbo de libertad que entraba en la península en las maletas de centenares de miles de turistas que descubrían el país de las tres “S”: Sex, Sea and Sun.

Como todo nos llega tarde, éramos hippies cuando Europa y Estados Unidos empezaban a ser punks y se preguntaban, con Sex Pistols, “no sé qué quiero, pero sé como conseguirlo”.

España, más allá del régimen del 78 que trajo la democracia

En los setenta fue asesinado Carrero Blanco, falleció Franco de muerte natural, se legalizó el Partido Comunista, empezamos a ser demócratas y elaboramos la Constitución. Y a pesar de la llegada de las urnas, se recrudeció el terrorismo en España, con ETA, y en el mundo, con organizaciones de todos los extremos. Los Juegos Olímpicos de Munich acabaron en masacre. Murieron once atletas de Israel, un policía alemán y cinco terroristas palestinos de Septiembre Negro.

Xavier Gassió nos lo cuenta en su libro ¿Qué fue de los 70? que habla de los orígenes de la sociedad española actual, de la irrupción de la democracia, la legalización de los partidos políticos (incluido el partido comunista), el movimiento gay y feminista tomó las calles y el sexo dejó de practicarse exclusivamente en las alcobas o en los “meublés” con amantes clandestinas.

Gassió, fotógrafo y periodista, nos cuenta esta década con una mirada divertida, juguetona y rigurosa al mismo tiempo: “Demasiada gente piensa que los setenta fue solo una época de grandes declaraciones políticas, de convulsiones sociales y de rebelión. Pero, más allá del régimen del 78, la sociedad civil tenía una vitalidad extraordinaria y la alegría y la transgresión tomó las calles. En mi libro dedicó una gran atención a la vida cotidiana, que pasó página a los años oscuros del franquismo”.

Un homenaje a la vida cotidiana

¿Qué fue de los 70? relata los años que van del mítico 68 al problemático 81, con más de mil fotografías e ilustraciones, auténticas joyas de hemeroteca. La faceta de fotógrafo del autor consigue que las imágenes del libro sí valgan por mil palabras: mítines masivos de políticos que venían del exilio o la clandestinidad (Santiago Carrillo), estudiantes enfrentándose a los 'grises', torsos desnudos y pechos al aire desafiando la moral imperante, proclamas feministas de mujeres condenadas a ser el reposo de guerrero en la España franquista y toda una generación construyendo sueños y utopías, exigiendo cambios radicales.

Tan radicales como el uso de la píldora anticonceptiva, que se había lanzado a finales de los sesenta y que permitió que las mujeres perdieran el miedo al embarazo no deseado y que el sexo pasara a tener una función no solo reproductiva, sino lúdica y recreativa.

Las feministas salieron a la calle y pusieron las bases de la lucha actual contra la sociedad patriarcal: la independencia de la mujer, la equiparación de derechos entre sexos, el reconocimiento de la diferencia y la constatación de que la iglesia católica ya no podía seguir decidiendo como debían ser las relaciones familiares y el comportamiento colectivo.

Un nuevo periodismo

Las carteras de los jóvenes se llenaban de cómics y fanzines, el LSD y la marihuana y la exigencia de libertad expresión ocupaban las calles y rompían el dique de la censura y de la moral pacata de los treinta años anteriores. Toda una generación luchaba por un mundo mejor a pesar de la crisis económica que lo hacía todo muy difícil.

Se inventó una nueva forma de hacer periodismo, con diarios progresistas y revistas provocadoras como El víbora, Ajoblanco o El viejo topo. Interviú inventó también un estilo: el de mezclar opinión seria con desnudos y rigurosos trabajos de investigación que no dejaban títere con cabeza. Los comunistas compartían páginas con Emilio Romero y ponían a prueba la libertad de expresión del post-franquismo.

En prensa diaria nacieron proyectos con alma democrática como El País, Mundo Diario o El periódico de Cataluña, que alejaron la propaganda practicada por la prensa franquista del periodismo.

Federico Jiménez Losantos fundó, en enero de 1978, junto con Alberto Cardín, una revista de pensamiento sobre política, filosofía, literatura y psicoanálisis Diwan, que fue considerada por el diario El País como “la revista cultural más importante, abierta y viva del momento”.

El jueves también marcó estilo en la manera de hacer humor transgresor y alguna revista como Lib apostó por ensanchar las fronteras de lo consentido en el sexo, aunque hoy lo veríamos como un panfleto machista.

Un capítulo aparte merece la publicidad, ampliamente reflejada en el libro de Gassió. Es también el reflejo de una manera de ser y de pensar, el espejo de una sociedad que estaba sufriendo una mutación profunda.

Aquella década dejó huella, en la memoria emocional y física del país. Refresquemos la memoria, que al mismo tiempo nos ilustra sobre lo efímero que puede ser lo que a veces creemos que ha venido para permanecer en nuestras vidas. Como muestra, algunas cosas que en aquel momento parecían imprescindibles.

Disquetes en los ordenadores y reproductores de vídeo doméstico

Han pasado a mejor vida los disquetes gigantes de los ordenadores (IBM los patentó en 1972), que mutaron después a disquetes pequeños, lápices de memoria o discos duros, para fundirse en la actualidad en la nube.

En el audiovisual la gran discusión en consumo doméstico era si optar por un Betamax o un VHS. Desapareció primero el Betamax (creado en 1975) y luego enterramos el segundo formato, mientras que ahora los que triunfaron (DVD) están también en camino de extinción.

En los setenta no eras nadie sino tenías una calculadora personal. Ahora lo hace todo el teléfono móvil. Sony presentó en julio de 1979 el Walkman, que permitió escuchar música con unos pequeños auriculares, todo muy ligero. Triunfó inmediatamente e inspiró las siguientes generaciones de iPod y aplicaciones para teléfonos móviles.

Los setenta cambiaron profundamente los hábitos personales en consumo doméstico. En 1975 Bill Gates y Paul Allen fundaron Microsoft, que controló con mucha rapidez el mercado de los ordenadores domésticos con su software, omnipresente en todos los hogares a partir del los ochenta-noventa. Pero casi al mismo tiempo, en 1976, Steve Jobs y Steve Wozniac trabajaban en un garage para lanzar el primer ordenador Apple, que en tres décadas inundó el mundo de Macs, Ipods, Iphones,  Ipads y consolas de videojuegos. ¿Quién no tiene esa huella de los setenta ahora en su vida?

El club maldito de los muertos a los 27 y Elvis Presley

En los setenta se revolucionó la música. Nació el punk. El cuerpo se movía a un ritmo endiablado en las discotecas, en las boites nocturnas, mientras que llegaba también el rock suave, el country y se ampliaba el público del jazz.

Ya sonaban Led Zeppelin, Queen, Stevie Wonder, David Bowie, Bruce Springsteen, Elton John, Bob Marley. Despega también el “club maldito de los que murieron a los 27 años”, que ya suma más de treinta celebridades. Lo fundó Brian Jones, fundador de Rolling Stones, que permaneció en la banda hasta un mes antes de su muerte, en 1969, cuando le encontraron en el fondo de una piscina. Le secundó Jimi Hendrix, considerado uno de los mejores guitarristas de la historia, capaz de tocar el instrumento con los dientes o de prender fuego a la guitarra en una actuación en directo. Negro y de familia humilde, marcó la historia del rock con solo cuatro años de vida profesional activa. Murió en 1970 en Inglaterra por sobredosis de barbituricos. Otra crack, Janis Joplin, también falleció en los setenta.  Cinco de sus singles se subieron al top 100 de Billboard en poco tiempo, pero no sobrevivió al éxito y se sumó a la lista de cantantes fallecidos a los 27. Jim Morrison se fue en 1971 por una sobredosis de heroína a la misma edad en la cumbre de su carrera. Era vocalista de The Doors.

Otro gran cantante que se fue en los setenta (1977), ya fuera del club de los malditos, fue Elvis Presley, rey del Rock'n'Roll.  En España triunfaban Camarón, con La leyenda del tiempo, Serrat, Nino Bravo, Paco de Lucía, la 'nova cançó' en Cataluña (Raimon, Lluís Llach), la canción protesta (Labordeta, Paco Ibáñez), Aute, Ana Belén, Victor Manuel, el primer Sabina...

Una década de gran cine

En los setenta se fue Charles Chaplin. Pero la cosecha cinematográfica de los setenta fue magnífica: se estrenó Star Wars; Coppola dirigió dos de las películas de la saga El Padrino y Woody Allen arrasó con Annie Hall y Manhattan. John Travolta fue candidato a los Óscar de 1977 por Fiebre del sábado noche como actor principal.

Scorsese realizó Taxi Driver y Spielberg, Tiburón. Fue la década de El exorcista y los actores icónicos eran Liza Minnelli, Jack Nicholson, Dustin Hoffman, Robert Redford, Barbara Streisand y Marlon Brando.

¿Qué fue de los 70? no es solo un libro para nostálgicos o para que los abuelitos ilustren las batallitas que cuentan a sus nietos. Relata una década en la que empezó casi todo y que sigue marcando el ritmo de la España y el mundo actual.

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