María Valverde salta a la dirección con una oda al poder de la música: es transformador

Marta Garde

Madrid, 5 dic (EFE).- La actriz madrileña María Valverde se coloca por primera vez detrás de la cámara en 'El canto de las manos', un documental que llega a los cines el próximo día 12 y en el que, con su marido y director musical de la Orquesta Sinfónica Simón Bolívar de Venezuela, Gustavo Dudamel, refleja que la música, en sus propias palabras, tiene un poder transformador.

“La música no solamente nos entretiene. Tiene una misión y es transformar vidas. Yo quería con este documental que fuera una historia inspiradora ya no solamente para las personas oyentes, sino también para las sordas”, apunta en una entrevista con EFE en Madrid.

'El canto de las manos' sigue la preparación de la ópera Fidelio, de Ludwig van Beethoven, representada por primera vez en lengua de signos.

Forma parte de esa producción el Coro de Manos Blancas, una agrupación de personas sordas de Venezuela que pertenece al Sistema Nacional de Orquestas y Coros Juveniles e Infantiles de Venezuela, conocido comúnmente como El Sistema y al que Dudamel le debe sus inicios.

La participación de ese coro sirve para adentrarse en las vidas de algunos de sus integrantes, en sus historias de superación y en cómo la música contribuye a superar barreras sonoras, estructurales y sociales.

“El lenguaje va mucho más allá de lo sonoro, incluso la música”, añade la intérprete, que debutó en la actuación con 'La flaqueza del bolchevique' (2003), cinta de Manuel Martín Cuenca con la que ganó el Goya a Mejor Actriz Revelación.

'El canto de las manos', nominado a mejor documental musical por la International Documentary Association, viaja a Venezuela, a Barquisimeto, ciudad natal de Dudamel, y según Valverde es el resultado de un proyecto vivo, en el que sus propios protagonistas fueron trazando el camino que tomó, hasta que en la sala de montaje se creó finalmente “este cuento”.

“Para mí es un regalo poder haber terminado el documental, ver cómo los protagonistas han cambiado sus realidades gracias a su esfuerzo y su trabajo dentro de Fidelio”, añade Valverde.

La ópera se llevó a auditorios como el Walt Disney Concert Hall de Los Ángeles o al Gran Teatre del Liceu de Barcelona, y según la directora del documental su presencia en esos templos de la música fue “una manera importante de celebrar a la comunidad sorda dentro de espacios culturales donde muchas veces no tienen acceso y una manera de pedir justicia también” para este colectivo.

Entre ensayo y ensayo se cuelan las historias de vida de los tres protagonistas principales, Jennifer, Gabriel y José. “La música es su verdadera salvación en el día a día y la manera de ser vistos dentro de sus familias y dentro de la sociedad en sí”, recalca Valverde.

Dudamel, que dirigió esa nueva versión de Fidelio, fue quien tuvo la idea de celebrar a Beethoven en conmemoración del 250 aniversario de su nacimiento. Esa ópera surgió en un momento en que el compositor alemán (1770-1827) estaba empezando a quedarse sordo y se quiso honrar al maestro con actores y músicos sordos para celebrarlo a través de su propia experiencia con la sordera.

Valverde señala que documentar ese proceso le llegó como una “necesidad vital” y apunta que dirigir habiendo actuado fue “muy natural”, pese a los retos de adentrarse en nuevos lenguajes: el de los signos y el de la dirección.

'El canto de las manos', según avanza, puede no ser su último proyecto detrás de la cámara: “Me ha fascinado dirigir. Tengo muchas inquietudes para dirigir. También para seguir actuando, pero bueno, la vida me vendrá trayendo o iré buscando proyectos donde realmente quiera dejar el corazón”.