La M.O.D.A. continúa en Londres su peregrinaje como “artesanos” musicales

Después de recorrer todo el territorio patrio este verano de festival en festival y de concierto en concierto, La Maravillosa Orquesta del Alcohol, La M.O.D.A, aterriza en Londres para continuar con su peregrinaje como “artesanos” musicales y seguir demostrando que lo suyo es el directo.

“Consideramos la música un oficio. Nos interesa más ser artesanos que artistas y los directos son una parte fundamental de nuestro oficio”, contó a Efe David Ruiz, cantante y compositor de la banda, antes de su segundo concierto en la capital británica de la mano de la plataforma “Rock Sin Subtítulos”.

Completan la formación Adán Ruiz Román (guitarra, mandolina), Alvar de Pablo (saxofón), Caleb Melguizo (batería y percusión), Joselito Maravillas (acordeón), Jorge Juan Mariscal (bajo) y Jacobo Naya (piano).

Para Ruiz, que habló en nombre de todo el septeto, tocar en el extranjero supone “un sueño, un reto y una aventura”, con especial énfasis en el Reino Unido e Irlanda -donde actuaron ayer- porque “la influencia anglosajona siempre ha sido fundamental” en sus trabajos.

De hecho, el grupo comenzó cantando en inglés pero después se pasaron al castellano para librarse de las “limitaciones” que les suponía no comunicarse en su lengua materna, en un ejercicio de “sinceridad y honestidad”.

A pesar del salto internacional, La M.O.D.A. no olvida sus raíces burgalesas, un rasgo primordial de su idiosincrasia que se refleja en la mayoría de sus letras.

“Nuestra esencia como banda está muy marcada con lo que vivimos y nuestro entorno. Incluso factores como el clima son determinantes en el carácter de un grupo”, afirmó Ruiz.

“Estas calles son distintas, de aquí no se va el invierno”, cantan al “biruji” burgalés en “Héroes del Sábado”, single de su último disco, en donde proclaman “no te olvides de donde vienes”, para terminar de reafirmar la importancia de sus orígenes.

Sin embargo, de entre sus cantantes favoritos siempre han predominado foráneos como Bod Dylan, Johnny Cash o Bruce Springsteen, aunque según adelantó Ruiz están incorporando a españoles como Quique González, Morgan o Gorka Urbizu (Berri Txarrak) a sus referencias musicales.

Después de tres discos de estudio, “¿Quién nos va a salvar?” (2013), “La Primavera del Invierno” (2015) y “Salvavida (de las balas perdidas)” (2017), el pasado mes de octubre publicaron el EP “7:47 (Ni un minuto más)”, compuesto por tres canciones grabadas en directo y sin arreglos musicales.

Toda una declaración de intenciones con la que buscan “dar un paso más en la dirección” que quieren recorrer, la de “llegar al punto de poder grabar tocando todos juntos, que el oyente escuche lo que tocamos, sin añadidos, sin arreglos”, algo que consideran es “más humano, más real”.

En el camino a esa humanidad se posicionan desde sus orígenes y, para constatarlo, no hay más que observar su puesta en escena sobre los escenarios, en la que los siete lucen idénticas camisetas blancas de tirantes.

“Nuestra indumentaria es una forma de reflejar nuestra mentalidad. Somos una banda en la que cada uno es igual de importante. Llevamos esas prendas porque no se identifican con nadie en concreto”, explicó Ruiz.

Una autenticidad y humildad que les ha llevado a lo más alto del panorama musical español, un éxito creciente que ellos achacan al “trabajo diario durante casi ocho años” y a dejarse la piel en los conciertos “ganando seguidores uno a uno, gracias al boca a boca”.

“Nunca hemos estado en una discográfica o hemos tenido padrinos. Nos lo hemos currado desde abajo, desde la calle, los bares pequeños, las salas... Son muchos kilómetros y muchas horas de local de ensayo”, puntualizó la rasgada y ronca voz del grupo.

La Maravillosa Orquesta del Alcohol, nombre que “representa el espíritu con el que nació la banda: un grupo de amigos que se juntan para tocar y beber juntos”, cantan a la “amistad, a la nostalgia y a la melancolía” sin más pretensión que hacer lo que les sale “del corazón” y sin que nadie les dicte nada.

Paula Baena Velasco