Mariza llena el Parque Torres con su revisión del fado en La Mar de Músicas

Mariza ha vuelto a llenar el Auditorio Parque Torres después de su última visita al escenario principal de La Mar de Músicas, donde ha vuelto a demostrar que sigue teniendo una de las voces más seductoras y más destacables del fado portugués.

Con un elegante vestido marrón de lentejuelas, Mariza ha hecho aparición tras un instrumental de su quinteto de acompañamiento, formado por Pedro Joia (guitarra acústica), Yami (bajo acústico), José Manel Neto (guitarra portuguesa), Vicky Marques (batería y percusiones) y Joao Frade (acordeón).

Tras cantar al amor más puro con “Sem ti”, la mozambiqueña ha hecho un canto a su continente de nacimiento con “Beijo de saudade”, una morna típica de Cabo Verde, y en la que ha establecido un “puente entre Lisboa y Sao Vicente”, la antigua metrópoli y la capital caboverdiana.

También ha incluido en su repertorio “Alma”, una composición cantada en lengua española que ha precedido a “Oraçao”, que aparece en su último trabajo, “Mariza”, en el que la estrella lusa se atreve por primera vez a escribir las letras de sus canciones. “No es fácil cantar cuando soy yo la que escribo de mis emociones”, ha confesado a un público entregado.

Uno de los momentos en los que más ha interactuado Mariza con el público ha sido con “Trigueirinha”, una canción que habla sobre las mujeres del Algarve, con piel oscura, ojos claros y el cabello largo, y en la que ha dado pie al público para cantar con ella.

La vecina más famosa del barrio lisboeta de la Mouraira en rivalidad ahora con la estadounidense Madonna ha subido el ritmo en la segunda parte de la actuación, en la que ha dado muestras de su talento innato para mezclar el fado con otros ritmos portugueses.

Mariza, que ha tenido un recuerdo para “la grande” Amalia Rodrigues en su despedida con el fado “Primavera”, ha sido la primera gran aparición de las cantantes portuguesas, que tienen un gran protagonismo en esta edición de La Mar de Músicas con los conciertos de Luisa Sobral, María de Medeiros o Ana Moura.

La quinta jornada de La Mar de Músicas 2019 ha estado protagonizada por Portugal, país invitado a la edición de este año y cuyos artistas han copado la mayor parte de los escenarios, como Dead Combo, es decir, Pedro Gonçalves y Tó Trips, quienes han llevado al patio del antiguo CIM la Lisboa mestiza que les vio nacer y crecer.

Buena prueba de ello es “Odeon Hotel”, su último disco, en el que el dúo lisboeta da rienda suelta a una amalgama sin prejuicios, con rastros de jazz, blues y hasta post-rock, siempre con las piezas instrumentales como eje de sus actuaciones.

Con reminiscencias del fado, Gonçalves y Trips han llevado a cabo un concierto poderoso e impactante visualmente, en este caso con la guitarra y el contrabajo como protagonistas principales.

Otra de las actuaciones más esperadas ha sido la que ha llevado a cabo la chilena Pascuala Ilabaca en la plaza del Ayuntamiento, donde ha llevado el folclore del país andino, los ritmos latinoamericanos y la música de la India que le sirven de inspiración.

Acompañada por Fauna, su banda, Ilabaca, que ha presentado su último trabajo, “El mito de la pérgola”, repite en La Mar de Músicas cuatro ediciones después de su debut en el festival cartagenero, que en 2015 tuvo como país invitado a Chile.

El festival cartagenero rebasa este miércoles el ecuador de su calendario con los conciertos gratuitos en la explanada del Batel, que protagonizarán Snarky Puppy (Estados Unidos), el dúo Trending Tropics (Puerto Rico-República Dominicana) y el portugués Branko.